El Supremo ¡®salva¡¯ al soldado Vequia
El alto tribunal anula el archivo acordado por un tribunal militar y ordena reabrir la causa contra un sargento que humill¨® y vej¨® a un subordinado
¡°El sargento llev¨® a cabo comportamientos consistentes en faltas de respeto, vejaciones y humillaciones hacia el soldado, basadas en su f¨ªsico, ridiculiz¨¢ndolo por su forma de andar y adjudic¨¢ndole el apelativo Vequia, dici¨¦ndole que ten¨ªa un cuerpo raro, que estaba mal hecho. [...] Durante la formaci¨®n, cuando llamaba a su lado al soldado para darle alguna indicaci¨®n, lo hac¨ªa diciendo: ¡®Vequia, ven aqu¨ª a la derecha de tu amo¡¯, ¡®Vequia ponte a la derecha de pap¨¢¡¯. [...] Le preguntaba si con ese cuerpo era capaz de follarse a su novia y, en una ocasi¨®n en que el soldado, siguiendo sus instrucciones, le mostr¨® una foto de ella en su m¨®vil, le indic¨® que las que se sacan fotos tirando besos, parecen putillas¡±.
El relato pormenorizado de las humillaciones que sufri¨® el soldado al que llamaban Vequia desde su incorporaci¨®n a la compa?¨ªa de transmisiones de la Brigada Canarias del Ej¨¦rcito de Tierra en 2010 no impidi¨® al Tribunal Militar Territorial Quinto dictar en agosto pasado el sobreseimiento definitivo del sumario contra el sargento y otros dos soldados que colaboraron en las vejaciones, con el argumento de que sus conductas ¡°no son susceptibles de integrar los il¨ªcitos penales que se les vienen imputando [un delito de abuso de autoridad] ni tampoco podr¨ªan constituir otra infracci¨®n de cualquier naturaleza¡±.
Y ello a pesar de que, seg¨²n el auto de procesamiento que inicialmente se dict¨®, ¡°en m¨¢s de una ocasi¨®n [el sargento] propin¨® al soldado golpes en el pecho cuando le ordenaba posici¨®n de firmes delante de sus compa?eros¡±. Y de que el comportamiento del suboficial ¡°era seguido por el personal de tropa, que continuaba las risas y bromas iniciadas por su jefe¡±.
Hasta tal punto era el soldado objeto de mofa, ¡°que era habitual que, ante un fallo grave cometido por cualquiera de los miembros de la secci¨®n, se le dijera que ¡®no fuera Vequia¡¯.
Los soldados acusados de complicidad con los abusos llegaron a grabar un rap en el que uno de ellos, imitando la voz del sargento, gritaban: ¡°Vequia, ven aqu¨ª a la derecha de tu amo¡±. La letra era una retah¨ªla de burlas sobre su compa?ero, al que grabaron sin su consentimiento para incluir su voz en el rap que el sargento les anim¨® a componer.
El caso hubiera sido definitivamente archivado si el fiscal y el abogado de Vequia, Antonio Su¨¢rez Vald¨¦s, no hubieran presentado recurso ante la Sala de lo Militar del Supremo.
En una sentencia dictada el pasado 10 de abril, el alto tribunal alega que no puede compartir, ni siquiera indiciariamente, la afirmaci¨®n de que el comportamiento del suboficial no constituy¨® delito porque no est¨¢ probado que causara lesiones al soldado, ya que lo importante no es el resultado del maltrato, sino la vulneraci¨®n de derechos fundamentales como la dignidad e integridad f¨ªsica del militar.
Dignidad e integridad
¡°No existe maltrato de obra en el ¨¢mbito militar que, ejercido por un superior sobre un inferior, pueda ser calificado como simple infracci¨®n disciplinaria¡±, recuerda la sentencia. ¡°La dignidad e integridad f¨ªsica del ciudadano que viste el uniforme militar se encuentran tanto m¨¢s necesitadas de protecci¨®n en cuanto la jerarqu¨ªa de los ej¨¦rcitos [...] puede generar situaciones en las que esos dos valores de rango constitucional sean m¨¢s vulnerables de lo que pueden serlo en la vida civil¡±, agrega.
Por ello, el Supremo ordena que contin¨²e la causa contra el sargento, por un presunto delito de maltrato, y confirma la exoneraci¨®n de los autores del rap, aunque advierte que pudieron cometer una falta disciplinaria.
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