Polic¨ªa y CNI vinculan con la CIA a dos asaltantes a la Embajada norcoreana en Madrid
El comando buscaba informaci¨®n sobre el exembajador y jefe de la delegaci¨®n norcoreana en la negociaci¨®n con EE UU
Los responsables policiales y del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) que investigan el asalto a la Embajada de Corea del Norte en Madrid el pasado 22 de febrero implican a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en ese oscuro episodio. Al menos dos de los 10 asaltantes, que golpearon e interrogaron a las ocho personas que estaban en la legaci¨®n, han sido identificados y tienen v¨ªnculos con los servicios secretos estadounidenses. Interlocutores espa?oles han preguntado a la CIA por su implicaci¨®n en el caso. La respuesta ha sido negativa, pero ¡°poco convincente¡±.
El asalto a la Embajada norcoreana puede acabar provocando roces diplom¨¢ticos entre Madrid y Washington. Fuentes gubernamentales admiten que, si la autor¨ªa de la CIA se confirma, se tratar¨ªa de una actuaci¨®n ¡°inadmisible¡± por parte de un pa¨ªs aliado. No solo los servicios de inteligencia estadounidenses habr¨ªan operado en suelo espa?ol sin pedir autorizaci¨®n ni informar a sus anfitriones, sino que habr¨ªan violado las convenciones internacionales que protegen las legaciones diplom¨¢ticas.
Adem¨¢s, a diferencia de otras acciones de los servicios de espionaje, como los ciberataques ¡ªque se caracterizan por su discreci¨®n y cuya autor¨ªa raramente puede acreditarse¡ª, el asalto a la Embajada norcoreana fue especialmente violento. Diez hombres, con armas supuestamente simuladas, irrumpieron hacia las 15.00 horas del 22 de febrero en la Embajada de Corea del Norte en Espa?a, en el barrio madrile?o de Aravaca.
A las ocho personas que hab¨ªa en la legaci¨®n les pusieron bolsas en la cabeza. Fueron maniatadas, golpeadas e interrogadas. Los gritos de una mujer, que logr¨® escapar por una ventana del segundo piso, alertaron a un vecino, que avis¨® a la polic¨ªa.
Un coche patrulla se acerc¨® a la sede diplom¨¢tica. Un hombre de aspecto oriental abri¨® la puerta a los agentes y les dijo que dentro todo estaba en orden. Cuando la polic¨ªa a¨²n estaba en las inmediaciones, dos veh¨ªculos de alta gama salieron a toda velocidad de la sede diplom¨¢tica. Eran los coches de la Embajada, que los asaltantes emplearon para huir y abandonaron en una calle pr¨®xima.
En el interior de la Embajada los agentes encontraron, magullados y asustados, a los norcoreanos, a quienes los asaltantes retuvieron durante dos horas. Dos de ellos tuvieron que ser atendidos de sus lesiones.
La investigaci¨®n, a cargo de la Comisar¨ªa General de Informaci¨®n y del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), descart¨® que el asalto fuera obra de una banda de delincuentes comunes. La operaci¨®n estuvo perfectamente planificada, como si de un comandando militar se tratase, y los asaltantes sab¨ªan lo que buscaban; nada de dinero o joyas, solo archivos inform¨¢ticos y tel¨¦fonos m¨®viles, que se llevaron.
Tras analizar las grabaciones de las c¨¢maras de seguridad de la zona, interrogar a los rehenes y analizar los veh¨ªculos diplom¨¢ticos empleados en la huida, se ha conseguido identificar a algunos de los asaltantes. Aunque la mayor¨ªa eran coreanos, al menos dos de ellos han sido reconocidos por los servicios de informaci¨®n espa?oles por sus v¨ªnculos con la CIA estadounidense.
El Empresario, a solas con el encargado de negocios
Uno de los aspectos m¨¢s oscuros del asalto a la Embajada norcoreana en Madrid es el interrogatorio al que el jefe del comando, que se hac¨ªa llamar El Empresario, someti¨® al encargado de negocios, al frente de la delegaci¨®n diplom¨¢tica desde que fue expulsado el embajador. El jefe del comando separ¨® al diplom¨¢tico del resto de los rehenes y se encerr¨® a solas con ¨¦l. No se sabe lo que pretend¨ªa, pero el actual responsable de la delegaci¨®n de Pyongyang en Madrid conoce probablemente muchas cosas de Kim Hyok Chol, jefe de la delegaci¨®n norcoreana en las negociaciones nucleares ante EE UU, con quien coincidi¨® cuando este ¨²ltimo era embajador en Madrid, entre 2014 y 2017.
Los indicios que apuntan al servicio de espionaje estadounidense, en probable cooperaci¨®n con el de Corea del Sur, son tan s¨®lidos que interlocutores espa?oles se han puesto en contacto con la CIA para pedirle explicaciones, La respuesta fue negativa, pero ¡°poco convincente¡±, seg¨²n fuentes gubernamentales.
La investigaci¨®n, rodeada del m¨¢ximo secreto, depende del Juzgado 5 de la Audiencia Nacional, que podr¨ªa ordenar la detenci¨®n de los asaltantes identificados. Es poco probable, sin embargo, que pueda probarse judicialmente la implicaci¨®n de la CIA, admiten las mismas fuentes.
El asalto a la sede diplom¨¢tica se produjo cinco d¨ªas antes de la segunda cumbre entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y su hom¨®logo Kim Jong-un, el 27 y 28 de febrero en Han¨®i (Vietnam). La cita, destinada a rubricar el desarme nuclear norcoreano y a convertirse as¨ª en el mayor ¨¦xito internacional de Trump, acab¨® en un fiasco. Las dos partes se levantaron de la mesa sin alcanzar ning¨²n acuerdo ni tampoco fijar un calendario para proseguir la negociaci¨®n.
Corea del Norte carece de embajador en Espa?a desde que, en septiembre de 2017, el entonces ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, declar¨® persona non grata a su representante en Madrid, Kim Hyok Chol.
Tras su expulsi¨®n, este diplom¨¢tico se convirti¨® en una de las personas de m¨¢xima confianza del l¨ªder Kim Jong-un y tuvo un papel clave en los preparativos de la cumbre de Vietnam.
Considerado un duro defensor del programa nuclear, Kim Hyok Chol encabez¨® la delegaci¨®n norcoreana que, a principios de febrero, negoci¨® en Pyongyang con el enviado especial del presidente Trump, Stephen Biegun, el plan de desnuclearizaci¨®n de la pen¨ªnsula coreana a cambio del levantamiento de las sanciones. Las fuentes consultadas dan por hecho que el objetivo de los asaltantes era obtener informaci¨®n sobre Kim Hyok Chol, a pesar de que hace ya a?o y medio que dej¨® Madrid.
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