Espa?a protesta ante la OEA por los insultos a Zapatero en la crisis de Venezuela

El Gobierno espa?ol ha presentado este lunes una protesta formal ante la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA) por los insultos que su secretario general, Luis Almagro, profiri¨® contra el expresidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero al hilo de la crisis venezolana, un campo de minas para la diplomacia en el que el pol¨ªtico socialista ha asumido un papel de mediaci¨®n. El Ejecutivo de Pedro S¨¢nchez ha expresado su "en¨¦rgico rechazo" a las declaraciones realizadas por Almagro y lo exhorta a "poner fin a esta innecesaria y perturbadora situaci¨®n que empa?a la dignidad del cargo que ostenta". "Las palabras utilizadas por Luis Almagro van mucho m¨¢s all¨¢ de lo que podr¨ªa justificarse por una diferencia de opiniones sobre cuestiones pol¨ªticas, adem¨¢s de utilizar un lenguaje absolutamente inapropiado y realizar insinuaciones intolerables", a?ade la queja del Ejecutivo espa?ol.

Esta ma?ana, el ministro Josep Borrell,?en un encuentro con periodistas en Nueva York, previo a la Asamblea de Naciones Unidas ¡ªque se celebra esta semana¡ª, hab¨ªa adelantado que el Gobierno emitir¨ªa una queja a la OEA: "Vamos a presentar una protesta por v¨ªa diplom¨¢tica y un comunicado del Ministerio. No se puede aceptar que se llame al se?or Zapatero el sumum de la imbecilidad, ese no es un lenguaje aceptable. Se puede discrepar leg¨ªtimamente de los criterios pol¨ªticos, pero no se puede llegar a esos niveles de descalificaci¨®n personal y lo haremos saber por v¨ªa diplom¨¢tica".

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Almagro arremeti¨® contra Zapatero hace dos d¨ªas por las cr¨ªticas que el expresidente espa?ol le hab¨ªa hecho sobre una hipot¨¦tica intervenci¨®n militar para derrocar el r¨¦gimen de Nicol¨¢s Maduro. El secretario general de la OEA se?al¨® en Colombia respecto a una intervenci¨®n armada que no se deb¨ªa descartar ¡°ninguna opci¨®n¡±, declaraci¨®n que luego consider¨® malinterpretada y rectific¨®, resaltando que la organizaci¨®n hab¨ªa aclarado muchas veces su rechazo a cualquier maniobra ilegal.

Zapatero lo critic¨® con dureza: "Resulta ins¨®lito que alguien que dirige un organismo internacional desconozca las reglas b¨¢sicas de la Carta de las Naciones Unidas y de la legislaci¨®n que regula el uso de la fuerza, que solo puede ser autorizado por el Consejo Seguridad de la ONU en una serie de supuestos", dijo, y eso sac¨® de quicio a Almagro.

¡°?Usted sabe que estoy midiendo grados de imbecilidad? Que tiene que ver con cu¨¢ntas aclaraciones necesita la gente para entender lo que se dice. Definitivamente, el se?or Zapatero est¨¢ en el grado m¨¢s alto de imbecilidad actualmente. Ha necesitado siete explicaciones para entender. Y vamos a ver si luego de esta lo entiende¡±, dijo, y le acus¨® de ¡°defender¡± a la ¡°dictadura venezolana¡±, . ¡°Lo ¨²nico que vemos del se?or Zapatero son favores¡± al r¨¦gimen de Maduro, a?adi¨®, en una entrevista con la cadena de televisi¨®n NTN24.

Borrell resalt¨® en varias ocasiones que la tarea de mediaci¨®n asumida por el presidente Zapatero ¡°la hace estrictamente a t¨ªtulo personal y movido por su buena voluntad, siguiendo sus propios criterios¡±. El Gobierno, insisti¨®, ¡°no le ha encargado nada¡±, pero tampoco puede asistir ¡°tranquilamente¡± a los ¡°grav¨ªsimos insultos¡± recibidos por el alto cargo de la OEA.

La mediaci¨®n de Zapatero en Venezuela ha levantado ampollas en varias ocasiones. La ¨²ltima, hace unos d¨ªas, cuando durante un foro celebrado en Brasil, el expresidente vincul¨® el ¨¦xodo venezolano con las sanciones econ¨®micas impuestas por Estados Unidos al r¨¦gimen de Nicol¨¢s Maduro. "Como siempre ocurre con las sanciones econ¨®micas que producen un bloqueo financiero, quien, en definitiva, en ¨²ltima instancia, lo paga, no es el Gobierno, sino los ciudadanos, es el pueblo. Esto deber¨ªa dar lugar a una cierta reflexi¨®n", dijo en una entrevista a la agencia Efe. Borrell evit¨® pronunciarse este domingo sobre esa opini¨®n, aunque apunt¨® que, cuando dos millones de personas abandonan un pa¨ªs, ¡°es porque se encuentran en una situaci¨®n l¨ªmite que les obliga a hacerlo¡±.