Pietro Signorile, ginec¨®logo: ¡°La endometriosis es una enfermedad que afecta a toda la sociedad¡±
El experto dirige el Centro Nacional de Endometriosis italiano, el primero de su g¨¦nero en Europa, dedicado completamente a la investigaci¨®n de esta enfermedad cr¨®nica
Hay una enfermedad poco conocida, de la que no se saben las causas ni existe cura, y de la que casi nadie habla. Se llama endometriosis, y a pesar de afectar al 10% de las mujeres en todo el mundo, cuando el profesor Pietro Signorile (Martina Franca, Italia, 70 a?os) hizo su residencia en ginecolog¨ªa, recuerda que en el libro de texto le dedicaban solo tres l¨ªneas. ¡°Ahora hay tres p¨¢ginas, que no son pocas, pero tampoco suficientes. Deber¨ªan ser 30, pero primero hay que seguir estudiando para saber de qu¨¦ hablamos¡±, recon...
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Hay una enfermedad poco conocida, de la que no se saben las causas ni existe cura, y de la que casi nadie habla. Se llama endometriosis, y a pesar de afectar al 10% de las mujeres en todo el mundo, cuando el profesor Pietro Signorile (Martina Franca, Italia, 70 a?os) hizo su residencia en ginecolog¨ªa, recuerda que en el libro de texto le dedicaban solo tres l¨ªneas. ¡°Ahora hay tres p¨¢ginas, que no son pocas, pero tampoco suficientes. Deber¨ªan ser 30, pero primero hay que seguir estudiando para saber de qu¨¦ hablamos¡±, reconoce este ginec¨®logo, que lleva dos d¨¦cadas al mando del Centro Nacional de Endometriosis italiano, el primero de su g¨¦nero dedicado a la investigaci¨®n de esta enfermedad a¨²n desconocida. Autor de numerosos estudios y patentes para encontrar una cura a esta dolencia cr¨®nica, Signorile habla de la importancia de tener un centro nacional que centraliza la investigaci¨®n, algo que falta en Espa?a.
Pregunta. ?Cu¨¢ndo decidi¨® dedicarse a estudiar la endometriosis?
Respuesta. Dediqu¨¦ toda la primera parte de mi carrera a la oncolog¨ªa quir¨²rgica, operando tumores del aparato reproductivo femenino. Durante esos a?os he tenido que hacer muchas intervenciones terror¨ªficas, muy demoledoras, para intentar salvar la vida de mis pacientes. Hablamos de hace 40 a?os, cuando no exist¨ªa los sistemas que hay ahora y las intervenciones eran de alto riesgo, con muchas complicaciones y que no siempre ten¨ªan un resultado positivo. Despu¨¦s de un par de d¨¦cadas trabajando en oncolog¨ªa en estas condiciones, desarroll¨¦ una especie de rechazo hacia este tipo de patolog¨ªa. Quise cambiar y qued¨¦ fascinado por el hecho de que la endometriosis estuviese totalmente desatendida tanto en los libros de texto de la escuela de especializaci¨®n, como entre los m¨¦dicos, los pacientes y la sociedad civil en general. Sigue siendo as¨ª.
P. ?Por qu¨¦ es la gran olvidada?
R. Esta enfermedad ha sido penalizada durante casi 90 a?os en investigaci¨®n a causa de una teor¨ªa incorrecta de un colega estadounidense, John Sampson. En 1927 public¨® la teor¨ªa de la menstruaci¨®n retr¨®grada como causa de la enfermedad, que dec¨ªa que el flujo retr¨®grado de desechos endometriales fluye hacia atr¨¢s a trav¨¦s de las trompas de Falopio durante la menstruaci¨®n hacia la cavidad peritoneal. Yo nunca he cre¨ªdo en esta teor¨ªa, siempre la he combatido, pero ha sido la que se impuso durante d¨¦cadas y ha atrasado la investigaci¨®n.
P. ?Por qu¨¦?
R. Por una serie de evidencias absurdas, que puedo entender que en los a?os veinte del siglo pasado hubieran tenido sentido, pero que en los a?os 2000 segu¨ªa dando cr¨¦dito, era absurdo. En primer lugar, porque se ha descubierto que la menstruaci¨®n retr¨®grada afecta a casi todas las mujeres del mundo, casi un 90%, mientras que la endometriosis afecta solo al 10%. La investigaci¨®n ha desperdiciado millones durante d¨¦cadas con estudios deb¨ªan demostrar porque el restante 80% no sufr¨ªa de endometriosis, sin llegar nunca a una conclusi¨®n, porque era una pista incorrecta. Otra prueba es el hecho que incluso las mujeres con el s¨ªndrome de Rokitansky, que nacen sin ¨²tero ni trompas, tienen endometriosis, y adem¨¢s en un porcentaje m¨¢s alto que las otras mujeres.
La gente, y los m¨¦dicos primero, tienen que entender que es una enfermedad real, que no es un invento
P. Hay muchas dudas cu¨¢ndo se habla de esta enfermedad. ?Hay alguna certeza?
R. La certeza s¨®lida que tenemos es que se trata de una enfermedad cong¨¦nita. Hace una d¨¦cada ya llegamos a esta conclusi¨®n a trav¨¦s de un estudio sobre fetos. En espec¨ªfico, hablamos de una serie de 101 fetos humanos femeninos que murieron en distintos momentos de la gestaci¨®n. Y descubrimos que el 10% de estas muestras ten¨ªan tejido endometrial fuera del ¨²tero, lo que soporta la hip¨®tesis que se trata de una enfermedad que se manifiesta desde antes del nacimiento.
P. ?Por qu¨¦ es importante que exista un centro nacional?
R. Para centralizar la investigaci¨®n. Adem¨¢s del centro, tambi¨¦n creamos la Fundaci¨®n Italiana de Endometriosis, que tiene tres objetivos: la investigaci¨®n, el apoyo a las pacientes y el tratamiento cl¨ªnico. A pesar de no ser una entidad muy grande, es una fundaci¨®n que se dedica exclusivamente a esto, que es la ¨²nica manera para que pase de ser una enfermedad de la cual no se conoc¨ªa pr¨¢cticamente nada a poder encontrar una cura. Se necesita un compromiso a tiempo completo. Lo interesante ser¨ªa tener una centralizaci¨®n de la investigaci¨®n, no solo en Italia, a nivel m¨¢s global, de tal manera que no pasen otros cincuenta a?os antes de que se consiguen nuevos avances.
P. ?Cu¨¢l es ahora mismo el aspecto m¨¢s urgente de la investigaci¨®n?
R. Sin lugar a duda, acelerar el diagn¨®stico. En los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea se tardan aproximadamente unos siete a?os para llegar a un diagn¨®stico, y se gastan m¨¢s de 7.000 euros por cada mujer. Esto no puede ser. Por cada semana, mes y a?o que se pierde, la calidad de vida de estas mujeres empeora vertiginosamente. Hay que entender que no es una enfermedad que afecta solo a las mujeres, sino que concierne a toda la sociedad. Las pacientes que la sufren tienen hasta tres veces m¨¢s posibilidades de desarrollar tumor del ovario, y tambi¨¦n eleva el riesgo de infertilidad. Es una dolencia familiar.
P. ?En qu¨¦ est¨¢n a este respeto en la fundaci¨®n?
R. Hemos aislado prote¨ªnas que est¨¢n presente en la saliva y en la sangre de las mujeres con endometriosis, y hemos generado una prueba diagnostica a trav¨¦s de la saliva. Estamos a punto de iniciar la fase final de validaci¨®n en el Ministerio de Salud para poder ponerla en marcha. Esto reducir¨ªa dr¨¢sticamente los tiempos de espera para obtener un diagn¨®stico. Tambi¨¦n hemos conseguido mejorar el examen a trav¨¦s de la resonancia magn¨¦tica, porque no siempre la enfermedad es visible si no se sabe exactamente donde buscar. Si est¨¢ en los ¨®rganos, no se ve ni siquiera con la cirug¨ªa. Por esto hemos generado un agente de contraste espec¨ªfico para el tejido endometrial, que permite identificar todos los tejidos con la resonancia y est¨¢ dando resultados excepcionales. El pr¨®ximo paso es centrarnos en la terapia, que es lo m¨¢s importante para los pacientes.
Se tardan aproximadamente unos siete a?os para llegar a un diagn¨®stico
P. A menudo a las pacientes con endometriosis se les receta la p¨ªldora anticonceptiva. ?Funciona?
R. Sirve para reducir el dolor. El problema de la p¨ªldora es que contiene estr¨®genos, y la enfermedad crece con los estr¨®genos, por lo tanto, es una situaci¨®n muy controvertida, especialmente si uno debe hacer una terapia a largo plazo. Tomarla durante unos pocos meses est¨¢ bien.
P. ?Y la cirug¨ªa? ?Cu¨¢ndo se recomienda?
R. La cirug¨ªa tiene sus incertidumbres porque los focos interorg¨¢nicos no afloran en la superficie de los ¨®rganos, y no se ven con la cirug¨ªa, y, por lo tanto, son imposibles de eliminar. En muchos casos, la cirug¨ªa, incluso si es muy radical, no garantiza que se elimine toda la enfermedad. Adem¨¢s, nunca se sabe si se ha desarrollado completamente cuando hiciste la cirug¨ªa y puede ser que algunas c¨¦lulas no hayan crecido a¨²n y crecer¨¢n en uno, dos o cinco a?os, lo que conlleva m¨¢s operaciones. No es una terapia efectiva, porque tiene muchos l¨ªmites.
P. Entonces, ?qu¨¦ terapia funciona?
R. Ahora mismo, no hay una cura que sea definitiva. Encontrarla es el sue?o de todos los ginec¨®logos del mundo. Estamos trabajando, y ya tenemos una patente italiana, para desarrollar una terapia inmunol¨®gica. Estamos convencidos de que este ser¨¢ el futuro de esta enfermedad. Crear anticuerpos espec¨ªficos que vayan a destruir o bloquear las c¨¦lulas, y posiblemente modifiquen las que se encuentran en el ¨²tero. Todos nuestros recursos f¨ªsicos, intelectuales y econ¨®micos est¨¢n en esto.
P. ?Cu¨¢ndo se puede esperar que est¨¦ lista?
R. Es imposible de decir con certeza porque la investigaci¨®n es como caminar sobre rocas, es extremadamente peligroso. Es un camino lleno de obst¨¢culos. Estamos en la fase precl¨ªnica celular, probando lo que hemos producido en las c¨¦lulas de la endometriosis y tambi¨¦n en el endometrio normal. Despu¨¦s de esta fase, si todo va bien, tendremos que hacer pruebas en los animales y solamente luego se podr¨¢ pasar al ser humano. Mientras tanto, hay que seguir con la sensibilizaci¨®n y concienciaci¨®n. La gente, y los m¨¦dicos primero, tienen que entender que es una enfermedad real, que no es un invento. Tengo pacientes que vienen a nosotros despu¨¦s de que su ginec¨®logo les haya dicho que no se preocupen, que tienen que estar tranquilas o que se trata de estr¨¦s. No es as¨ª.
P. Y mientras tanto, ?qu¨¦ se puede hacer para aliviar las dolencias del d¨ªa a d¨ªa?
R. Una cosa que desarrollamos hace m¨¢s de 12 a?os y que funciona es la dieta antiinflamatoria. La enfermedad crea inflamaci¨®n cr¨®nica, y los estr¨®genos son la gasolina que hace crecer la endometriosis. Adem¨¢s, est¨¢ demostrado que cuanta m¨¢s inflamaci¨®n tienes, m¨¢s la misma enfermedad produce estr¨®genos, lo que significa que se autoalimenta. Nuestra dieta prev¨¦ una reducci¨®n dr¨¢stica de los alimentos inflamatorios ¡ªcomo la carne roja, los l¨¢cteos y el gluten¡ª y la implementaci¨®n de los alimentos que hacen lo contrario: fruta, verdura, legumbres, pescado rico de omega 3. Haciendo esto, conseguimos que la paciente baje su estado de inflamaci¨®n, y por tanto, la producci¨®n de estr¨®genos, hasta ralentizar el crecimiento de la enfermedad.
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