Rosa Montero: ¡°Tengo una sopa qu¨ªmica muy potente¡±
La escritora publica ¡¯La buena suerte¡¯, una novela cuyo protagonista se encierra en un pueblo donde, sin buscarlo, encuentra respuestas a las inc¨®gnitas de su vida
Como escritora que pasa temporadas aislada del mundo, Rosa Montero est¨¢ acostumbrada a la reclusi¨®n. Pero el confinamiento fue diferente: ¡°No pod¨ªa ni leer. Es la primera vez que me ha pasado en la vida. El dolor del mundo llegaba hasta ti y no pod¨ªas dejarlo¡±. Lo que s¨ª pudo hacer fue terminar la revisi¨®n de su novela La buena suerte (Alfaguara), extra?amente prof¨¦tica, sobre la culpa y la redenci¨®n, cuyo protagonista se encierra en un pueblo donde, sin buscarlo, encuentra respuestas a las inc¨®gnitas de su vida. Nos vem...
Como escritora que pasa temporadas aislada del mundo, Rosa Montero est¨¢ acostumbrada a la reclusi¨®n. Pero el confinamiento fue diferente: ¡°No pod¨ªa ni leer. Es la primera vez que me ha pasado en la vida. El dolor del mundo llegaba hasta ti y no pod¨ªas dejarlo¡±. Lo que s¨ª pudo hacer fue terminar la revisi¨®n de su novela La buena suerte (Alfaguara), extra?amente prof¨¦tica, sobre la culpa y la redenci¨®n, cuyo protagonista se encierra en un pueblo donde, sin buscarlo, encuentra respuestas a las inc¨®gnitas de su vida. Nos vemos en su segunda casa, el parque del Retiro, en Madrid, y hablamos de c¨®mo vive tiempos tan dif¨ªciles una optimista cr¨®nica.
Pregunta. La novela incluye una cita de Leonardo de Medici: ¡°Quien quiera estar contento que lo est¨¦; del ma?ana no tenemos certezas¡±. ?C¨®mo se aplica a este momento?
Respuesta. Pues f¨ªjese, esas cosas m¨¢gicas que tiene la literatura. Esta novela la empec¨¦ en 2017 y la termin¨¦ en enero pero creo que es muy atinada. Esa frase es verdad siempre, pero ahora parece estar escrita con neones.
P. En este periodo, ?ha pensado mucho en el pasado?
R. Se muri¨® mi madre el 13 de marzo, no de covid, sino de viejecita, ten¨ªa 96 a?os, entonces ha sido especialmente duro. Y ah¨ª piensas en el pasado, te quedas en otro lugar, no s¨¦ si por la pandemia o m¨¢s bien por eso. Piensas en el tiempo que se ha ido, no en una parte concreta. Adem¨¢s, yo no me arrepiento de nada, porque es rid¨ªculo arrepentirse. No soy una persona que mire mucho atr¨¢s.
P. ?Qu¨¦ relaci¨®n ten¨ªa con su madre?
R. Maravillosa, la he querido much¨ªsimo, pero el ¨²ltimo a?o ya no era de recibo c¨®mo estaba. No quiero llegar a esa edad. Me interesa una vida plena y a partir de cierto momento no la tienes. Aunque al final seguro que soy como otro personaje de mi novela, que dice que se va a suicidar a los 84, pero luego como le gusta la vida, como a m¨ª, lo va dejando: un d¨ªa porque estaba resfriado y no se iba a suicidar, otro d¨ªa porque ten¨ªa cosas que hacer... El amor por la vida supongo que te impide rendirte y yo tengo una sopa qu¨ªmica muy potente, con mucha oxitocina. En eso tengo mucha suerte aunque en la novela se dice que la alegr¨ªa es un h¨¢bito, y es verdad.
P. Ha contado que de joven fue hippy y que muchos de sus amigos acabaron mal por culpa de las drogas. ?C¨®mo consigui¨® escapar a esa pulsi¨®n destructiva?
R. Creo que precisamente por la sopa de oxitocina. Durante cinco a?os fum¨¦ porros, tom¨¦ ¨¢cido, anfetas solo una vez porque me pas¨¦ horas sin poder despegar las mand¨ªbulas y dije: ¡°Esto no es para m¨ª¡¡±. Pero esa gente, mis amigos, pasaron a la hero¨ªna. En esa ¨¦poca era como una actividad casi pol¨ªtica, antiburguesa. Yo me sent¨ªa muy burguesa porque no pas¨¦ ni a la hero¨ªna ni a la coca¨ªna, que es la peor de las drogas.
P. ?Con los tiempos que vivimos, puede haber un refugio ah¨ª?
R. Siempre hay un refugio ah¨ª. La vida es un misterio, es tremenda, venimos con tantos deseos, siendo tan importantes para nosotros mismos, y luego corre el tiempo como un gamo y te mueres¡, cuesta tanto que hemos recurrido a las drogas desde siempre. En el ensayo de Sadie Plant Escrito con drogas recuerda que en la Biblia ya No¨¦ se emborrachaba para soportar el abismo existencial. Dicho esto, no s¨¦ si una pandemia favorece m¨¢s el uso de las drogas que la vida loca, agitada y absurda que llev¨¢bamos antes.
P. El protagonista de su libro, un hombre acostumbrado a vivir bien, cuenta que sin embargo ese no es su origen y que le sorprende c¨®mo siempre ha conseguido enga?ar a los dem¨¢s. Usted viene de un origen humilde. ?Ha sentido ese tiempo de desclasamiento?
R. Yo no tuve agua caliente hasta los 16 a?os, nos ba?¨¢bamos con un cacito y los domingos sub¨ªamos a casa de mi abuela a usar su ba?era. Mi madre pintaba y mi padre era torero, estaba con el gitano y con el duque. No sab¨ªa que las clases exist¨ªan porque de alguna forma mis padres tambi¨¦n eran desclasados por bohemios y artistas. Nunca me preocup¨® eso.
P. En la novela escribe: ¡°Regina tiene 52 a?os, trabaja mucho, es mujer con dinero, poder y ¨¦xito, todo lo cual dificulta mucho su vida amorosa¡±. Explique, por favor.
R. Eso es tal cual. A m¨ª misma, que me las he arreglado bien, el hecho de tener ¨¦xito me ha dificultado las relaciones con los hombres. El sexismo es un destrozo para todos. A ellos les convierte en peleles de unos mandatos rid¨ªculos. En mi casa, mi hermano estuvo m¨¢s presionado para tener ¨¦xito. Nadie esperaba nada de m¨ª porque nadie esperaba nada de las mujeres, lo que te daba una libertad incre¨ªble.
P. Pero con su padre discut¨ªa mucho, ?no?
R. Mucho, s¨ª. Era muy machista. Luego llegu¨¦ a tener una relaci¨®n maravillosa con ¨¦l porque vivi¨® mucho, se muri¨® con 84. Pero su relaci¨®n con mi madre era muy complicada y al principio yo me puse totalmente del lado de ella. Con el tiempo he comprendido los problemas y me he dado cuenta de que no hab¨ªa buenos y malos.
P. Ha contado alguna vez que en las redacciones de su juventud los se?ores intentaban averiguar si las chicas que llegaban eran v¨ªrgenes. ?C¨®mo se escapaba a eso?
R. Yo hab¨ªa nacido ah¨ª. Era el ambiente en el que nos mov¨ªamos. Cuando iba al instituto en metro creo que no hubo un d¨ªa que no me tocaran el culo. Una vez que iba con una amiga, tendr¨ªamos 11 a?os, y ella se dio la vuelta y se le encar¨®, el t¨ªo le peg¨® una bofetada. Eso era la vida.
P. ?Sigue organizando los recuerdos de su vida por un c¨®mputo de libros y novios, como dec¨ªa en La loca de la casa?
R. Sigo teniendo novios, digamos, pero tras la muerte de Pablo [Lizcano], hace 11 a?os, no te marcan la vida como antes. Se sigue sintiendo deseo y cosas maravillosas pero te das cuenta de que ya no se puede construir de la misma manera. Esa es otra de las tristezas del tiempo.