?Qui¨¦n est¨¢ detr¨¢s de la banda que maravilla a todo aquel que la escucha? Est¨¢ Yanira, que toca con soltura su resplandeciente xil¨®fono. Jes¨²s, un percusionista precoz que se arranca con cualquier palo. Tambi¨¦n Juan y Beatriz, que se declaran fans de Billy Jean y La Tarara. Ellos forman parte de La M¨²sica del Reciclaje, un proyecto musical y social impulsado por Ecoembes, la organizaci¨®n que coordina el reciclaje de envases, en el que participan m¨¢s de 100 ni?os y ni?as de Madrid de entre siete y 15 a?os en riesgo de exclusi¨®n social del colegio p¨²blico N¨²?ez de Arenas, la residencia materno-infantil Villapaz y la residencia infantil Vallehermoso. ?Su peculiaridad? Tocar con unos fant¨¢sticos instrumentos hechos con basura. ?Su m¨¦rito? Haber encontrado en la m¨²sica un lugar de amistad, aprendizaje y compa?erismo partiendo de situaciones complicadas. Quien quiera disfrutar del espect¨¢culo puede hacerlo en los dos conciertos que la orquesta ofrece estas navidades: el 28 de diciembre en Vigo, con la presencia de Iv¨¢n Ferreiro; y el 2 de enero en Madrid, con la colaboraci¨®n de Melendi.
28 de Diciembre - Vigo
Auditorio Mar de Vigo
2 de Enero - Madrid
Teatro Real
La M¨²sica del Reciclaje bebe de la hoy famosa orquesta de instrumentos reciclados de Cateura (Paraguay), una agrupaci¨®n pionera de chicos que convirtieron el vertedero donde se asentaban sus hogares en una motivaci¨®n para aprender m¨²sica y ofrec¨¦rsela al mundo. ¡°Quisimos traer esa experiencia a Madrid. Aqu¨ª no tenemos el mismo contacto con la basura, con lo cual el traslado de una manera mim¨¦tica era imposible¡±, explica V¨ªctor Gil, director del conjunto espa?ol. ¡°Pero la idea fundamental es la misma: el reciclaje. De la misma forma que nuestro luthier, Fernando, transforma un monopat¨ªn en un bajo, nosotros queremos darle una segunda oportunidad a personas que muchas veces quedan al margen¡±.
En su quinto a?o de historia, el reto del proyecto, en el que participan 115 ni?os por medio de clases de m¨²sica integradas en el horario escolar, es que la orquesta, el conjunto titular que forman unos 25 int¨¦rpretes, sirva de referencia para los dem¨¢s. ¡°El objetivo es formar una estructura piramidal en la que los profesores sigamos ah¨ª, pero contar a la vez con un grupo de chicos que ayuden y respalden a los m¨¢s peque?os¡±, se?ala Gil. ¡°Que les sirvan de espejo y faro¡±.
Algunos de los miembros de la banda llevan casi cuatro a?os en ella. En ese tiempo han tocado en varias ciudades espa?olas, han hecho amigos que no hubieran pensado y han mostrado su arte al mundo, colaborando incluso con la orquesta de Cateura, aquella que inspir¨® su nacimiento. ¡°Muchos chicos no hab¨ªan salido de Vallecas. Y nos dicen que para ellos la barrera estaba, o est¨¢, en el metro¡±, afirma Gil. ¡°Otros vienen de centros de acogida y tienen un mont¨®n de problemas de relaciones de familia. Y aqu¨ª han encontrado un sitio¡±.
A la pregunta de por qu¨¦ la orquesta es algo ¨²nico, V¨ªctor contesta: ¡°Porque es un sitio de solidaridad. Un sitio donde cada uno tiene que hacer una cosa y, si no existe ese trabajo conjunto, ser¨ªa imposible¡±.
C¨®mo convertir una lata en un viol¨ªn en cuatro pasos
Ver fotorrelatoBeatriz Pedrosa, de 14 a?os, toca la flauta. Reciclada, en este caso: su instrumento es plateado, elegante y de ¨¦l brota la melod¨ªa de La Tarara, su canci¨®n favorita: ¡°Ya estoy acostumbrada a esta flauta y me gusta m¨¢s que la normal¡±, asegura. Beatriz explica que gracias a la orquesta ha viajado a muchos sitios para dar conciertos junto a sus compa?eros, con los que siempre disfruta pasando tiempo. ¡°Me relaja tocar¡±, dice sonriente. ¡°Y de mayor me gustar¨ªa seguir con la m¨²sica¡±.
¡°?Toco de todo! Toco el caj¨®n, el xil¨®fono, el tri¨¢ngulo. ?Muchas cosas!¡±, exclama Jes¨²s V¨¢zquez, un percusionista de ¡°12 a?os para 13, eh¡±. Para Jes¨²s, la orquesta es todo disfrute: ¡°Me gusta porque hago m¨²sica, veo a mis amigos, juego. Me divierto¡±. Si tiene que elegir, ¨¦l tambi¨¦n se queda con La Tarara. Y, con una mirada p¨ªcara y sentado en su caj¨®n, se marca un ritmo de reggaet¨®n que a los tres segundos enlaza h¨¢bilmente con un comp¨¢s flamenco.
Juan David Gonz¨¢lez, de 12 a?os, es violinista y lleva casi cuatro a?os en la orquesta. ¡°Lo que m¨¢s mola son las canciones que hacemos. A m¨ª me gusta el Billy Jean de Michael Jackson. Tambi¨¦n el Everybody needs somebody, de los Blues Brothers¡±, enumera. Su colorido viol¨ªn est¨¢ hecho con una caja de galletas de lat¨®n, madera y un tenedor. ?l sabe que con la basura se pueden hacer muchas cosas. ¡°A lo mejor, de un yogur, construyes un instrumento. As¨ª lo que vayas a tirar te sirve para otra cosa¡±, afirma.
En San Sebasti¨¢n, recuerda Yanira V¨¢zquez, de 12 a?os, conocieron la playa y recorrieron las calles, ¡°muy bonitas¡±. La orquesta visit¨® hace poco la ciudad vasca, entre otras de la geograf¨ªa espa?ola, para dar un concierto. ¡°Lo mejor son los amigos, los profesores y c¨®mo tocamos juntos¡±, dice Yanira, que tambi¨¦n se declara fan de La Tarara. Con su macillo, hace sonar varias notas del xil¨®fono y afirma que lo prefiere porque ¡°nosotros hemos ayudado a hacerlo¡±.
V¨ªctor Gil, argentino de 61 a?os y director de la orquesta, cree que este a?o ¡°han dado un paso¡± como conjunto: ¡°Ahora hacemos conciertos completos, de una hora, con unos arreglos muy variados¡±, explica. Y adelanta parte de un repertorio ¡°ecl¨¦ctico y sin fronteras, como nosotros mismos¡±: ¡°Tocamos desde Michael Jackson al Can Can de Offenbach y el largo de la sinfon¨ªa de Dvo?¨¢k. La m¨²sica al final es una sola¡±.