Ni cirug¨ªa ni b¨®tox: Kate Beckinsale o el caso de las actrices que se plantan ante el ¡°acoso¡± de las redes hacia su apariencia

¡°Por favor, parad ya¡±. Con esta s¨²plica finalizaba la actriz Kate Beckinsale un extenso alegato publicado el pasado cinco de mayo en su cuenta de Instagram. Tras pasar varios d¨ªas ingresada en el hospital por motivos m¨¦dicos no desvelados hasta ahora, la protagonista de pel¨ªculas como Underworld o Pearl Harbor reapareci¨® en la alfombra roja de un evento ben¨¦fico en Nueva York, generando a su vez una oleada de comentarios sobre su aspecto f¨ªsico y los supuestos retoques a los que se habr¨ªa sometido. ¡°Cada vez que publico algo...

¡°Por favor, parad ya¡±. Con esta s¨²plica finalizaba la actriz Kate Beckinsale un extenso alegato publicado el pasado cinco de mayo en su cuenta de Instagram. Tras pasar varios d¨ªas ingresada en el hospital por motivos m¨¦dicos no desvelados hasta ahora, la protagonista de pel¨ªculas como Underworld o Pearl Harbor reapareci¨® en la alfombra roja de un evento ben¨¦fico en Nueva York, generando a su vez una oleada de comentarios sobre su aspecto f¨ªsico y los supuestos retoques a los que se habr¨ªa sometido. ¡°Cada vez que publico algo me acusan de haberme sometido a una cirug¨ªa irreconocible, usar b¨®tox y estar obsesionada con parecer m¨¢s joven (¡­) Es una forma viciosa de intimidar a una persona¡±, manifestaba la int¨¦rprete, tildando de ¡°acoso insidioso¡± las especulaciones respecto a su f¨ªsico. Publicando dos v¨ªdeos con 20 a?os de diferencia como prueba de que los cambios de su rostro son fruto solo del envejecimiento, Beckinsale neg¨® de forma rotunda haberse sometido a ning¨²n tratamiento: ¡°He llegado al extremo de pedirle a un cirujano pl¨¢stico que afirme categ¨®ricamente que no lo he hecho y, pese a eso, cada vez que publico algo aparece un coro que dice: ¡®Dios m¨ªo, est¨¢s irreconocible¡¯, ¡®pl¨¢stico¡¯, ¡®ya no pareces t¨² misma¡¯¡­ Sucede todo el tiempo y suelen ser mujeres quienes lo hacen¡±.

A sus 50 a?os, la brit¨¢nica es la ¨²ltima de una larga lista de estrellas de Hollywood que han denunciado la ridiculizaci¨®n y el escarnio sufrido por la demanda popular de dictar c¨®mo y cu¨¢ndo deben envejecer los f¨ªsicos que nos deslumbraron en la gran pantalla. Ah¨ª est¨¢n los casos de Ren¨¦e Zellweger, que tild¨® de ¡°humillaci¨®n internacional¡± el debate respecto a las supuestas intervenciones quir¨²rgicas que habr¨ªan cambiado su rostro oblig¨¢ndola a publicar un comunicado en su defensa, o las elucubraciones sobre los p¨®mulos marcados de Demi Moore, que llev¨® su debut como modelo en un desfile de Fendi en 2021 a los telediarios generalistas y gener¨® titulares como ¡°Demi No Moore¡± (un juego de palabras fon¨¦tico con su apellido y que en podr¨ªamos traducir como ¡°Demi no m¨¢s¡±). 24 horas despu¨¦s, sin embargo, colgaba una foto en la que su rostro exhib¨ªa su aspecto ¡®usual¡¯. En Instagram, la cuenta @celebface, dedicada a revelar y detallar al mundo los supuestos retoques y cambios est¨¦ticos de los famosos, supera el mill¨®n de seguidores. El 99% de las figuras analizadas son mujeres, claro.

¡°El odio y los comentarios despectivos hacia el f¨ªsico de las mujeres son sintom¨¢ticos de una cultura profundamente arraigada en el sexismo y los est¨¢ndares de belleza irreales. ¡°Ellas son juzgadas con una lupa implacable en comparaci¨®n con los hombres, y cualquier cambio en su apariencia, ya sea natural o resultado de retoques est¨¦ticos, es objeto de escrutinio y cr¨ªtica desmedida¡±, explica a S Moda Ixi ?vila, coach de inteligencia emocional, subrayando c¨®mo esta discriminaci¨®n edadista y f¨ªsica perpet¨²a estereotipos da?inos al mismo tiempo que deteriora la autoestima y el bienestar emocional de las mujeres.

La experta, que acostumbra a recibir en su consulta a renombrados artistas del cine o la m¨²sica, confirma que el miedo a la cr¨ªtica por la apariencia f¨ªsica no es individual sino sist¨¦mico y especialmente da?ino en adolescentes. ¡°Ellos son muy conscientes de la existencia de haters ya sea de forma directa o indirecta¡±, concede. ¡°En mis sesiones con actrices j¨®venes ha pasado m¨¢s de una vez que se planteen hacerse retoques est¨¦ticos con veintipocos a?os. Que no se sientan bien cuando se comparan con el filtro que suelen utilizar en Instagram y que busquen esconder todo lo que sale del canon de belleza instaurado. Un ejemplo de un caso concreto es cuando sienten nervios a la hora de ir a un casting: no tanto por el casting en s¨ª, sino porque el miedo a que las vean al natural, sin el filtro puesto o con menos maquillaje de lo que se ponen normalmente porque el personaje lo requiere¡±

En su alegato, la propia Kate Beckinsale desvela por primera vez que, pese a las acusaciones de temer el paso de los a?os, envejecer es algo que aprecia profundamente ya que convive con el trauma desde la infancia. A los cinco a?os de edad se encontr¨® a su padre reci¨¦n fallecido a causa de un ataque al coraz¨®n y pas¨® ¡°paralizada por una ansiedad severa y diferentes ataques de p¨¢nico¡± la mayor parte de su adolescencia y los primeros a?os de su edad adulta. ¡°El hecho de ser acosada por la suposici¨®n de que no puedo lidiar con la idea de envejecer es profundamente ir¨®nico cuando el terror que me consum¨ªa entonces era el de no sobrevivir a la veintena¡±, a?ade la londinense en una publicaci¨®n que acab¨® borrando de su perfil a los pocos d¨ªas sin m¨¢s explicaci¨®n.

En palabras de ?ngel Rull, psic¨®logo experto en perspectiva de g¨¦nero, la verg¨¹enza y la culpa son las dos heridas principales que provoca el hate digital en aquellos que lo reciben: ¡°La verg¨¹enza aparece como un mecanismo que nos se?ala que hay algo malo en nosotros y que, por tanto, merecemos lo que est¨¢ pasando. Y la culpa es el mecanismo regulador y controlador; si esto es culpa m¨ªa, puedo cambiarlo y as¨ª no volver¨¢ a suceder¡±. En sus terapias buscan reenfocar y colocar bien las responsabilidades: ¡°Lo que me ocurre no es mi responsabilidad, ni hay nada malo en m¨ª ni debo cambiar nada. El problema es externo y, por tanto, ajeno a m¨ª, a mi identidad o a la imagen que yo doy¡±. Sin embargo, el pensamiento heteronormativo que domina la sociedad actual hace muy dif¨ªcil para cualquier mujer, estrella internacional o no, salirse de ese juicio paralelo en el que, seg¨²n el especialista, todos participamos. ¡°El cuerpo de la mujer se exige como un elemento de disfrute para el hombre, por lo que tiene que ser perfecto. Pero siempre desde el mecanismo de manipulaci¨®n del sistema, que sea bonito pero no tanto, que sea sugerente pero no tanto, que no envejezca pero que no se note el retoque est¨¦tico. Eso lleva a un equilibrio imposible de cumplir¡±.

Este mismo a?o, la actriz Erin Moriarty (The Boys) y la top model Adriana Lima tambi¨¦n se vieron obligadas a salir a la palestra y desmentir haber pasado por el quir¨®fano. ¡°Esta es la cara de una madre cansada de un hijo adolescente, dos preadolescentes, un ni?o muy activo, otro de un a?o que est¨¢ aprendiendo a andar y tres perros¡­ gracias por vuestra preocupaci¨®n¡±, replicaba quien fuera ¨¢ngel de Victoria¡¯s Secret. Contestar a los odiadores, desaparecer durante un tiempo de las redes, borrar los perfiles para siempre¡­ Cada celebrity tiene su librillo para lidiar con la ira digital, aunque, en el caso de Kate, los expertos coinciden a la hora de alabar su gesto. ¡°Redactar un post reivindicativo como ha hecho Kate es algo necesario que puede ayudar tanto a personas sufriendo el mismo tipo de abuso en mayor o menor escala como a promover un cambio social, al invitarnos a reflexionar y a transformar lo que es socialmente aceptable en el entorno digital¡±, manifiesta ?vila. ¡°Su reacci¨®n me parece fundamental¡±, corrobora Rull, ¡°porque est¨¢ usando la voz que le brinda ser una figura medi¨¢tica para dar voz a las personas que no la tienen, a los que callan y a los que tienen miedo. Es primordial que usemos nuestra voz para denunciar y para se?alar al verdadero culpable de todo esto, que nunca ser¨¦ yo, ni mi identidad ni mi cuerpo¡±. Y concluye: ¡°La evoluci¨®n pasar¨¢ no por seguir poniendo el foco en la mujer o en su cuerpo, sino en las figuras que usan, abusan o maltratan esos cuerpos. Ah¨ª acabar¨¢ todo el debate¡±.