Muere el peluquero Llu¨ªs Llongueras a los 87 a?os de edad
Estilista de folcl¨®ricas y arist¨®cratas, cre¨® una cadena de peluquer¨ªas con prestigio internacional y algunos de los peinados m¨¢s ic¨®nicos de Espa?a desde los a?os sesenta hasta los ochenta.
Lluis Llongueras (Esparraguera, 1936) ha fallecido la ma?ana de este lunes en su domicilio de Barcelona a causa de un c¨¢ncer de garganta, seg¨²n ha podido saber EL PA?S.
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Lluis Llongueras (Esparraguera, 1936) ha fallecido la ma?ana de este lunes en su domicilio de Barcelona a causa de un c¨¢ncer de garganta, seg¨²n ha podido saber EL PA?S.
El legendario estilista catal¨¢n, fundador de los salones que llevan su nombre y de un m¨¦todo de peluquer¨ªa propio, no ten¨ªa miedo a morir porque cre¨ªa en la vida en el m¨¢s y all¨¢ y ten¨ªa claro qui¨¦n le esperaba al otro lado: su abuela Luc¨ªa, sus padres y su hija Cristina. Eso le cont¨® a S Moda, en una entrevista en 2019, cuando recibi¨® el premio International Hair Legend que concede la asociaci¨®n de peluqueros m¨¢s importante del mundo.
En el repaso que hac¨ªa entonces a su brillante carrera como creador de los peinados m¨¢s ic¨®nicos de nuestro pa¨ªs recordaba la ¨²nica tragedia que empa?¨® su brillante carrera: el fallecimiento de una de sus hijas en un accidente de tr¨¢fico en 1991. Hasta entonces, todo hab¨ªan sido triunfos en el recorrido de este hombre que dio sus primeros pasos como ayudante en un sal¨®n de lujo de Barcelona, a mediados de los a?os cincuenta y que, como ¨¦l mismo contar¨ªa despu¨¦s, le fascinaron porque sus clientes, en plena posguerra, parec¨ªan aut¨¦nticas estrellas de Hollywood. Esa fascinaci¨®n por las mujeres con glamur le ven¨ªa ya de su ni?ez: se crio entre las enormes tijeras, cintas m¨¦tricas, telas vaporosas y vanidosas clientas de su padre, de profesi¨®n modisto.
En 1958, Lluis abrir¨ªa su propio sal¨®n junto a su hermano, y all¨ª empezar¨ªa a desarrollar la idea que ya hab¨ªa rumiado en las horas muertas en el taller de su progenitor: hacer del cabello un complemento m¨¢s y aplicarle los mismos criterios de innovaci¨®n, riesgo y creatividad que a la moda. Ah¨ª Llongueras empez¨® a experimentar con mo?os, recogidos y maquillaje. Despu¨¦s, a finales de los a?os sesenta, sus pelucas de cabello natural arrasaron entre actrices y arist¨®cratas. En el 1968, de hecho, grab¨® un disco did¨¢ctico con el sello Belter titulado Aumente su atractivo con los secretos de Llongueras y sus peinados. Se convirti¨® en una especie de estrella pop a la que acud¨ªan todo tipo de clientas: el Aga Khan, Carmen Sevilla, Lola Flores, Roc¨ªo Jurado, Bianca Jagger pasaron por sus manos. Esa buena posici¨®n le ayud¨® a forjar una de sus amistades m¨¢s famosas: la que forj¨® con Salvador Dal¨ª, con quien hizo la peluca m¨¢s grande del mundo, expuesta como cortina de la habitaci¨®n de Mae West en el Museo Dal¨ª de Figueres (Girona) y que consta en el Libro Guinness.
Entre los logros de Llongueras est¨¢ haber creado el primer sal¨®n unisex de Espa?a en 1972, cuando aun en el clima moral de la Espa?a del ¨²ltimo franquismo, aquello a¨²n era muy improbable. Con esa f¨®rmula, impuls¨® franquicias de academias y establecimientos (lleg¨® a tener 50 franquicias en Espa?a y 120 salones en todo el mundo) desde los que se impart¨ªa y aplicaba su famoso ¡°M¨¦todo Llongueras¡±, que convert¨ªa el corte de pelo audaz en una declaraci¨®n de intenciones. El m¨¦todo inclu¨ªa t¨¦cnicas a las que dio nombres singulares, como el corte programado, el patch, el bi-color, que se hicieron populares gracias a libros y v¨ªdeos?
El m¨¦todo de Llongueras tambi¨¦n se basaba en el an¨¢lisis psicol¨®gico de la clienta: sus cabelleras m¨¢s famosas se forjaron, de hecho, a partir de una relaci¨®n personal buena y una fluida comunicaci¨®n. Eso fue lo que cont¨® ¨¦l mismo recientemente, por ejemplo, del v¨ªnculo que ten¨ªa con Julia Otero y que narr¨® a esta publicaci¨®n a principios de a?o, aunque ella haya desmentido hoy que, como ¨¦l dijo, fuese el inventor de su corte ?palmera?.?
Aunque no siempre tuvo una relaci¨®n id¨ªlica con sus clientas. Con Gala, la esposa de Dal¨ª, a pesar de la amistad que le un¨ªa al artista (o precisamente por ella) jam¨¢s lleg¨® a entenderse. ¡°Gala no cambi¨® desde los a?os 40 del siglo pasado. Se maquillaba fatal. Llevaba un pelo con un ¡°arriba Espa?a¡± con un lazo de Chanel que le hab¨ªa regalado la propia Coco Chanel y casi no se lo cambiaba hasta el punto de estar ra¨ªdo e incluso sucio. La primera vez que cruz¨® la puerta de mi sal¨®n me la qued¨¦ mirando, porque era la mujer con la imagen m¨¢s trasnochada, m¨¢s fatal y m¨¢s anticuada que hab¨ªa visto. Ella capt¨® la impresi¨®n que tuve de ella. No me lo perdon¨® jam¨¢s. A partir de aquel momento, yo para ella no era nadie. Cuando iba a ver a Dal¨ª se iba a otra habitaci¨®n para no saludarme¡±, explic¨® el estilista a S Moda en 2019.
Otro de los grandes sinsabores vitales de Llongueras se produjo en 2010 cuando su otra hija y su primera esposa, Lolita Poveda, y sus dos hijos mayores, Esther y Ad¨¢n, le despidieron?de su propia empresa, despu¨¦s de que ¨¦l se volviera a casar con Jocelyne Novella, una mujer con la que hab¨ªa mantenido una relaci¨®n secreta durante a?os. La sociedad Peluquer¨ªa y Maquillaje (Peyma), que fund¨® ¨¦l mismo en 1987, le envi¨® un burofax para comunicarle que las?tareas que realizaba no satisfac¨ªan a la compa?¨ªa. El desencuentro se zanj¨® dos a?os despu¨¦s cuando su familia accedi¨® a firmar un acuerdo e indemnizarle. Aunque nunca retomaron su relaci¨®n, a partir de ese momento el estilista coment¨® el caso mostrando siempre una actitud conciliadora: ?Fue una decisi¨®n equivocada que tomaron mis hijos, y el tiempo lo ha demostrado. Me sabe mal por ellos, porque si uno no sabe llevar una empresa no debe tomar las riendas. Pero bueno, yo ten¨ªa otras sociedades que han funcionado muy bien y mi vida sigue igual. No hay problema?, explic¨® a esta publicaci¨®n.
Esp¨ªritu inquieto y alma creativa, practic¨® tambi¨¦n la fotograf¨ªa, la pintura, el dibujo y la escultura. En 1987 cre¨® un premio de periodista de moda. ?l mismo recibi¨® en 200 la Cruz de Sant Jordi y en 2008 la Medalla al Trabajo President Maci¨¤.??
Llongueras dej¨® dicho a su esposa cu¨¢l era su voluntad con respecto a su fallecimiento: ?Ya sabe d¨®nde tiene que llevarme. No pienso ni me obsesiono con la muerte, pero soy un hombre muy organizado para mis negocios, mis trabajos, mi familia¡ Tambi¨¦n para mi muerte. No quiero que me incineren. Quiero que me entierren con mi familia. Y ya est¨¢?.