¡°Cada vez se cocina peor¡±
?Fre¨ªr sin aceite? El cocinero Chema de Isidro apuesta en su nuevo libro por recetas sanas para cuidarse sin dejar de disfrutar de la comida.
Dos de cada tres personas que emprenden una dieta acaban dej¨¢ndolo por ansiedad, porque no les funciona o porque vuelven a recuperar el peso perdido. Es muy posible, aunque no hay estad¨ªsticas al respecto, que muchos abandonen en las fiestas navide?as, donde las costumbres espa?olas encadenan comilona tras comilona, por lo general ultra cal¨®ricas y, con frecuencia, insanas.
Chema de Isidro, cocinero del restaurante madrile?o Bellalola, lanza su libro (¡°La dieta de la prote¨ªna¡±) en el momento adecuado, cuando comienzan las cenas de trabajo y muchos hogares espa?oles ...
Dos de cada tres personas que emprenden una dieta acaban dej¨¢ndolo por ansiedad, porque no les funciona o porque vuelven a recuperar el peso perdido. Es muy posible, aunque no hay estad¨ªsticas al respecto, que muchos abandonen en las fiestas navide?as, donde las costumbres espa?olas encadenan comilona tras comilona, por lo general ultra cal¨®ricas y, con frecuencia, insanas.
Chema de Isidro, cocinero del restaurante madrile?o Bellalola, lanza su libro (¡°La dieta de la prote¨ªna¡±) en el momento adecuado, cuando comienzan las cenas de trabajo y muchos hogares espa?oles se preparan para el pistoletazo de salida de las fiestas.
Lo que pretende, se?ala Montse Ambroa, periodista especializada en gastronom¨ªa y diet¨¦tica, es ¡°perder kilos de m¨¢s sin pasar hambre, sin productos milagrosos, sin gastar dinero innecesariamente. Afronta un libro de dietas desde el amor al comer, desde la perspectiva de que disfrutar de la cocina y a la vez perder peso es posible¡±. O, en palabras de de Isidro: que el de al lado sienta envidia de nuestro plato sin estar a r¨¦gimen.
Aunque desde aqu¨ª seguimos apostando por esa dieta infalible que consiste ni m¨¢s ni menos que en prestar atenci¨®n, el libro contiene un mont¨®n de trucos y abundante informaci¨®n sobre maneras de cocinar y tablas de alimentos. Todo muy necesario en un momento en el que seg¨²n de Isidro, ¡°cada vez se cocina peor. Falta mucha informaci¨®n¡±.
La cosa, seg¨²n de Isidro, que imparte varios cursos de cocina en su restaurante ¨Cadem¨¢s de en un canal de televisi¨®n¨C, comienza con los ni?os. ¡°No hay conciencia¡±, se?ala. Padre de dos ni?as de 7 y 9 a?os (que, por supuesto, ya saben cocinar), de Isidro se?ala que siente pena por los peque?os: ¡°Ah¨ª comienzan los malos h¨¢bitos. En los cumplea?os, por ejemplo, a los ni?os los llevan a la hamburgueser¨ªa. ?C¨®mo se puede celebrar un cumplea?os as¨ª?¡±.
De aquellos barros, estos lodos. Porque hoy, apunta, la gente no tiene tiempo, est¨¢ estresada, y cocina precocinado como nunca antes se hab¨ªa hecho. ¡°El problema es que pocas veces se miran las etiquetas de la cocina elaborada, o las de las conservas, para ver la composici¨®n de estos alimentos con frecuencia insanos¡±, apunta.
Los platos que m¨¢s le gusta cocinar son ¡°los que cuecen, los que van mutando. Me gusta sentir esa transformaci¨®n¡±. Para Navidad recomienda un tartar de buey, salm¨®n o lomillo. ¡°Son platos ex¨®ticos y elegantes, con pocas calor¨ªas y de f¨¢cil elaboraci¨®n¡±.
A brochazos
Con una brocha y un horno se consiguen milagros. De Isidro propone ¡°falsas frituras¡± utilizando el horno. Lo explica as¨ª: En primer lugar, sustituimos la temperatura del aceite hirviendo por la de un horno muy caliente. Para conseguir el color y la textura crujiente tan atractiva de los fritos, sugiere usar una brocha, que utilizaremos para dar una m¨ªnima capa de aceite a los productos, es decir, pintar suavemente las empanadillas, croquetas, empanadas e incluso patatas fritas. Tambi¨¦n sugiere pintar con huevo batido los asados, incluso los pescados, para darles la apariencia de fritos.