El CIS se ve obligado a explicar la ¡®cocina¡¯ de su encuesta
El nuevo presidente, Jos¨¦ F¨¦lix Tezanos, defiende sus nuevos m¨¦todos de estimaci¨®n que los expertos califican de "burdos" y de "calidad precaria"
El Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas (CIS) se vio obligado este jueves a explicar en una nota su ¨²ltima encuesta electoral, algo inusual, para salir al paso de la pol¨¦mica creada desde el martes. El sondeo otorga diez puntos al PSOE sobre el PP y recibi¨® cr¨ªticas por cambiar la metodolog¨ªa y el modo de estimaci¨®n: simplemente da por buenos los datos en bruto y no los afina. Su presidente, Jos¨¦ F¨¦lix Tezanos, presume precisamente de "no hacer cocina", pero los expertos califican esta pr¨¢ctica de "burda" y de "calidad precaria".
"Espa?oles, la cocina del CIS ha muerto", dijo el polit¨®logo Lluis Orriols en Twitter tras conocer la encuesta del CIS. El sondeo desat¨® un enorme debate entre los expertos, con cr¨ªticas generalizadas al instituto p¨²blico. Por la t¨¦cnica empleada y el riesgo de romper la tradici¨®n hist¨®rica y series de 22 a?os. Tambi¨¦n porque pasa a ser mensual, en lugar de trimestral. "Es una instituci¨®n esencial para la investigaci¨®n social, como instrumento, y para eso es fundamental que la serie se respete. Es una gran alteraci¨®n, sobre todo en la estimaci¨®n, que es muy burda".
La controversia se centra en la llamada cocina, t¨¦rmino que para los soci¨®logos no es peyorativo, sino las t¨¦cnicas que permiten corregir falsas impresiones que se pueden colar en un sondeo. La novedad del CIS, con su nuevo presidente Jos¨¦ F¨¦lix Tezanos, ser¨ªa precisamente renunciar a la cocina. Lo explic¨® en la cadena SER el mi¨¦rcoles, en una entrevista que aviv¨® a¨²n m¨¢s la pol¨¦mica, porque adem¨¢s se descolg¨® con valoraciones pol¨ªticas. Y el CIS tuvo que volver ayer sobre la cuesti¨®n con una nota de prensa: "Con esta proyecci¨®n se evita eso que se llama cocina (...), el CIS recoge lo que opina y dice directamente la poblaci¨®n encuestada, sin ninguna distorsi¨®n ni reelaboraci¨®n no explicada".
Para los expertos es una temeridad. "No es de recibo, no creo que encuentres un solo profesional que lo defienda y lo peor es que desprestigia la instituci¨®n", acusa Narcis Michavila, de la empresa GAD3. "El problema es que los cambios que est¨¢s haciendo son solo para premiar al partido del gobierno".
Las dudas surgen porque el CIS mejora la estimaci¨®n de voto del PSOE de julio a septiembre, algo chocante porque los datos crudos eran negativos: pierde fieles y cae en voto y simpat¨ªa. Jos¨¦ Fern¨¢ndez-Albertos, del CSIC, tambi¨¦n es cr¨ªtico: "La f¨®rmula debe ser lo m¨¢s transparente y lo m¨¢s estable posible".
Si el CIS hubiera usado en su bar¨®metro previo a las elecciones de 2016 la cocina utilizada ahora (una proyecci¨®n de los datos en bruto sin ning¨²n ajuste), los resultados habr¨ªan sido sorprendentes, y muy poco acertados. Habr¨ªa pronosticado que Unidos Podemos ganaba con un 28% (cuando obtuvo un 21% y fue tercero) y el PP se quedaba en 26% (gan¨® y sac¨® un 33%). La suma de PSOE y Podemos habr¨ªa alcanzado un 52%, aunque fue del 44%. En aquel caso, el CIS ponder¨® los datos brutos con el recuerdo de voto y aplic¨® otras variables. Su previsi¨®n result¨® m¨¢s pr¨®xima a la realidad.
Renunciar a la cocina expone a errores de apreciaci¨®n. Por ejemplo, en la encuesta Bildu obten¨ªa m¨¢s votos que el PNV. "Eso no te dice que la realidad es as¨ª, te dice que probablemente has entrevistado a m¨¢s votantes de Bildu y tienes que aplicar correcciones de recuerdo de voto", se?ala Michavila. Orriols admite que el CIS ahora es m¨¢s transparente: "Es verdad que antes aplicaba ponderaciones y nunca dec¨ªan cu¨¢les eran, pero ahora la calidad de la estimaci¨®n es muy precaria y genera una desinformaci¨®n tremenda. Es una dejaci¨®n de funciones. Si quieres estimar bien tienes que cocinar, ponderar, aproximarte a un valor real. Para eso es mejor que d¨¦ el dato en bruto y que los soci¨®logos estimen".
La cadencia mensual de encuestas multiplicar¨¢ la visibilidad de los sondeos del CIS, en detrimento del resto. Una empresa de sondeos, que no desea ser citada, ve "un intento de cargarse la competencia, con un ritmo que no podemos seguir, para crear un clima de opini¨®n dominante".
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