La mano que mece las renovables
El centro de control de energ¨ªas renovables trabaja con un ojo puesto en el viento y otro en el sol para prever y controlar la generaci¨®n e integraci¨®n de energ¨ªas limpias en tiempo real
En el Centro de Control de Energ¨ªas Renovables (Cecre), hablar del tiempo es algo m¨¢s que un pretexto para llenar silencios inc¨®modos. "Est¨¢ entrando un frente de viento por la parte norte de la pen¨ªnsula", comenta Juan Bola Merino, jefe del departamento de operaciones de Red El¨¦ctrica de Espa?a. Esa brisa que recorre Galicia est¨¢ claramente representada en el mapa de generaci¨®n de los parques e¨®licos. "Hoy es un d¨ªa con baja penetraci¨®n. Estamos aproximadamente en 5.000 megavatios sobre una potencia instalada de 23.000".
Detr¨¢s de Bola y sobre toda la pared frontal de la sala de control, ante los ordenadores de los operarios, se despliega una familia de pantallas gigantes llena de gr¨¢ficos, diagramas y mapas. A la derecha, est¨¢ representada la red de transporte de energ¨ªa que da vida el¨¦ctrica a todo lo que te rodea. "La funci¨®n primordial de esa red es llevar la energ¨ªa desde los puntos de generaci¨®n, est¨¦n donde est¨¦n, hasta los puntos de distribuci¨®n", contin¨²a Bola. Esta tarea de supervisi¨®n y gesti¨®n es la raz¨®n de ser del Centro de Control El¨¦ctrico (Cecoel).
A la izquierda est¨¢ el lado m¨¢s limpio de toda esa energ¨ªa y el coraz¨®n del Cecre. Las pantallas que hacen posible determinar que en este instante sopla el viento en Galicia son las mismas que permiten que el sistema el¨¦ctrico aproveche hasta los andares de las energ¨ªas renovables. "De la energ¨ªa renovable pr¨¢cticamente ya no se corta. En el a?o 2013, por ejemplo, llegamos a cortar un 1% de la generaci¨®n de este tipo. Actualmente pr¨¢cticamente no se mandan ¨®rdenes de reducci¨®n a la generaci¨®n renovable. Y si existe alguna reducci¨®n, es por muy alta concentraci¨®n en alg¨²n punto de la red en alg¨²n momento muy especial, que hace necesario reducir para evitar una sobrecarga en alguna instalaci¨®n", precisa el jefe de operaciones. Y a¨²n as¨ª, la probabilidad de que esto ocurra es muy baja.
?C¨®mo hemos llegado hasta aqu¨ª? El camino empez¨® en 2006. El Cecre naci¨® como un proyecto pionero en el mundo y necesario en Espa?a por las particularidades de nuestro sistema el¨¦ctrico. "Somos m¨¢s o menos el 10% del gran sistema continental europeo, pero estamos muy poco interconectados en comparaci¨®n con nuestro tama?o". Este detalle nos obliga a operar nuestro sistema casi como si estuviera aislado, con una dependencia limitada del apoyo de los subsistemas vecinos y con el reto adicional de gestionar la variabilidad de la generaci¨®n renovable sin perder un kilovatio.
Cobertura de la demanda
- El or¨¢culo de la Moraleja
El Cecoel nunca cierra. Las tareas asociadas al transporte de energ¨ªa no perdonan ni en la m¨¢s sagrada de las fiestas navide?as. "Tenemos asegurar que la generaci¨®n iguala al consumo en cada instante. Estamos haciendo eso las 24 horas del d¨ªa, los 365 d¨ªas del a?o. Nosotros no podemos cerrar el chiringuito", confirma Bola.
Las conversaciones sobre el tiempo se han vuelto cada vez m¨¢s precisas en este edificio clavado en los m¨¢rgenes de La Moraleja (Madrid). "Nuestra previsi¨®n actual es muy fiable en cuanto al viento que va a haber o la producci¨®n total que vamos a tener. Eso nos facilita operar el sistema con mayor seguridad".
Estas mejoras beben de la integraci¨®n de algoritmos de optimizaci¨®n que cada vez tienen m¨¢s datos de los que aprender. "Gracias a que tenemos la telemedida de las instalaciones, mejoramos las previsiones para el futuro con el valor real que tenemos de viento en cada momento. As¨ª nos vamos acercando al tiempo real con mayor previsi¨®n", agrega Bola. Aunque el Cecre comenz¨® su andadura registrando los par¨¢metros de una fracci¨®n de las estaciones, el aumento de la potencia instalada y la consecuente generaci¨®n ha hecho necesario integrar cada vez m¨¢s centros. Cada vez se reciben m¨¢s medidas y cada vez m¨¢s instalaciones son controlables, en una tendencia que no har¨¢ sino consolidarse, seg¨²n se avance en la descarbonizaci¨®n de la econom¨ªa. En este c¨ªrculo vicioso aumentar¨¢ tambi¨¦n la importancia de las predicciones meteorol¨®gicas.
"Las previsiones e¨®licas que tenemos est¨¢n basadas en redes neuronales. Al principio, las bas¨¢bamos en medidas hist¨®ricas. Hemos ido mejorando metiendo nuevos algoritmos, nuevas medidas y nuevas actualizaciones", precisa el jefe de operaciones. El resultado de todo esto es un menguante margen de error en el que los vaivenes del cambio clim¨¢tico no parecen causar grandes imprevistos.
Sin embargo, las tareas del Cecre se ponen interesantes cuando la meteorolog¨ªa sorprende. "Una situaci¨®n un poco m¨¢s especial fue el cicl¨®n Klaus", recuerda Bola. Este fen¨®meno, que azot¨® el norte de la pen¨ªnsula en enero de 2009, oblig¨® a parar la generaci¨®n de los aerogeneradores de la zona, no por falta de viento, sino por exceso. "Esta situaci¨®n puede volverse m¨¢s habitual si la meteorolog¨ªa sigue cambiando. Lo que nosotros intentamos es tener en cuenta que pueden pasar".
A lo imprevisible de la generaci¨®n renovable se suman los antojos de los consumidores. "Nosotros no elegimos cu¨¢ndo la gente puede encender la luz o la lavadora". El equilibrio se alcanza manteniendo estable la frecuencia. Si este par¨¢metro aumenta, la generaci¨®n est¨¢ por encima del consumo. Si disminuye, el consumo es superior. "Si apareciera un desequilibrio y no se hiciera nada, los generadores estar¨ªan produciendo para una demanda mayor en las siguientes horas del d¨ªa. Tendr¨ªamos menos generaci¨®n que consumo y eso en el sistema el¨¦ctrico podr¨ªa llevar a un incidente de gran magnitud", se?ala el jefe de operaciones.
- Los peores escenarios
La imperiosa necesidad de evitar sorpresas en cualquier punto a la red lleva a los operarios del Cecre a trabajar con la informaci¨®n sobre el peor fallo posible en cada momento. "Ahora mismo estamos viendo que esa perturbaci¨®n est¨¢ en Almaraz. Es un cortocircuito en esa subestaci¨®n con desconexi¨®n de una de las centrales nucleares", precisa Bola. El sistema funciona perfectamente, pero est¨¢ alerta.
Si se cumple la ley de Murphy y ocurre algo en Almaraz, el sistema el¨¦ctrico espa?ol no se quedar¨¢ solo en la oscuridad. Esta es una de las ventajas de estar en una red que, en l¨ªneas generales, es la misma desde el norte de ?frica hasta Polonia. Cuando un pa¨ªs da un traspi¨¦ del que no puede recuperarse solo, los dem¨¢s colaboran para devolverle el equilibrio. As¨ª, la hipot¨¦tica cat¨¢strofe en Almaraz, que generar¨ªa un notable desequilibrio en la frecuencia, se resolver¨ªa en tres fases.
"Por un lado, los generadores conectados al sistema espa?ol proveer¨ªan aproximadamente el 10% de esa energ¨ªa que falta. Luego, el 90% restante vendr¨ªa del sistema europeo de manera casi instant¨¢nea. Adem¨¢s, no podemos tener el volumen equivalente a la desconexi¨®n de una central nuclear transportando de manera permanente por la interconexi¨®n. Lo que tienen que hacer los operadores espa?oles es empezar a incrementar de nuevo la generaci¨®n", explica el jefe de operaciones.
Por eso, el Cecoel tiene un ojo puesto en el subsistema espa?ol y otro en el conjunto de Europa. Si todo el mapa est¨¢ verde, la situaci¨®n en estable. Si alg¨²n pa¨ªs pasa a negro, mal asunto: tendr¨ªa un apag¨®n generalizado. "En esa situaci¨®n de emergencia, intentamos ayudarnos, pero no de manera automatizada, es mucho m¨¢s manual". En cualquier supuesto, la clave es estar preparado. "Al final el efecto es que el consumidor no lo ve nunca".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.