Superar el ¡®coitocentrismo¡¯: c¨®mo el sexo con penetraci¨®n est¨¢ perdiendo puntos
Los expertos explican que reducir las relaciones sexuales a la interacci¨®n de los genitales es una costumbre en declive, pues las nuevas generaciones tienen un concepto del placer mucho m¨¢s amplio
?Tener sexo sin penetraci¨®n es realmente tener sexo?, esta pregunta se la han hecho durante la ¨²ltima d¨¦cada algunos sex¨®logos. La respuesta ha sido que no, explica el experto en sexualidad y psicolog¨ªa ...
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?Tener sexo sin penetraci¨®n es realmente tener sexo?, esta pregunta se la han hecho durante la ¨²ltima d¨¦cada algunos sex¨®logos. La respuesta ha sido que no, explica el experto en sexualidad y psicolog¨ªa Alberto ?lamo. Sin embargo, asegura que ¡°en los ¨²ltimos a?os la revoluci¨®n del placer femenino que ha tra¨ªdo bajo el brazo el movimiento feminista, a trav¨¦s de la popularizaci¨®n de juguetes sexuales como el succionador de cl¨ªtoris, ha puesto sobre la mesa el placer de la mujer. Esto ha generado a su vez un debate sobre si es el coito lo que m¨¢s satisfacci¨®n genera a las mujeres dentro del sexo¡±. El concepto del placer para las nuevas generaciones es cada vez m¨¢s amplio. ¡°Para ellos las relaciones sexuales van mucho m¨¢s all¨¢ de los genitales, la penetraci¨®n y el orgasmo¡±, dice la sex¨®loga, Almudena M. Ferrer. El coitocentrismo ha pasado de moda.
Series como Sex and The City ense?aron a las mujeres de toda una generaci¨®n que lo que realmente importa despu¨¦s de haber tenido un encuentro sexual con un hombre es si hubo penetraci¨®n y, claro, que el acto termine con uno o m¨¢s orgasmos. Es casi como si fuera una coreograf¨ªa: salirse es arriesgarse al fracaso. En la pantalla todo esto se representa con unos besos al comienzo de la escena, seguidos de un plano en donde los dos cuerpos se funden entre s¨¢banas. Al final, los pies se estiran, dando a entender que el acto ha concluido satisfactoriamente.
Despu¨¦s de la escena, las cuatro amigas discuten c¨®mo ha ido la noche: ¡°?Pero lo hicisteis? ?Te corriste?¡±. Si la respuesta a esas dos preguntas no es afirmativa, parece que la relaci¨®n sexual ha sido un fracaso. ¡°Las pel¨ªculas y las series nos han ense?ado que el sexo funciona as¨ª, y por eso despu¨¦s lo hemos replicado en nuestras relaciones¡±, asegura el experto en sexualidad y psicolog¨ªa Alberto ?lamo, que ha visto, sin embargo, c¨®mo esto cada vez ha ido cambiando. Eso, a pesar de que el comportamiento de las personas en la cama haya sido el mismo hace siglos y de que pareciera que sin coito no hay para¨ªso.
Para la sex¨®loga Ana Lombard¨ªa, que lleva m¨¢s de 10 a?os realizando terapia sexual y de pareja, es desde que se ha empezado a hablar del cl¨ªtoris de las mujeres y, por ende, de su placer, cuando se ha empezado a cuestionar la forma en la que nos hemos estado relacionando sexualmente con nuestras parejas. ¡°Ha habido una revoluci¨®n del placer femenino, y eso ha hecho que se ponga sobre la mesa que el coitocentrismo no lo es todo, porque la penetraci¨®n no es lo que m¨¢s placer genera a las mujeres¡±. De hecho, solo un 25% de las mujeres tienen orgasmos v¨ªa vaginal sin la estimulaci¨®n directa del cl¨ªtoris. Y, aunque Freud hubiera calificado de ¡°fr¨ªgidas e inmaduras¡± a las mujeres que no ten¨ªan orgasmos vaginales, ¡°el descubrimiento del cl¨ªtoris ha dibujado una sexualidad femenina diferente, muchas veces independiente y mucho m¨¢s placentera¡±, asegura Lombard¨ªa.
Tradicionalmente, las mujeres han sido penetradas antes de que ellas mismas se atrevieran a masturbarse. ¡°La pr¨¢ctica m¨¢s habitual de las mujeres en el sexo es la penetraci¨®n vaginal (74,6?%), por encima, incluso, de la autoestimulaci¨®n (66,5?%)¡±, seg¨²n un estudio del a?o 2020 del Instituto de la Mujer.
La sex¨®loga, soci¨®loga y miembro de la junta directiva de la Asociaci¨®n Estatal de Profesionales de la Sexolog¨ªa (AEPS) Norma Ageitos Urain se remonta a que el conflicto empieza en la forma en la que nombramos a lo que hacemos antes de la penetraci¨®n. ¡°La palabra preliminares significa que antecede o se antepone a la acci¨®n principal, es decir, el coito. Con este t¨¦rmino le quitamos importancia a todo lo que sucede en el previo, como si una relaci¨®n sexual no estuviera completa hasta que el pene entra en la vagina¡±. Ageitos pone el ejemplo de una carta de un restaurante y hace una analog¨ªa entre quedarse solo con un plato principal o pensar que se tiene todo un men¨² de posibilidades entre las que escoger para generar placer a las dos partes involucradas en el acto. ¡°Lo importante es tener una educaci¨®n sexual en donde sepamos que lo importa es el deseo y el placer, no llegar a una meta a trav¨¦s de un rito¡±.
La sex¨®loga explica que dentro de las sexualidades no normativas, los genitales, la excitaci¨®n y muchas veces incluso los orgasmos no necesariamente forman parte del sexo. ¡°Se busca explorar otras sensaciones m¨¢s all¨¢ del falocentrismo¡±. Los datos lo avalan. ¡°Las mujeres heterosexuales son el grupo que menos orgasmos consigue, ya que solo un 65% de las veces que mantienen relaciones llegan al cl¨ªmax. Contrariamente, en el primer puesto est¨¢n los hombres heterosexuales, con un porcentaje de orgasmos del 95%, le siguen los gays (89%), los varones bisexuales (88%), las lesbianas (86%) y las mujeres bisexuales (66%)¡±, seg¨²n un estudio sobre la frecuencia de los orgasmos llevado a cabo entre diferentes universidades norteamericanas y publicado en Archives of Sexual Behavior.
El placer m¨¢s all¨¢ del falocentrismo
Para Cecilia Bizzotto, soci¨®loga y portavoz de JOYClub en Espa?a, vivimos en una sociedad coitocentrista: ¡°Creemos que todo el sexo pasa por los genitales y se ha vuelto una sexualidad finalista. Si no hay un orgasmo, es un mal sexo, con lo que no se suele acabar hasta que alguno de los dos lo alcance, usualmente el hombre¡±.
Bizzotto ha elaborado una encuesta a 195 personas en la que preguntaba cu¨¢les eran sus principales fantas¨ªas o prop¨®sitos sexuales para el 2024. Esta se ha saldado con unos resultados sorprendentes. Entre m¨¢s de una docena de posibilidades, entre las cuales estaba desde practicar juegos sensoriales, posturas innovadoras o BDSM, las opciones m¨¢s votadas fueron el sexo en grupo y explorar la sexualidad m¨¢s all¨¢ del coito. Ganas no faltan.
Sin embargo, seg¨²n los expertos, el coitocentrismo siempre ha ido de la mano de la religi¨®n. ¡°La virginidad es una concepci¨®n de la sexualidad enfocada hacia lo genital, y lleva el peso de muchas cosas, con los juicios morales que implica¡±, asegura ?lamo, que recuerda que la ¨²nica diferencia entre la penetraci¨®n y otras pr¨¢cticas dentro de las relaciones sexuales es que puede haber un riesgo de embarazo con la primera.
Algo est¨¢ cambiando, sin embargo, pues para ?lamo ¡°las nuevas generaciones que vienen van a tener relaciones sexuales llenas de un c¨²mulo de experiencias que no se centran en la penetraci¨®n¡±. En esto coincide Almudena M. Ferrer, sex¨®loga experta en formaci¨®n y art¨ªfice de Bodysex que ha podido notar c¨®mo ahora hay una tendencia a hablar cada vez m¨¢s de sexualidad y a intentar salirse de lo convencional. ¡°Cada vez somos m¨¢s conscientes del da?o que nos ha hecho el coitocentrismo y estamos tomando las riendas de nuestro placer¡±. Ferrer cree que llegar¨¢ un d¨ªa en donde la gente ya no pregunte: ?pero follaron o se quedaron en los preliminares? Ese d¨ªa, entenderemos que el sexo es tan amplio como la forma de entender las relaciones.