Los ni?os tambi¨¦n sufren migra?as y otras cefaleas: ¡°Mam¨¢, es como si me diesen martillazos en el ojo derecho¡±
Los dolores de cabeza afectan tanto a adultos como a menores, pero el desconocimiento sobre los cuadros menos frecuentes puede retrasar su diagn¨®stico
Un d¨ªa, de repente, a Adri¨¢n Hueso empez¨® a molestarle la luz. Sin m¨¢s, le incomodaba la claridad, el ojo le lagrimeaba, se enrojec¨ªa y comenzaba un intens¨ªsimo dolor en la zona que lo invalidaba completamente. Ten¨ªa 10 a?os. ¡°A lo mejor estaba viendo una pel¨ªcula o estaba en el sof¨¢ con la persiana abierta y ten¨ªamos que cerrarla porque la luz me molestaba. Recuerdo que me pon¨ªa a llorar, hasta gritaba y el dolor me despertaba por la noche¡±, relata el chaval, que ahora tiene 12 a?os. Adri¨¢n y su familia vagaron durante meses por la red sanitaria, con ingresos y visitas a varios especialistas,...
Un d¨ªa, de repente, a Adri¨¢n Hueso empez¨® a molestarle la luz. Sin m¨¢s, le incomodaba la claridad, el ojo le lagrimeaba, se enrojec¨ªa y comenzaba un intens¨ªsimo dolor en la zona que lo invalidaba completamente. Ten¨ªa 10 a?os. ¡°A lo mejor estaba viendo una pel¨ªcula o estaba en el sof¨¢ con la persiana abierta y ten¨ªamos que cerrarla porque la luz me molestaba. Recuerdo que me pon¨ªa a llorar, hasta gritaba y el dolor me despertaba por la noche¡±, relata el chaval, que ahora tiene 12 a?os. Adri¨¢n y su familia vagaron durante meses por la red sanitaria, con ingresos y visitas a varios especialistas, hasta que lograron un diagn¨®stico certero: cefalea en racimos, un cuadro cl¨ªnico poco frecuente que, sin el tratamiento adecuado, puede llegar a ser muy limitante.
Los dolores de cabeza afectan tanto a adultos como a ni?os, avisa Patricia Pozo, neur¨®loga y directora del Migraine Adaptive Brain Center del Hospital Vall d¡¯Hebron de Barcelona. A ella lleg¨®, despu¨¦s de muchas idas y venidas por el sistema sanitario, Adri¨¢n Hueso. ¡°Lo importante es entender que en el ni?o existen este tipo de enfermedades, las cefaleas primarias. Son cefaleas que no son secundarias a ning¨²n otro fen¨®meno, como que tengas fiebre o te hayas dado un golpe. Y dentro de las cefaleas primarias que pueden debutar en la infancia est¨¢n, por ejemplo, la migra?a y las cefaleas en racimo¡±, explica la especialista.
Los dolores de cabeza son el tipo de dolor m¨¢s com¨²n en ni?os y j¨®venes con efectos sobre la calidad de vida relacionada con la salud, la asistencia a la escuela y el funcionamiento social. Y su presencia entre la poblaci¨®n infantojuvenil es elevada, seg¨²n la literatura cient¨ªfica. Un estudio en Austria con cerca de 3.400 alumnos de 10 a 18 a?os encontr¨® una prevalencia de migra?a del 24%; de cefaleas tensionales (cuando los m¨²sculos del cuello y de esa zona se tensionan), del 22%; y de dolor de cabeza indiferenciado (que dura menos de una hora), del 26%. Otro estudio en Espa?a cifr¨® la prevalencia de dolor de cabeza recurrente en el 30,5% y una investigaci¨®n en Alemania con 2.700 personas de seis a 19 a?os, concluy¨® que el 37% hab¨ªa reportado dolor de cabeza una vez al mes.
Las migra?as son, junto a las cefaleas tensionales, las m¨¢s comunes, seg¨²n Ana Camacho, presidenta de la Sociedad Espa?ola de Neurolog¨ªa Pedi¨¢trica. Las primeras, apunta, ¡°son muy frecuentes en la edad pedi¨¢trica¡±, con una prevalencia de hasta el 15% antes de los 15 a?os. ¡°Hay diferencias a las manifestaciones en adultos. Suelen tener una duraci¨®n m¨¢s reducida [entre media hora y dos horas, cuando en los adultos pueden ser de entre cuatro y 72 horas] y describen dolor frontal y lateral. Pero tambi¨¦n tienen un rechazo a la luz y es un dolor de cabeza que impide continuar con lo que se est¨¢ haciendo¡±, explica Camacho. En el ni?o, el dolor es algo menos intenso, apostilla Pozo, pero suele ir acompa?ado m¨¢s frecuentemente de otros s¨ªntomas, como v¨¦rtigo, n¨¢useas o mareos.
¡°Ve¨ªa lucecitas¡±
Carol Vidal, de 10 a?os, empez¨® con dolores de cabeza tras la pandemia. Semanalmente, llegaba a tener dos episodios fuertes, relata su madre, Sonia Mat¨ªas: ¡°Algunos episodios le provocaban v¨®mitos y malestar. Ella explicaba que ve¨ªa lucecitas¡±. Esto se conoce como auras, explica Pozo: ¡°Son s¨ªntomas visuales, sensitivos o del lenguaje que ocurren antes del dolor y la gente deja de poder ver, notar o hablar. Se les desestructura la imagen de una manera muy curiosa, que empieza central y luego se va hacia fuera, como un vidrio esmerilado¡±.
Pozo sostiene que la migra?a es una dolencia ¡°gen¨¦ticamente mediada¡±. Esto es, que el ni?o ya nace con una predisposici¨®n gen¨¦tica a padecer este cuadro. ¡°Es una enfermedad neurosensorial. Es un cerebro excitable, m¨¢s sensible y que, probablemente, entra en una disrupci¨®n del sistema por algunos desencadenantes como el cansancio, la desregulaci¨®n de horarios o el estr¨¦s. Hay un impacto hormonal importante y luego hay un condicionante vascular-inflamatorio: tienen unas arterias que son m¨¢s permeables, m¨¢s el¨¢sticas, m¨¢s flexibles y que facilitan el hecho de que se inflame todo con mayor facilidad, que es lo que acaba doliendo¡±. Se considera que una persona tiene migra?a cuando padece, como m¨ªnimo, cinco episodios a lo largo de su vida.
A Carol le diagnosticaron migra?a, como a su madre, que la padece desde los 15 a?os, aunque su diagn¨®stico lleg¨® a los 21. La ni?a, que ya est¨¢ en tratamiento y ha recibido formaci¨®n ¡°para que no vayan a m¨¢s¡±, relata la madre, ha mejorado. Ahora tiene uno o dos episodios al mes y el paracetamol le es suficiente para tratarlos.
El abordaje terap¨¦utico de la migra?a infantil es parecido al de los adultos. Se basa en una respuesta inmediata para los ataques ¡ªdesde analg¨¦sicos simples si el ataque es m¨¢s suave, hasta antiinflamatorios y triptanes en episodios m¨¢s severos¡ª y ¡°dormir¡±, agrega Pozo, porque si duermen tras el ataque se recuperan mejor. Si hay m¨¢s de tres ataques al mes, agrega la neur¨®loga de Vall d¡¯Hebron, los m¨¦dicos ya proponen tambi¨¦n al paciente un tratamiento preventivo, para prevenir estos episodios de dolor o limitar su intensidad: ¡°Hay lo mismo que en el adulto. Ser¨ªa la amitriptilina [un antidepresivo], el propranolol [un beta bloqueante] y, en casos graves donde el dolor se cronifica, a m¨ª me gusta usar toxina botul¨ªnica¡±.
Los m¨¦dicos tambi¨¦n recomiendan ¡ªy recuerdan¡ª pautas de estilo de vida saludable para evitar los episodios, como hacer un buen descanso y tener horarios regulares. Precisamente, un estudio espa?ol se?alaba que el dolor de cabeza era m¨¢s frecuente en aquellos ni?os que ten¨ªan una higiene del sue?o m¨¢s pobre, los que no desayunaban, los que fumaban, los que hac¨ªan menos actividad f¨ªsica o los que sol¨ªan consumir cafe¨ªna.
Cefaleas m¨¢s excepcionales
Camacho asegura que la migra?a y la cefalea tensional son ¡°motivos de consulta com¨²n¡± y se diagnostican sin muchos problemas, pero admite que hay cefaleas m¨¢s excepcionales, cuyo diagn¨®stico puede ser m¨¢s complejo si no se han visto antes. El tipo de dolor de cabeza que sufre Adri¨¢n, por ejemplo, es mucho m¨¢s infrecuente. ¡°La cefalea en racimos ya es poco com¨²n en adultos y en menores es casi excepcional¡±, explica Camacho.
Antes del diagn¨®stico, Adri¨¢n tuvo un par de ingresos sin diagn¨®stico claro, relata su madre, Marisa Ramos: ¡°Las crisis fueron aumentando en frecuencia e intensidad. Est¨¢bamos de vacaciones en Semana Santa, estaba jugando con sus amigos al f¨²tbol y ven¨ªa corriendo: ¡®Mam¨¢, baja la persiana, me duele la cabeza¡¯. Estaba confundido, no sab¨ªa qu¨¦ le pasaba y empezamos a preocuparnos porque era de la nada¡±. En las primeras visitas a urgencias, relatan los padres, los m¨¦dicos achacaron las cefaleas a ¡°estr¨¦s escolar¡± porque acababa de terminar el trimestre, pero los dolores siguieron en aumento semanas despu¨¦s. Descartaron tumores y terminaron por darle medicaci¨®n para el dolor para tratar lo que calificaron como ¡°cefalea severa¡±. Pero los brotes continuaban. ¡°Estuvo todo el tercer trimestre de quinto de primaria sin ir al colegio ni entrenar a baloncesto. Estaba incapacitado totalmente¡±, cuenta su padre, Antonio Hueso.
Los episodios de dolor no cesaban ante la ¡°impotencia¡± de la familia, rememora la madre: ¡°A m¨ª me lo describi¨® la primera vez como si le estuviesen dando con un martillo, literalmente, en el ojo derecho. Eso es lo que me dijo: ¡®Mam¨¢, es como si me estuviesen dando martillazos en el ojo derecho¡±. La doctora Pozo recuerda que, cuando Adri¨¢n lleg¨® a su consulta, el peque?o estaba ¡°triste, apagado, rechazando el mundo a su manera¡± porque nadie entend¨ªa bien lo que le estaba pasando ni le daban una soluci¨®n. La neur¨®loga puso nombre a su dolor de cabeza: cefalea en racimos, una dolencia poco frecuente que se manifiesta en forma de brotes de dolor muy intenso. Adri¨¢n lleg¨® a tener ocho al d¨ªa.
Los brotes duran entre tres semanas y tres meses. Y cada d¨ªa, el paciente puede tener entre uno y ocho ataques al d¨ªa. ¡°La duraci¨®n del dolor intenso no pasa de media hora, aunque puede llegar a las dos horas. Normalmente son estrictamente unilaterales y, a diferencia de la migra?a, la conducta es m¨¢s agitada que tranquila durante el ataque¡±, relata Pozo. Tambi¨¦n puede haber, como en el caso de Adri¨¢n, hinchaz¨®n en el ojo o lagrimeo.
El tratamiento de las cefaleas en racimo tiene puntos comunes con las migra?as: los triptanes y los antiinflamatorios pueden servir, ¡°aunque a veces tienes que tomar demasiados en un d¨ªa¡±, matiza Pozo. ¡°Tambi¨¦n se puede dar verapamilo [un bloqueador de los canales de calcio] como tratamiento preventivo y amitriptilina para que se potencie y facilite el descanso. Y como [Adri¨¢n] no acababa de mejorar, acabamos poniendo un poco de toxina botul¨ªnica¡±. El ox¨ªgeno domiciliario tambi¨¦n es una terapia que se usa para tratar el ataque.
Tras una ¡°odisea¡± de varios meses en busca de respuestas, cuenta la madre, Adri¨¢n fue mejorando con el tratamiento pautado por Pozo. Desde noviembre de 2021, no ha tenido m¨¢s ataques y pudo volver al colegio y a sus entrenamientos de baloncesto. ¡°El diagn¨®stico tard¨ªo genera estr¨¦s en el paciente y su familia. Y el brote inicial de Adri¨¢n, que empez¨® en abril, no conseguimos controlarlo hasta noviembre¡±, relata la neur¨®loga de Vall d¡¯Hebron.
Pozo remacha la necesidad de visibilizar que este tipo de dolencias tambi¨¦n son posibles en los m¨¢s peque?os. Incluso los cuadros poco frecuentes, como la cefalea en racimos. Precisamente, la Sociedad Espa?ola de Neurolog¨ªa (SEN) ha elaborado gu¨ªas diagn¨®sticas de cefaleas en adultos y en ni?os para atenci¨®n primaria y tambi¨¦n para los servicios de urgencias para facilitar la detecci¨®n de uno u otro dolor de caleza. Descartar que se trate, primero, de una cefalea primaria (como la migra?a) o secundaria (causada por una infecci¨®n, por ejemplo) es clave para dar una respuesta terap¨¦utica adecuada. Seg¨²n la SEN, el 30% de los casos consultados en Espa?a por cefaleas infantiles se asocian con infecciones banales, entre el 25% y el 30% son cefaleas tensionales, hasta un 20% son migra?as y menos del 5% est¨¢n vinculadas a cuadros graves, como infecciones del sistema nervioso central o tumores.
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