¡®La sinfon¨ªa de los animales¡¯, un sue?o de ni?o hecho realidad
El autor de ¡¯best-sellers¡¯ Dan Brown cambia de registro y publica este lunes un libro infantil ilustrado que incluye una banda sonora compuesta por ¨¦l mismo
Yo crec¨ª con m¨²sica cl¨¢sica. Mis padres eran m¨²sicos de formaci¨®n y decidieron no tener televisi¨®n en casa, as¨ª que yo tocaba el piano, cantaba en coros e iba a un mont¨®n de conciertos. De peque?o, la m¨²sica era mi santuario secreto. Era mi b¨¢lsamo en momentos de frustraci¨®n, mi confidente cuando me sent¨ªa solo¡ me ayudaba a expresar la alegr¨ªa en los momentos de felicidad y, por supuesto, despertaba mi creatividad e imaginaci¨®n. A d¨ªa de hoy sigo tocando el piano a diario, normalmente tras un largo d¨ªa de escritura. Siempre me ha gustado tocar y componer m¨²sica. A?os atr¨¢s, paseando cerca de ...
Yo crec¨ª con m¨²sica cl¨¢sica. Mis padres eran m¨²sicos de formaci¨®n y decidieron no tener televisi¨®n en casa, as¨ª que yo tocaba el piano, cantaba en coros e iba a un mont¨®n de conciertos. De peque?o, la m¨²sica era mi santuario secreto. Era mi b¨¢lsamo en momentos de frustraci¨®n, mi confidente cuando me sent¨ªa solo¡ me ayudaba a expresar la alegr¨ªa en los momentos de felicidad y, por supuesto, despertaba mi creatividad e imaginaci¨®n. A d¨ªa de hoy sigo tocando el piano a diario, normalmente tras un largo d¨ªa de escritura. Siempre me ha gustado tocar y componer m¨²sica. A?os atr¨¢s, paseando cerca de un pantano, o¨ª varios tipos de ranas croando todas a la vez y aquello sonaba a fuga cl¨¢sica para mis o¨ªdos. Al llegar a casa, compuse una peque?a pieza que titul¨¦ Happy Frogs, y la acompa?¨¦ de un poema. Ese proceso creativo me encant¨®, as¨ª que lo fui repitiendo. Veinte criaturas despu¨¦s, nac¨ªa La sinfon¨ªa de los animales.
Cabe a?adir que mi madre tocaba el ¨®rgano en la iglesia, y los domingos por la ma?ana compart¨ªamos banco frente al instrumento y yo le pasaba las p¨¢ginas. A¨²n revivo la incre¨ªble conexi¨®n con ella a medida que iba siguiendo la partitura, esperando el momento preciso en que pasar la hoja. Mi padre era tenor en un cuarteto arm¨®nico, y yo recuerdo asistir a sus ensayos y maravillarme pensando que cuatro voces pudieran crear armon¨ªas tan bellas a la par que complejas. A lo largo de mi vida, he aprendido que la m¨²sica efectivamente es un lenguaje universal; los ritmos y las melod¨ªas nos llegan a todos y de manera bastante parecida, sin importar nacionalidades, g¨¦neros, culturas o incluso edades. ?sa fue la raz¨®n que me impuls¨® a lanzarme con este ambicioso proyecto.
De ni?o adoraba los libros ilustrados del Dr. Seuss, con sus exc¨¦ntricos personajes y su poes¨ªa extravagante. La sinfon¨ªa de los animales pretende idear algo parecido, un mundo m¨¢gico de im¨¢genes y poes¨ªa enfocado a una nueva generaci¨®n de j¨®venes, e intent¨¦ incluso darle una vuelta m¨¢s. De hecho, La sinfon¨ªa de los animales es un libro ilustrado para leer en voz alta, que contiene a su vez un giro musical sorprendente. Cada animal que protagoniza la historia cuenta con su propia pieza de m¨²sica cl¨¢sica moderna, una composici¨®n breve y entretenida que refleja la personalidad ¨²nica de cada uno de ellos; a trav¨¦s de una nueva tecnolog¨ªa fascinante, la canci¨®n de cada animal acompa?a las ilustraciones y poemas y da lugar a una experiencia narrativa plenamente inmersiva. Yo imaginaba un libro para ense?ar a los j¨®venes lo potente que es la m¨²sica cl¨¢sica, para que aprendan a divertirse escuch¨¢ndola. Mediante realidad aumentada, el libro reproduce ¡°por arte de magia¡± la pieza espec¨ªfica asociada con cada personaje: alegre y divertida en el caso de Los canguros saltones, reflexiva y calmada en La maravillosa ballena o alocada y estramb¨®tica en Los jabal¨ªes bailarines o Los escarabajos y sus trabajos.
Me encantan los relatos con varias lecturas, igual que mis novelas siempre intentan tejer m¨²ltiples tramas.
Con La sinfon¨ªa de los animales quise ahondar en esa l¨ªnea y conseguir una experiencia realmente multidimensional, usando en paralelo tres lenguajes distintos: arte, m¨²sica y poes¨ªa. Del mismo modo que una ¨®pera cautiva a su p¨²blico presentando hermosos decorados, m¨²sica dram¨¢tica y l¨ªrica en estado puro, La sinfon¨ªa de los animales pretende ser un festival de emociones simult¨¢neas que har¨¢n las delicias de nuestros sentidos ¡ªvista, o¨ªdo¡ y mente.
En La sinfon¨ªa de los animales conocer¨¦is a criaturas muy distintas. Es f¨¢cil alegrarse el d¨ªa escuchando melod¨ªas como Los canguros saltones o Los gatos patosos, sin embargo mi pieza favorita es El cisne. En tanto que escritor, paso muchas horas solo, y esa soledad logra que me sienta profundamente realizado. El mundo digital donde vivimos nos obliga a estar siempre conectados con los dem¨¢s a trav¨¦s de alg¨²n que otro dispositivo; en cambio, la tranquilidad de El cisne nos recuerda la importancia de pasar tiempo a solas. Todos los protagonistas de La sinfon¨ªa de los animales le aportan al lector un sabio consejo, una peque?a pista para desenvolverse en la vida. Estas simples pautas se han dise?ado para que los ni?os reflexionen sobre aquellos rasgos que todos admiramos en una persona: compasi¨®n, paciencia, respeto, confianza, sin olvidar los grandes temas como la vida contemplativa, el tomarse las cosas con calma, el sentido de comunidad o, por encima de todo, la lealtad para con los sentimientos propios. Mi mensaje preferido es el que nos brindan Los escarabajos y sus trabajos al reiterar que, si bien es importante esforzarse mucho, se debe sacar tiempo de d¨®nde sea para divertirse (?conste que yo todav¨ªa estoy en ello!).
Cuando era un chaval, me encantaban los acertijos, todo tipo de adivinanzas. Seguramente se debe a que mis padres, el d¨ªa de Navidad, me organizaban juegos de pistas que yo deb¨ªa superar si quer¨ªa encontrar mis regalos. Esos juegos ya desde muy peque?o, esas cazas del tesoro tan precoces inspiraron mi pasi¨®n por resolver enigmas, algo que he querido compartir tambi¨¦n en La sinfon¨ªa de los animales. En cada p¨¢gina, he ocultado unas letras aparentemente sin sentido que los lectores deber¨¢n encontrar y ordenar para descubrir el nombre de un instrumento de la orquesta. Tambi¨¦n hay que dar con el travieso del abejorro zumb¨®n, que disfruta escondi¨¦ndose en los lugares maveriguarloracia estl libro e ncima de todo, a ¨¢s insospechados (como por ejemplo, ?en el hocico de un jabal¨ª!). Finalmente, he camuflado diversos c¨®digos y secretos a lo largo de todo el libro, pero no desvelar¨¦ d¨®nde porque la gracia est¨¢ en averiguarlo.
En esta era de cascos y auriculares, a menudo la m¨²sica se disfruta en solitario. Mi gran esperanza es que La sinfon¨ªa de los animales re¨²na a toda la familia, ya sea compartiendo la lectura del libro o simplemente como m¨²sica de fondo para amenizar otras actividades.
La sinfon¨ªa de los animales (Planeta) sale este lunes a la venta.