Disfraces de otro mundo
Andrea, Maribel y sus vecinas se preparan para el desfile de disfraces que tendr¨¢ lugar esa tarde. Cuando Maribel conoci¨® al hijo de ellas, le hizo un regalo muy especial
?Hoy comienzan las fiestas del pueblo!
Te reconozco que estoy entusiasmada, mucho m¨¢s que cualquiera de las veces que veraneamos aqu¨ª por estas fechas. Creo que el resto de veranos me dio un poco m¨¢s igual porque yo estaba a otras cosas, pero este a?o me lo he pasado tan bien preparando los disfraces que ahora mismo ning¨²n otro plan podr¨ªa apetecerme m¨¢s.
Todav¨ªa es pronto, pero hoy te escribo desde el jard¨ªn de Maribel mientras esperamos a que vengan Alicia, Maite y Mario para bajar al pueblo. Bueno, Maribel todav¨ªa est¨¢ terminando de ponerse su disfraz. Yo ya llevo el m¨ªo. El d...
?Hoy comienzan las fiestas del pueblo!
Te reconozco que estoy entusiasmada, mucho m¨¢s que cualquiera de las veces que veraneamos aqu¨ª por estas fechas. Creo que el resto de veranos me dio un poco m¨¢s igual porque yo estaba a otras cosas, pero este a?o me lo he pasado tan bien preparando los disfraces que ahora mismo ning¨²n otro plan podr¨ªa apetecerme m¨¢s.
Todav¨ªa es pronto, pero hoy te escribo desde el jard¨ªn de Maribel mientras esperamos a que vengan Alicia, Maite y Mario para bajar al pueblo. Bueno, Maribel todav¨ªa est¨¢ terminando de ponerse su disfraz. Yo ya llevo el m¨ªo. El desfile no es hasta esta tarde, pero ayer se nos ocurri¨® bajar as¨ª ya, con los disfraces puestos. A estas horas deber¨ªan de estar en marcha casi todos las casetas y tal vez nos encontremos con gente que haya pensando lo mismo que nosotras. Con un poco de suerte, no tardaremos mucho en cruzarnos con m¨¢s marcianos.
Maribel conoci¨® ayer a Mario y a sus mam¨¢s. Aunque Alicia y Maite llevan unos cuantos a?os veraneando en la casa que Patricio tiene en alquiler, hasta que sub¨ª con ella para ayudarles con los disfraces no hab¨ªan llegado a coincidir nunca, m¨¢s all¨¢ de haberse visto de lejos alguna vez. Mario no le quitaba ojo a Maribel porque, bueno, ya sabes: Maribel tiene una nave extraterrestre en el techo de su casa, tapada con unas telas. O al menos eso cree Mario. Cuando le expliqu¨¦ a Maribel el motivo de todas esas miraditas, se acerc¨® a ¨¦l muy seria y muy decidida a contarle toda la verdad. Le dijo:
¡ªS¨ª, vengo de la galaxia de Andr¨®meda, situada a m¨¢s de dos millones de a?os luz de la Tierra. Llegu¨¦ aqu¨ª con mi nave espacial hace medio siglo, pero por favor, gu¨¢rdame el secreto.
Y entonces, Maribel sac¨® de su bolsillo un colgante con forma de cabeza de extraterrestre, y no una cabeza de extraterrestre cualquiera, sino la misma cabeza del disfraz que Mario se estaba probando. Maribel se lo regal¨® a cambio de su silencio, asegur¨¢ndole que era un amuleto de su planeta que conced¨ªa poderes secretos.
¡ª?Qu¨¦ poderes secretos?
¡ªNo te lo puedo decir, eso tambi¨¦n es secreto.
Tendr¨ªas que haber visto la cara que puso Mario cuando Maribel le improvis¨® todo esto. Que yo sepa, lo m¨¢s lejos que ha estado ella de su casa ha sido en Albacete, cuando se apunt¨® al viaje que hicimos aquellas Navidades, y el colgante es uno de chapa que vi c¨®mo forjaba ayer para regal¨¢rselo. Evidentemente, no le dije nada de esto a Mario. No soy tan mala.
Te tengo que dejar ya, que acaban de llegar. Maribel ya est¨¢ lista tambi¨¦n. Ma?ana te escribo y te cuento qu¨¦ tal. ?Qu¨¦ emoci¨®n!
Descubra las mejores historias del verano en Revista V.