La vida despu¨¦s de Ozempic

Perder peso es sorprendentemente f¨¢cil. Recuperarlo despu¨¦s, tambi¨¦n. Los medicamentos de moda, los agonistas del receptor GLP-1, han demostrado propiciar una p¨¦rdida de alrededor del 15% del peso del paciente. El Santo Grial de las dietas es inyectable, su nombre comercial es Ozempic y cuesta 130 euros al mes. Pero su coste va m¨¢s all¨¢ de lo econ¨®mico. Este medicamento genera una sensaci¨®n constante de saciedad y vivir empachado en un mundo obesog¨¦nico no es f¨¢cil. En nuestro d¨ªa a d¨ªa, muchos planes sociales orbitan en torno a la mesa o la barra del bar. Ozempic quita las ganas de comer, ...

Perder peso es sorprendentemente f¨¢cil. Recuperarlo despu¨¦s, tambi¨¦n. Los medicamentos de moda, los agonistas del receptor GLP-1, han demostrado propiciar una p¨¦rdida de alrededor del 15% del peso del paciente. El Santo Grial de las dietas es inyectable, su nombre comercial es Ozempic y cuesta 130 euros al mes. Pero su coste va m¨¢s all¨¢ de lo econ¨®mico. Este medicamento genera una sensaci¨®n constante de saciedad y vivir empachado en un mundo obesog¨¦nico no es f¨¢cil. En nuestro d¨ªa a d¨ªa, muchos planes sociales orbitan en torno a la mesa o la barra del bar. Ozempic quita las ganas de comer, en muchos casos tambi¨¦n las de beber, y puede dar una sensaci¨®n constante de n¨¢useas. Estos son algunos de los motivos que explican por qu¨¦, a pesar de su eficacia, hasta la mitad de los consumidores abandonan estos medicamentos en el plazo de un a?o. Y con la vuelta a la rutina, regresan los kilos. Sin embargo, un nuevo estudio sugiere que puede haber una forma de evitar el efecto rebote: el ejercicio.

Para llegar a esta conclusi¨®n, unos investigadores de la Universidad de Copenhague (Dinamarca) se han puesto en contacto con los participantes de un viejo estudio que publicaron en 2020. Entonces se analiz¨® a 195 personas con obesidad que perdieron 10 kilos y se mantuvieron en ese peso. Un grupo complet¨® la dieta con un tratamiento de Saxenda, uno de los primeros agonistas del GLP-1. Otro empez¨® a tomar el mismo f¨¢rmaco, combin¨¢ndolo con un programa de ejercicio supervisado, con dos clases de spinning y dos carreras por semana. A un tercer grupo se le suministr¨® un placebo. Al cabo de un a?o, casi todos los que tomaron el f¨¢rmaco hab¨ªan mantenido el peso m¨¢s bajo o hab¨ªan perdido m¨¢s peso. Los resultados se publicaron en la revista New England Journal of Medicine y los participantes retomaron su vida sin supervisi¨®n ni directrices.

La parte m¨¢s reveladora del estudio empez¨® entonces. Transcurrido un a?o, los investigadores los invitaron a volver al laboratorio. 109 regresaron y se comprob¨® su peso, su composici¨®n corporal y sus h¨¢bitos de ejercicio actuales. Para algunos, el a?o hab¨ªa sido desastroso. Quienes no mantuvieron la rutina de ejercicios, recuperaron alrededor del 70% del peso perdido. Adem¨¢s, la mayor¨ªa de estos kilos recuperados eran en forma de grasa, no de m¨²sculo, por lo que acabaron con porcentajes m¨¢s altos de grasa corporal que antes de empezar a tomar el f¨¢rmaco. Empeoraron. ¡°Hab¨ªan ganado peso de forma poco saludable¡±, afirma Signe S?rensen Torekov, catedr¨¢tica de ciencias biom¨¦dicas de la Universidad de Copenhague y autora principal del estudio. Por otro lado, las personas que hab¨ªan mantenido por su cuenta ciertos h¨¢bitos de deporte se hab¨ªan mantenido mejor en el peso y conservaban m¨¢s masa muscular. Los resultados indican claramente que las personas que toman estos f¨¢rmacos pueden ¡°mantener un peso saludable¡±, incluso despu¨¦s de dejar la medicaci¨®n. ¡°Pero necesitan hacer ejercicio¡±, a?ade Torekov.

El nuevo estudio ha sido financiado, en parte, por la Fundaci¨®n Novo Nordisk, una organizaci¨®n ben¨¦fica afiliada al fabricante de Saxenda, aunque la compa?¨ªa no supervis¨® el estudio ni sus resultados. Adem¨¢s, el f¨¢rmaco usado ya ha sido superado por versiones m¨¢s avanzadas, pero los autores y otros especialistas consultados aseguran que los resultados del estudio ser¨ªan aplicables al resto de los medicamentos de esta familia.

Kilos por pinchazos

Hace poco menos de un a?o, EL PA?S public¨® un reportaje sobre la popularidad de Ozempic en Espa?a, poniendo dos casos concretos como ejemplo. Mar¨ªa (nombre ficticio) una madrile?a de 36 a?os, hab¨ªa perdido unos siete kilos con los pinchazos. No acompa?¨® el tratamiento de dieta, tampoco de ejercicio, pero como nunca ten¨ªa hambre, adelgaz¨® sin mucho esfuerzo. Decidi¨® dejar de pincharse Ozempic y volvi¨® a sus viejos h¨¢bitos. ¡°He vuelto a engordar¡±, contesta en un intercambio de mensajes. ¡°Estuve pinch¨¢ndome cuatro meses, despu¨¦s lo dej¨¦¡±. Preguntada sobre los motivos que le empujaron a abandonar un medicamento que funcionaba, Mar¨ªa explica que adelgaz¨® lo que quer¨ªa y que el d¨ªa a d¨ªa con Ozempic no era muy agradable. ¡°La manera de administrarlo, inyectable, daba un poco de pereza, me resultaba inc¨®modo. Y, luego, la dificultad para conseguirlo, las nauseas¡­ Total, que lo dej¨¦¡±, explica. Un a?o despu¨¦s, est¨¢ en el mismo peso que cuando empez¨® a pincharse.

Javier D¨ªaz, sevillano de 45 a?os, acompa?¨® su tratamiento de una estricta rutina deportiva. Hace un a?o, en su entrevista, presum¨ªa de poder hacer 100 sentadillas al d¨ªa. Y sigue haci¨¦ndolo, pues ha mantenido sus h¨¢bitos deportivos. ¡°Dos d¨ªas entre semana tengo al entrenador personal y tres d¨ªas, entrenamiento libre¡±, explica en un intercambio de audios. ¡°Hago crossfit, entrenamiento funcional, mezclo cardio y fuerza, y paseo mucho con el perro¡­ Ahora mismo estoy dando un paseo de una hora con ¨¦l¡±. D¨ªaz dej¨® el Ozempic hace ocho meses. Pero no dej¨® el ejercicio. Su peso se ha mantenido estable en este tiempo, entre los 81 y los 82 kilos.

¡°Este es un claro ejemplo de c¨®mo la medicina puede ayudar¡±, explica Crist¨®bal Morales, su endocrino. ¡°Es un caso muy habitual. El estr¨¦s, los h¨¢bitos de vida, el trabajo¡­ son factores que influyen en el peso de un paciente. Podemos ayudarlo con f¨¢rmacos a regular la disfunci¨®n en su cerebro, en sus hormonas intestinales. Pero hay que acompa?arlo con h¨¢bitos saludables que se mantengan una vez pasa el acompa?amiento farmacol¨®gico¡±.

Morales es endocrino en los hospitales Virgen de la Macarena y Vithas (ambos en Sevilla) y miembro de la Sociedad Espa?ola para el Estudio de la Obesidad. Preguntado por el estudio de la Universidad de Copenhague, se muestra muy de acuerdo con los resultados, que enmarca en un contexto m¨¢s amplio y un¨¢nime. ¡°Estudios como este, apoyan nuestro mensaje de que las Unidades de Excelencia de Obesidad no son tales si no son multidisciplinares y tienen incorporados profesionales de la actividad f¨ªsica y el deporte¡±, se?ala.

La obesidad es una enfermedad cr¨®nica, motivo por el cual se ha sugerido que su tratamiento tambi¨¦n deber¨ªa serlo. Sin embargo, en muchos casos, estos medicamentos solo suponen una ayuda extra para fomentar un cambio en el estilo de vida. ¡°La obesidad es para siempre y los pacientes van a estar luchando toda su vida para mantener su peso¡±, concede Morales. ¡°Pero la experiencia en vida real con los f¨¢rmacos de obesidad es diferente seg¨²n el paciente. Hay personas que lo utilizan para llegar a su peso saludable y luego son capaces de mantenerse sin f¨¢rmacos. Otras necesitan dosis peque?as y hay quien puede necesitarlo de forma intermitente¡±.

Los primeros agonistas del GLP-1 se empezaron a usar hace 15 a?os y distintos estudios cient¨ªficos refrendan la seguridad de seguir un tratamiento a largo plazo. Pero una vida con Ozempic, aunque sea viable y segura, no parece ser sostenible. El f¨¢rmaco puede suponer una ayuda puntual, pero antes del primer pinchazo, hay que empezar a plantearse c¨®mo gestionar la vida despu¨¦s de Ozempic. Qu¨¦ hacer cuando vuelva el hambre.

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