El misterio de la cruz de madera de Salvini: el ¡®complemento¡¯ cat¨®lico ahora es herramienta pol¨ªtica
?Es normal que un Ministro exhiba s¨ªmbolos religiosos?
Cuando la semana pasada Matteo Salvini comenz¨® su llamado ¡°Tour de las playas¡± en el famoso club Papeete Beach ¨Cel lugar donde todos los adolescentes de Italia han ido alguna vez a perder el control entre c¨®cteles y cuerpos semidesnudos¨C no hab¨ªa un solo detalle que no estuviese cuidado. El ministro del Interior Italiano sab¨ªa que era la primera vez que el pa¨ªs que, como ¨¦l mismo ha proclamado (mediante una frase robada a Mussolini: ¡°Dadme plenos poderes¡±), ahora aspira a presidir, le iba a ver en ba?ador. Su aspecto iba a estar sometido a un fuerte escrutinio. ...
Cuando la semana pasada Matteo Salvini comenz¨® su llamado ¡°Tour de las playas¡± en el famoso club Papeete Beach ¨Cel lugar donde todos los adolescentes de Italia han ido alguna vez a perder el control entre c¨®cteles y cuerpos semidesnudos¨C no hab¨ªa un solo detalle que no estuviese cuidado. El ministro del Interior Italiano sab¨ªa que era la primera vez que el pa¨ªs que, como ¨¦l mismo ha proclamado (mediante una frase robada a Mussolini: ¡°Dadme plenos poderes¡±), ahora aspira a presidir, le iba a ver en ba?ador. Su aspecto iba a estar sometido a un fuerte escrutinio. Colgado de su cuello y estrat¨¦gicamente situada en el centro del pecho, sobre una mata de pelo, luc¨ªa un complemento muy especial: a primera vista puede parece una cruz. Y lo es, aunque una sui generis. La Tau es la ¨²ltima letra del alfabeto hebreo y la decimonovena del alfabeto griego (que corresponde con nuestra ¡°te¡±). Pero, tallada en madera de olivo es, adem¨¢s, el s¨ªmbolo que representa a la orden de San Francisco de As¨ªs, el patr¨®n de Italia. Con esa cruz colgada en el cuello a modo de complemento veraniego, se subi¨® a la mesa de mezclas de la discoteca m¨¢s famosa de Milano Mar¨ªttima, el destino de veraneo de miles de milaneses, y pinch¨® para una multitud enfervorecida el himno nacional.
?Por qu¨¦ es m¨¢s llamativa esta cruz que, pongamos, el ba?ador negro con perneras largas y bordes naranjas o las abundantes pulseras que luc¨ªa en su mu?eca? ?No hay cientos de ciudadanos que caminan por las calles de todas las ciudades del mundo con crucifijos colgados a modo de adorno y est¨¢n en su perfecto derecho?
Esa cruz, que le hemos vuelto a ver el pasado fin de semana en Taormina, es llamativa porque Salvini es un l¨ªder de un partido pol¨ªtico adem¨¢s de representante institucional e Italia, aunque sea un pa¨ªs profundamente cat¨®lico, es tambi¨¦n desde 1984 uno aconfesional. ¡°Esta actitud es absolutamente in¨¦dita en un pol¨ªtico. Aqu¨ª gobern¨® durante muchos a?os la democracia cristiana, que es, por definici¨®n un partido cat¨®lico, y nunca hicieron esa ostentaci¨®n de s¨ªmbolos¡±, explica el corresponsal de El Pa¨ªs en Italia, Daniel Verd¨².
En 1984 al frente del Vaticano estaba Juan Pablo II, quien consigui¨® llegar a una entente cordial con Bettino Craxi. En 2019 el Papa de Roma se hace llamar Francisco y mantiene un tenso enfrentamiento t¨¢cito con el ministro del Interior, a quien desaf¨ªa por sus duras pol¨ªticas contra los inmigrantes. En ejemplo: durante las elecciones europeas, el cardenal polaco?Konrad Krajewski, limosnero del?Papa que se encarga de socorrer a las personas m¨¢s necesitadas de la capital, rompi¨® el recinto policial de un edificio ocupado ilegalmente en Roma para restablecer la luz a 400 personas. Salvini exigi¨® con su habitual tono provocador que el Vaticano paguese los?300.000 euros?que deben los ocupantes del edificio a la empresa de energ¨ªa el¨¦ctrica?Acea.
¡°Desde luego que hay una intenci¨®n pol¨ªtica en esa cruz de madera¡±, dice Verd¨². ¡°?l todo lo basa en un c¨¢lculo electoral. Su asesor de campa?a, Luca Morissi, que es quien le hace los sondeos le se?al¨® en su d¨ªa que son los votantes cat¨®licos precisamente los que est¨¢n m¨¢s en desacuerdo con la postura del Papa frente a los inmigrantes y desde hace un a?o ha tomado esa deriva¡±, a?ade. Los s¨ªmbolos religiosos cobran un sentido especialmente decorativo o ¡®de moda¡¯ si se los pone Salvini, porque antes de tener motivaciones electorales, su perfil no era el de un ferviente y ejemplar cat¨®lico. ¡°Su entorno te cuenta que si ha sido practicante debi¨® serlo en privado. Es divorciado, ha tenido varias novias, no parece que moralmente est¨¦ muy cercano al catolicismo¡ Detect¨® que hab¨ªa ese nicho y desde entonces, los que le conocen cuentan que tiene un mont¨®n de v¨ªrgenes en casa¡±, explica Verd¨².
No es la primera vez que Matteo Salvini exhibe un ¡°complemento cat¨®lico¡± en un acto p¨²blico. Hace un a?o se present¨® con una Biblia y un rosario en un mitin. El pasado 18 de mayo, blandi¨® de nuevo un rosario, esta vez invocando a la virgen, al final de la reuni¨®n de los socialistas europeos. Ayer, el ¡°tour de las playas¡± ten¨ªa parada en Siracusa y de nuevo hizo lo mismo.
La Conferencia Episcopal le ha criticado muy duramente por ello. Y el sacerdote Michele Giulio Masciarelli le afe¨® su actitud en mayo: ¡°Los s¨ªmbolos cristianos son un modo de leer el mundo y de interpretar el universo. Un uso profano de esos s¨ªmbolos debe despertar en los dem¨¢s cristianos preocupaci¨®n y una actitud cr¨ªtica. El rosario y la cruz no pueden usarse como armas identitarias contra una supuesta amenaza externa¡±. Bien es verdad que la Iglesia tambi¨¦n puso el grito en el cielo cuando Madonna empez¨® en los a?os noventa a hacer un uso ¡°profano¡± de los crucifijos en su puesta en escena y finalmente la curia romana han acabado dando su bendici¨®n a la fusi¨®n de catolicismo y moda, como prueba el hecho de que el a?o pasado participasen en la Gala del MET, el gran acontecimiento fashion del a?o. Pero Salvini no es una vedette, sino un Vicepresidente. Retar as¨ª la aconfesionalidad del Estado es, cuando menos, inusual.
Para Salvini, que empez¨® su carrera pol¨ªtica defendido la independencia de Lombard¨ªa, diciendo ¡°Roma nos roba¡± e insultando a todos los italianos del Sur, el uso de cierta indumentaria y ciertos complementos para ganarse la simpat¨ªa de los agraviados ha sido fundamental: que se haya dejado ver con frecuencia con la camiseta de la selecci¨®n italiana o que se haya puesto prendas de la Polic¨ªa responde a esa t¨¢ctica. Esto ¨²ltimo ha sido visto con especial recelo entre los progresistas ¡°pero la ha granjeado la aprobaci¨®n de los amantes del orden y la autoridad¡±, dice Verd¨² con iron¨ªa.
Nadie puede negar que la estrategia le ha funcionado: la Liga es hoy ya el partido preferido de los cat¨®licos. Los votantes que se declaran practicantes y van cada domingo a misa han pasado del 12% al 27%, seg¨²n una encuesta realizada por Demos & Piper para La Repubblica. A¨²n as¨ª, ha tenido que pelear duro para ganarse a cientos sectores, sobre todo a los muy cat¨®licos italianos del sur, a los que ten¨ªa la mala costumbre de tildar de ¡°paletos¡±. A ellos podr¨ªa est¨¢ especialmente dedicado este ¡°tour de las playas¡± en el que, como dice Daniel Verd¨²: ¡°Hemos descubierto a la vez su cruz de madera y sus michelines¡±.