?Cada vez que hablamos del tema discutimos?: el miedo a contraer Covid en Navidad divide familias y parejas
Este l¨ªo familiar, epidemiol¨®gico y emocional nos trae a todos de cabeza y la tensi¨®n se empieza a notar en el ambiente.
Hace poco m¨¢s de dos semanas, el Consejo Interterritorial presidido por el ministro de Sanidad, Salvador Illa, era contundente respecto a la hoja de ruta a seguir estas fiestas: ¡°Estas navidades debemos quedarnos en casa¡±. En las ¨²ltimas horas, adem¨¢s, Sanidad ha pedido ...
Hace poco m¨¢s de dos semanas, el Consejo Interterritorial presidido por el ministro de Sanidad, Salvador Illa, era contundente respecto a la hoja de ruta a seguir estas fiestas: ¡°Estas navidades debemos quedarnos en casa¡±. En las ¨²ltimas horas, adem¨¢s, Sanidad ha pedido endurecer los planes de Navidad en las comunidades aut¨®nomas para evitar desplazamientos intraterritoriales para juntarnos con aquella parte de la familia que vive lejos y a la cual no vemos habitualmente.
Lo que inevitablemente nos lleva muchas veces a preguntarnos ?entonces en qu¨¦ quedamos? Si la recomendaci¨®n es qu¨¦date en casa y cena con los convivientes ?por qu¨¦ est¨¢ sobre la mesa la posibilidad de visitar a los suegros que viven en otra provincia distinta? Este l¨ªo familiar, epidemiol¨®gico y emocional nos trae a todos de cabeza, principalmente, porque la responsabilidad final de los contagios parece recaer en nuestras propias decisiones y comportamientos. Es decir, se recomiendan unas cosas, pero se permiten otras. Cuando se trata de unas fechas tan protegidas en el calendario, llegar a acuerdos desde el punto de vista racional no s¨®lo es complicado a la hora de unificar criterios comunes, sino que adem¨¢s en t¨¦rminos emocionales puede suponer desigualdades en la pareja.
¡°Cada vez que hablamos de este tema discutimos y terminamos enfadados o sin llegar a un acuerdo. Yo quiero pasar Nochebuena y Navidad con mi familia en Bilbao, pero mi pareja no est¨¢ de acuerdo porque mis padres no quieren ponerse la mascarilla en interiores. A pesar de que yo entiendo su postura y ella empatiza con la necesidad que tengo de ir a casa, a veces resulta complicado no tomarse esta diferencia como algo personal. Porque al final lo es. Es algo personal. Ella impone su criterio para proteger su salud y yo siento que pierdo al no sentarme con mis padres y mi hermana¡±, relata Davidad Ferrero, arquitecto de 30 a?os residente en Galicia.
El documento de limitaci¨®n acordado por las comunidades aut¨®nomas el pasado 2 de diciembre, incluye 10 medidas que las autonom¨ªas podr¨¢n adaptar seg¨²n su criterio, incidencia y carga hospitalaria. Aunque la mayor¨ªa se han acogido a las restricciones gen¨¦ricas que restringen las cenas a un m¨¢ximo de 10 personas, toque de queda hasta la 1:30 y cierres perimetrales salvo para visitar a familiares y allegados, las dudas sobre los l¨ªmites de estas medidas y la definici¨®n de lo que es un allegado, dejan a los ciudadanos con una sensaci¨®n permanente de confusi¨®n.
¡°Mi pareja y yo pasaremos la Navidad con su familia en C¨¢diz y, para estar todos tranquilos, nos haremos pruebas antes de comenzar una convivencia de tres semanas. Aunque los dos estamos de acuerdo en hacernos los test, s¨ª que hemos tenido cierto tira y afloja porque, al final, ?qui¨¦n me garantiza que las personas con las que me voy a juntar me van proporcionar el mismo nivel de seguridad que les aporto yo al hacerme los test?¡± expone Beatriz H. M., periodista de 37 a?os residente en Madrid.
Por su parte, Sof¨ªa Jim¨¦nez (Madrid, 1992), tambi¨¦n ha notado que la organizaci¨®n de estas navidades est¨¢ resultando ligeramente m¨¢s tensa que la de a?os anteriores: ¡°No hemos llegado a discutir, pero s¨ª a tener un debate importante. Yo soy muy precavida con el tema y quiero cumplir todas las restricciones impuestas, algo que veo cada vez m¨¢s complicado porque soy la ¨²nica que tiene todo esto en mente. La familia de mi pareja piensa que con decir ?a nosotros no nos va a pasar nada? ya estamos protegidos contra el coronavirus y no es as¨ª. Nos puede pasar a cualquiera de nosotros¡±, explica y a?ade que es precisamente este contexto el que no le inspira confianza a la hora de pasar las navidades todos juntos.
¡°Ni siquiera se ha planteado la idea de ponernos mascarilla en interiores. Creo que no hay disposici¨®n de hacerlo y si lo propusiera estoy segura de que quedar¨ªa de exagerada¡±, relata.
El poder de la mascarilla para distanciarnos emocionalmente
Las evidencias cient¨ªficas recogidas por la revista Science hace tan s¨®lo un par de meses, pon¨ªan el foco en los aerosoles como una de las v¨ªas de contagio m¨¢s usuales. Es decir, el SARS CoV-2 no s¨®lo se transmite por got¨ªculas de saliva, sino que las part¨ªculas v¨ªricas de una persona contagiada se quedan flotando en el aire, aumentando mucho las probabilidades de contraer la enfermedad si estamos compartiendo un espacio cerrado sin mascarilla con una persona asintom¨¢tica.
A pesar de estas evidencias y de las recomendaciones estatales que insisten en mantener la mascarilla puesta especialmente en interiores, el rechazo a cubrirse la cara est¨¢ presente en casi todos los testimonios que han aportado su voz a este art¨ªculo. Sabemos que tenemos que utilizarla, pero exigir a nuestros seres queridos responsabilidad en este aspecto, en ocasiones, contin¨²a siendo un punto de conflicto.
De hecho, este tipo de discrepancias han comenzado a llegar tambi¨¦n a despachos como el de Estefan¨ªa Molina, abogada de familia residente en Almer¨ªa: ¡°Algunos progenitores divorciados han utilizado el coronavirus para enconar m¨¢s a¨²n su relaci¨®n, prohibiendo a los menores salir de casa para ver al otro progenitor o progenitora, llev¨¢ndolos al m¨¦dico con ¡°s¨ªntomas¡± de un falso Covid para alargar la estancia con ellos y un sinf¨ªn de ¡°triqui?uelas¡± m¨¢s para entorpecer un r¨¦gimen normalizado de visitas¡±, relata.
Pero la cosa no termina ah¨ª. En las ¨²ltimas semanas, adem¨¢s de resolver las disputas coronav¨ªricas de los matrimonios divorciados, Molina tambi¨¦n ha empezado a recibir consultas de parejas que no tienen hijos y que buscan amparar en el ¨¢mbito legal su decisi¨®n de no pasar las navidades con la familia pol¨ªtica: ¡°Nos han llegado consultas de si una pareja de convivientes puede decidir no acudir a cenar con la familia del otro si no han llegado a un acuerdo entre ellos. Es decir, acuden a nosotros para preguntarnos si podemos indicarles criterios jur¨ªdicos para argumentar su postura, pero en este campo no tenemos margen de actuaci¨®n. As¨ª que nos limitamos a reiterar cu¨¢les son las medidas establecidas. En t¨¦rminos generales, se percibe un crispamiento generalizado ante este tipo de situaciones y la toma de decisiones que cada familia debe hacer al respecto¡±, describe.
David Ferrero reconoce sentirse entre la espada y la pared porque su pareja no est¨¢ de acuerdo en que vaya a ver a su familia si ¨¦stos no se ponen la mascarilla: ¡°Mis padres son m¨¢s partidarios de hacernos pruebas de ant¨ªgeno, algo que no es garant¨ªa suficiente para mi pareja. Es asm¨¢tica y no quiere someterse al riesgo de que yo est¨¦ tres d¨ªas conviviendo a cara descubierta por mucha prueba previa que nos hagamos. Creo que al final terminar¨¦ por dejarme de jaleos y no moverme¡±, sostiene.
Jara Per¨¦z, psic¨®loga especializada en terapia sist¨¦mica y psicolog¨ªa transfeminista, cree que el Covid funciona como un proceso de cambio m¨¢s al que se tienen que enfrentar las parejas: ¡°La pandemia es uno de estos conflictos en los que las necesidades cambian y de repente las prioridades tambi¨¦n lo hacen. Hay personas que quieren pasar estas fiestas con la familia de origen y no visitar a nadie m¨¢s. Al cambiar esta premisa, de repente, puede suceder que la pareja ya no sea lo m¨¢s importante. Y esto no tiene porque ser algo necesariamente malo, incluso puede ser hasta saludable integrar esta nueva configuraci¨®n dentro de la relaci¨®n de pareja porque nos libera de ciertas dependencias emocionales¡±, explica.
La cosa cambia cuando hablamos de que ceder en la pareja supone tambi¨¦n exponerse a un riesgo de contagio: ¡°Este tipo de concesiones son bastante potentes. Es decir, no es ninguna tonter¨ªa dar el brazo a torcer para que tu pareja pueda ir a ver a su familia, cuando ¨¦sta no quiere ponerse la mascarilla. En este tipo de casos, dir¨ªa que para que no se genere una desigualdad, la parte que m¨¢s ceda tiene cr¨¦dito para pedir algo a cambio. Y al rev¨¦s. Si una parte de la pareja decide no ir a ver a su familia de origen para evitar poner en riesgo a la otra, tambi¨¦n va a querer que de alguna forma este gesto se le reconozca. Aunque muchas veces se diga que en la pareja hay que ceder todo el rato, esto no siempre debe ser as¨ª. Al final hay una cuenta y si un lado siempre cede y el otro no, aparecen las desigualdades¡±, detalla.
¡°Creo que este a?o tenemos que ver la Navidad de otra manera. Esta no es una Navidad para fiestas o para salir como otros a?os, sino simplemente para celebrar que estamos aqu¨ª porque nadie est¨¢ libre ahora mismo de no estarlo el a?o que viene. Como sanitaria y siendo muy consciente de la transmisi¨®n comunitaria que tiene Asturias, recalco mucho que una PCR o un test de ant¨ªgeno negativo a d¨ªa de? ayer no es garant¨ªa de nada, porque hoy ya te has podido contagiar porque el virus sigue estando muy presente¡±, relata Olaya del R¨ªo, enfermera de 29 a?os y residente en Avil¨¦s.
Como trabajadora de una residencia de ancianos, Del R¨ªo hace mucho hincapi¨¦ en la importancia de llevar a cabo los rituales navide?os que siempre hacemos: poner luces, cenar con nuestros convivientes o salir a dar un paseo por la ciudad iluminada. ¡°Despu¨¦s de tantos meses encerrados hay que orientarse en el tiempo. Hay que saber que es Navidad y que se va a acabar el a?o y esto es algo muy importante sobre todo para la gente mayor que lleva gran parte del a?o sin salir de casa o de la residencia. Ellos m¨¢s que nadie necesitan est¨ªmulos navide?os como adornos o villancicos para no perder el horizonte temporal¡±, detalla y a?ade que lo m¨¢s sustancial es no perderle el respeto al virus. As¨ª y en l¨ªnea con lo que sostiene en su discurso, este a?o Del R¨ªo limitar¨¢ sus reuniones y cenas navide?as a su grupo de convivencia habitual.
¡°Para m¨ª lo m¨¢s importante es asumir que para disfrutar de la gente que quieres te tienes que cuidar y esa gente que quiere estar a tu lado tiene que cuidarse tambi¨¦n para ti, y si para ello tenemos que estar con mascarilla en interiores, pues tendremos que estarlo, pero si yo quiero celebrar que t¨² sigues aqu¨ª, no te puedo poner en riesgo. Es una contradicci¨®n que no podemos permitirnos¡±, concluye.
**Se han utilizado nombres falsos para proteger el derecho a la intimidad de algunas de las personas que han accedido a compartir su historia.