El diputado socialista que se incrust¨® durante siete horas entre la extrema derecha

Jos¨¦ Zaragoza?consigui¨® este martes darle la vuelta a una situaci¨®n con la que los diputados de Vox pretend¨ªan acaparar los flashes. El diputado del PSC permaneci¨® siete horas, desde las ocho de la ma?ana hasta la constituci¨®n de las Cortes, rozando las tres de la tarde, sentado entre los principales dirigentes de Vox. A su derecha, Santiago Abascal. A la izquierda, Iv¨¢n Espinosa de los Monteros. Y lo hizo, seg¨²n ¨¦l mismo explica, para "contrarrestar el troleo" con el que los representantes del partido de la extrema derecha pretend¨ªan situarse justo detr¨¢s del Gobierno y convertirse en el centro de atenci¨®n el d¨ªa de su deb¨² en el Congreso.

El veterano socialista catal¨¢n fue la excepci¨®n en las dos filas que, con el alba, los 24 parlamentarios de extrema derecha eligieron en su estreno en la C¨¢mara baja. Justo en el lado donde acostumbra a ponerse el PSOE. A la izquierda de la presidencia, que desde ayer martes desempe?a Meritxell Batet. Hasta alg¨²n despistado acudi¨® a felicitar a Zaragoza por la entrada de la ultraderecha en el Congreso. "Soy del PSC y del Baix Llobregat. No soy de los que se echan para atr¨¢s", resum¨ªa con humor a la salida del Congreso entre la admiraci¨®n de compa?eros de partido y de otras formaciones.

Alrededor de las ocho de la ma?ana Zaragoza recibi¨® una llamada del secretario general del grupo socialista en el Congreso, Rafael Simancas, en la que le advert¨ªa de lo que estaba sucediendo en el hemiciclo. Vox ocupaba desde las siete y media las dos primeras filas inmediatamente posteriores a la reservada para el Gobierno. Un grupo de diputados socialistas asist¨ªa a la escena at¨®nito, sin saber bien qu¨¦ hacer. Tras recibir la llamada, Zaragoza, en su condici¨®n de miembro de la direcci¨®n socialista en el Parlamento, se fue de inmediato al palacio del Congreso. "Vi un hueco y me lanc¨¦, lo hice sin ostentaci¨®n. Cuando se quisieron dar cuenta ya me hab¨ªa sentado", resume. Aprovech¨® un despiste de Javier Ortega Smith, que estaba de pie, para sentarse en el esca?o que el secretario general de Vox hab¨ªa dejado libre en esos momentos. Ah¨ª permaneci¨®, al pie del ca?¨®n, tras sorprender a la formaci¨®n de Abascal de la misma manera que esta hab¨ªa sorprendido a los socialistas.

Vox se aprovech¨® de que los diputados y senadores del PSOE estaban citados a las 8.45 en una reuni¨®n presidida por Pedro S¨¢nchez para ocupar parte de su bancada (en la sesi¨®n constitutiva no hay esca?os preasignados a los grupos).

Zaragoza aguant¨® el tipo de principio a fin de la sesi¨®n e incluso termin¨® comentando con los diputados de Vox las costumbres y rutinas del Congreso. Las prisas del momento le animaron a reivindicar la zona en la que tradicionalmente se sientan los diputados socialistas sin haber desayunado. En las siete horas que estuvo entre la extrema derecha recibi¨® numerosos mensajes de ¨¢nimo y reconocimiento de sus colegas de partido.

Los dos momentos de mayor tensi¨®n se produjeron cuando empezaron las votaciones y los representantes de Vox comprobaron enseguida que no podr¨ªan arrebatarle el sitio ya que Zaragoza podr¨ªa hacer lo mismo despu¨¦s de pasar por la urna. "Haced lo que quer¨¢is, si me quit¨¢is el sitio luego os lo quitar¨¦ a uno de vosotros y as¨ª estaremos toda la ma?ana", asegura que les dijo.

Pero fue sobre todo al final de la sesi¨®n, cuando los 350 diputados juraron o prometieron el cargo, cuando llegaron los instantes m¨¢s tensos. Los diputados de Vox, acompa?ados en muchas ocasiones desde las bancadas del PP y Ciudadanos, protestaron golpeando sus esca?os cada vez que alg¨²n parlamentario de ERC y Junts per Catalunya reivindicaba a los pol¨ªticos del proc¨¨s en prisi¨®n y ped¨ªa la independencia de Catalu?a. Abascal fue m¨¢s discreto, mientras Espinosa de los Monteros era de los m¨¢s expresivos en su rechazo a las declaraciones de Oriol Junqueras y compa?¨ªa. El ruido hac¨ªa imposible muchas veces entender lo que dec¨ªan los partidarios de la secesi¨®n. Y as¨ª lleg¨® la constituci¨®n de las Cortes, con 350 diputados de pleno derecho a los que Zaragoza dio un curso de resistencia de siete horas. "Ha sido un ejemplo de dignidad y fortaleza, firme en sus convicciones, para todos", resum¨ªa un diputado del PSOE mientras otros compa?eros asent¨ªan.