Ciudadanos y PP cambian de estrategia y pasan al ataque contra Vox
Las cr¨ªticas de Casado al partido de Abascal empezaron cuando los sondeos empezaron a torcerse para ellos
Hay teor¨ªas de todo tipo sobre c¨®mo enfrentarse al auge de la extrema derecha en Europa: el dilema acerca del llamado cord¨®n sanitario tampoco est¨¢ resuelto. Tras la irrupci¨®n de Vox, PP y Ciudadanos optaron por una estrategia de no confrontaci¨®n. Pablo Casado vio en la alianza con Vox la oportunidad de recuperar el poder nacional y auton¨®mico perdido: ha coqueteado con la posibilidad de exportar el pacto andaluz al resto de Espa?a y durante semanas opt¨® por el perfil bajo. Pero los sondeos muestran que el bloque PP-Cs-Vox no suma, y el PP ha endurecido sus cr¨ªticas a Santiago Abascal. Ciudadanos se suma a ese viraje y pasa tambi¨¦n al ataque.
Cuando Ciudadanos se cuidaba mucho de no sentarse con Vox, Pablo Casado defend¨ªa al partido de Santiago Abascal y se?alaba que ¡°los radicales¡± no eran ellos, sino los aliados de Pedro S¨¢nchez, los ¡°comunistas, batasunos e independentistas¡±. La disparatada primera lista de peticiones de Vox para ceder los votos de sus 12 diputados a la investidura del popular Juan Manuel Moreno en Andaluc¨ªa ¡ªderogar la ley de violencia de g¨¦nero, entre otras¡ª desat¨® las cr¨ªticas de los barones del PP. Finalmente, Vox cedi¨®, los populares arrancaron al PSOE el basti¨®n andaluz y Casado transmiti¨® a los suyos su plan de exportar ese pacto al resto de Espa?a. Pero las encuestas muestran ahora que la suma de ese bloque es complicada, Vox hace propuestas inasumibles para el PP y Ciudadanos y ambos partidos han decidido cambiar de estrategia para marcar distancias con la extrema derecha.
Las cr¨ªticas de Casado al partido de Abascal empezaron hace unas semanas, cuando los sondeos, especialmente la encuesta de su asesor, Narciso Michavila, empezaron a torcerse para ellos. El presidente del PP empez¨® a criticar entonces al l¨ªder ¡°ausente¡±, en alusi¨®n a Abascal y ¡°la moda del multipartidismo¡±. Equipar¨® votar a Vox con jug¨¢rsela ¡°a la ruleta rusa¡±, pidi¨® a los ciudadanos que no hicieran ¡°experimentos¡± y que votaran ¡°con la cabeza, no con el est¨®mago¡±. Despu¨¦s solicit¨® directamente a Vox que no se presentara en las circunscripciones con pocos esca?os.Este jueves calific¨® de ¡°disparate¡± la iniciativa de Abascal para facilitar al ciudadano el acceso a armas y calific¨® de ¡°demag¨®gicas¡± sus propuestas.
Albert Rivera entr¨® esta semana por propia iniciativa en la confrontaci¨®n directa con Vox, algo que solo hab¨ªa hecho en otra ocasi¨®n: cuando se puso enfrente de la derogaci¨®n de la Ley de violencia de g¨¦nero andaluza. El l¨ªder de Cs ha cambiado su t¨¢ctica de evitar referirse a la extrema derecha y fue duro contra la ¡°ocurrencia¡± sobre las armas. ¡°Yo no quiero un pa¨ªs con tiroteos en los colegios ni locos con pistola. Yo s¨ª apoyo y conf¨ªo en nuestra Guardia Civil y Polic¨ªa¡±, expres¨® el mi¨¦rcoles en Twitter, mientras toda su ejecutiva se manifestaba en t¨¦rminos similares en redes sociales. El partido convoc¨® a los medios en su sede para que el responsable de programas, Toni Rold¨¢n, cargara contra la propuesta.
Los estrategas de Ciudadanos vieron claro que la batalla era ganadora para ellos porque el apoyo a la propuesta de Vox en la sociedad espa?ola es residual y se lanzaron al ataque. Los asesores de Rivera creen que Vox patin¨® con la idea y que no siempre quien marca el debate avanza, porque tambi¨¦n puede sufrir desgaste. Sus ¨²ltimas ideas sobre las armas o los candidatos hom¨®fobos o negacionistas son un ejemplo de los errores que en Cs creen que no benefician a Vox.
Rivera va a aprovechar todas las oportunidades para disparar a un partido con el que tiene una fuga de votantes, pero que ahora parece estabilizado en las encuestas (en una media del 12% de intenci¨®n de voto, seg¨²n el promedio de sondeos que realiza EL PA?S). Los estrategas de Ciudadanos analizan que temas como el de las armas, as¨ª como el euroescepticismo son puntos d¨¦biles de Vox y asuntos en los que ellos ganan al diferenciarse. Adem¨¢s, son materias en las que el electorado de Ciudadanos lo tiene muy claro.
El feminismo es m¨¢s complejo, porque divide m¨¢s en su electorado, aunque Rivera hizo tambi¨¦n su apuesta por abanderar la causa feminista. La estrategia de Cs pasa, en todo caso, por procurar que Vox no marque el debate (y eso implica tratar de ignorarles) pero cuando patinen entrar en la confrontaci¨®n.
Casado sabe que una parte del partido y de sus barones cree que se ha equivocado al no marcar distancias con Vox y endurecer su discurso, convencido de que fue la tibieza ideol¨®gica del PP la que empuj¨® a sus votantes a los brazos de Abascal. Las declaraciones hom¨®fobas y negacionistas reivindican a ese sector cr¨ªtico del PP que advirti¨® de los riesgos del nuevo aliado. Casado trata de moderar ahora su discurso, pero a poco m¨¢s de un mes para las elecciones, en sus filas no todos creen que le vaya a dar tiempo a regresar al centro.
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