Los sensores de glucosa como s¨ªmbolo de estatus: ?est¨¢ justificado su uso en personas sin diabetes?

Hace un par de meses, The Wall Street Journal se preguntaba qu¨¦ ten¨ªan en com¨²n una estrella de Hollywood, un medallista ol¨ªmpico y un investigador de longevidad de Harvard. La respuesta era su ¡°obsesi¨®n¡± por el control de la glucosa y por los sensores que la monitorizan. Los sensores son peque?os dispositivos que normalmente se colocan en la parte posterior del brazo para medir de forma constante la concentraci¨®n de glucosa en el l¨ªquido intersticial. Aunque hasta hace poco estos medidores eran empleados ¨²nicamente por personas con diabetes, sobre todo por las tipo 1, cuyo p¨¢ncreas deja de funcionar con normalidad por razones que la ciencia todav¨ªa no ha logrado encontrar, cada vez es m¨¢s habitual que quienes no padecen la enfermedad los lleven.

Ha nacido as¨ª una preocupaci¨®n m¨¢s que sumar al interminable listado de neuras existentes, que ha hecho a algunos preguntarse si la glucosa es el nuevo gluten. Tambi¨¦n se habla de los sensores como el ¨²ltimo s¨ªmbolo de estatus que ¨Cde no ser cubiertos por la seguridad social¨C cuestan unos 1.440 euros al a?o. Ambas afirmaciones quedan de maravilla como titulares, pero molestan a quienes no llevan estos sensores como capricho, sino como m¨¦todo de supervivencia al carecer de un p¨¢ncreas funcional.

Con esta nueva obsesi¨®n por la glucosa, en las redes sociales han surgido gur¨²s como Jessie Inchausp¨¦, m¨¢s conocida como Glucose Goddess, que ofrecen tips para controlar y minimizar los picos de glucosa. La finalidad de su m¨¦todo no es perder peso, sino de aprender a comer siguiendo un orden concreto que beneficia al control de la glucosa. Inchausp¨¦, que no es una persona con diabetes, ha organizado un aut¨¦ntico negocio alrededor del control del az¨²car. Dispone de dos libros superventas, un curso online que ronda los 2.500 euros, un videopodcast, una cuenta de Instagram con m¨¢s de 3 millones de seguidores (entre ellos encontramos a Karlie Kloss, Orlando Bloom y c¨®mo no, Gwyneth Paltrow). En mayo saca a la venta un suplemento con el que minimizar ¨Csupuestamente¨C las subidas de az¨²car un 40 % y que cuesta 53 euros. De momento, ha recomendado a las personas con diabetes que no lo tomen sin consultar con su m¨¦dico, as¨ª que desconcemos si realmente es algo efectivo o es un placebo para personas sanas. Reconoce que ha recibido muchas cr¨ªticas por emplear sensores de glucosa pese a no ser una persona con diabetes, por lo que en 2022 comenz¨® a distanciarse de los dispositivos. ¡°Recib¨ª muchos mensajes de personas que tienen diabetes tipo 1 que dec¨ªan: ¡®Jessie, es muy ofensivo que hables del sensor como si fuera un aliado fashionista cuando se trata de algo que necesito para vivir¡¯. Nunca me lo hab¨ªa planteado¡±, explic¨® a Wall Street Journal. Desde entonces, solo usa un monitor un par de veces al a?o durante un par de semanas.

Los sensores de glucosa se han ido adentrando poco a poco tambi¨¦n en la cultura popular de la mano de modelos como Laura S¨¢nchez y Lila Grace Moss, hija de Kate Moss, que ha posado con su sensor en una campa?a de Fendi. Ambas padecen diabetes tipo 1 y necesitan los sensores para poder controlar cu¨¢nta insulina necesitan inyectarse en cada momento. En sus redes, han normalizado llevar sensor, lo que ha sido muy aplaudido por los padres de ni?os y ni?as con la enfermedad, que lidian con las inseguridades de estos peque?os por llevar un aparato tecnol¨®gico pegado a la piel. Tambi¨¦n en TikTok ya un boom de v¨ªdeos en los que se pone en marcha el unpacking de sensores del tipo ZOE, que es el m¨¢s popular fuera de nuestras fronteras y que es empleado por miles de personas que, pese a no ser personas con diabetes, controlan con meticulosidad sus niveles de glucosa.

Pero, ?sirve de algo que personas sin diabetes se preocupen por sus desniveles de glucosa? Responde Alberto Conde Mellado, fundador de Glucovibes, un GPS metab¨®lico digital que extrae de forma objetiva indicadores del cuerpo para entender c¨®mo funciona por dentro y detectar problemas metab¨®licos. ¡°La diabetes tipo 2, no confundir con la 1 que desconocemos la causa, suele venir precedida por una pre-diabetes por picos de glucosa continuos que generan una resistencia a la insulina y una necesidad insul¨ªnica cr¨®nica residual que puede desencadenar la patolog¨ªa. No es algo que ocurra de la noche a la ma?ana, pero las personas sanas tambi¨¦n tienen picos de glucosa, y cuando estos se dan de forma continuada, con el paso de los a?os, pueden generar s¨ªntomas de predisposici¨®n a la prediabetes o diabetes tipo 2 posterior. Hemos detectado patrones preocupantes en muchas personas que pensaban que eran persona sanas, pero cuyos h¨¢bitos durante muchos a?os hab¨ªan generado una resistencia a la insulina, por ejemplo, gener¨¢ndoles picos muy elevados y una vuelta a la normalidad m¨¢s lenta de lo normal¡±, indica.

Hasta qu¨¦ punto puede este control innecesario puede tener consecuencias negativas, es una pregunta que se hacen muchos profesionales de la salud. ¡°Cuidarse es acertado, pero, como todo, en exceso, se puede convertir en una patolog¨ªa, en este caso mental. Por tanto, si se usan de un modo adecuado para cuidar los niveles de az¨²car, por ejemplo, en una persona que la tenga alta, est¨¢ indicado, pero si se hace de un modo obsesivo o sin una necesidad real, debemos valorar que puede haber un trastorno psicol¨®gico detr¨¢s que puede ser un Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)¡±, explica a S Moda Manuel Hern¨¢ndez, Presidente de la Asociaci¨®n Espa?ola del Trauma Psicol¨®gico y creador del Modelo Parcuve. ¡°Si una persona tiene diabetes y vigila sus niveles de az¨²car de forma frecuente, es algo sano y adecuado, pero si alguien usa estos sensores para vigilar lo que come, por ejemplo, y lo hace de un modo muy frecuente o excesivo, sin duda podemos decir que tiene un TOC. El problema no reside en usar sensor. Lo que preocupa es el motivo por el que se usa y la frecuencia con la que se haga.¡±, a?ade.

Un nuevo s¨ªmbolo de clase

Los s¨ªmbolos de estatus son un gran indicador para medir el zeitgeist de cada momento, y el inter¨¦s por controlar la salud subraya el individualismo que hoy nos caracteriza. Desde aplicaciones con las que medir la calidad del sue?o hasta el control de los pasos diarios, la posibilidad de medir aspectos que antes no ten¨ªamos en cuenta nos hace ver que nuestra salud es nuestra responsabilidad, por lo que la buena salud es ahora un privilegio y para algunos privilegiados, su control absoluto es un pasatiempo.

¡°Desde Glucovibes centralizamos toda la informaci¨®n del estilo de vida, y el sensor nos sirve para ¡®calibrar¡¯ a cada persona de manera individual y conocer la respuesta de su sistema metab¨®lico en diferentes momentos del d¨ªa y ante diferentes est¨ªmulos como son la nutrici¨®n, la actividad y el descanso. Usar un sensor con una aplicaci¨®n en el m¨®vil pensada para personas con diabetes quiz¨¢ no sea la opci¨®n m¨¢s adecuada para una persona sana. Sin embargo, utilizar esa informaci¨®n como un dato fisiol¨®gico de su metabolismo, puede aportar muchos beneficios para extender niveles de concentraci¨®n, gestionar peso, mejorar el descanso, conocer patrones inducidos por el estilo de vida que puedan mejorarse, y sobre todo, prevenir posibles alteraciones metab¨®licas futuras ante h¨¢bitos actuales¡±, advierte Alberto Conde Mellado.

El exfutbolista y entrenador Luis Enrique es uno de los usuarios de Glucovibes, del que habl¨® en directo en sus redes sin tener contrato alguno con la marca. ¡°?Veis este parche que tengo aqu¨ª? Es un parche que indica la glucosa. Es decir, el nivel de az¨²car en sangre en funci¨®n de lo que haya comido. A m¨ª me gusta mucho, en funci¨®n de lo que como, saber que cuando uno mete un pico de az¨²car, sube la glucosa y el p¨¢ncreas tiene que segregar insulina para bajar ese desnivel, porque no es lo m¨¢s adecuado para nuestra salud. Con ¨¦l puedo ver claramente, seg¨²n lo que como, qu¨¦ picos de az¨²car tengo. Si de repente me excedo en algo y veo que no me siento muy bien, lo miro en la gr¨¢fica y puedo ver qu¨¦ est¨¢ pasando. Es muy interesante para todo aquel al que le guste la salud y para todos los que hag¨¢is deporte de resistencia, porque durante la carrera, pod¨¦is ver vuestros picos de glucosa, y acorde a estos, suplementaros¡±, dijo.

Aunque los sensores que tantas personas sin diabetes emplean tienen como finalidad controlar la salud, como escribe Barbara Ehrenreich en Natural Causes, un libro que aborda la forma en la que nos enfrentamos al bienestar y a la muerte, ¡°da igual cu¨¢nto nos esforcemos: no todo est¨¢ bajo nuestro control, ni siquiera nuestro cuerpo y mente¡±.

Al final, los sensores de glucosa pueden funcionar como aliados para el control de la salud, pero tambi¨¦n pueden convertirse en trampas de autovigilancia que s¨®lo unos pocos pueden permitirse, pues muchas de las personas con diabetes tipo 1 que viven en pa¨ªses en los que la atenci¨®n m¨¦dica no es gratuita no pueden acceder a estos sensores. Y esto no es ninguna broma. Las mujeres que desarrollan diabetes tipo 1 antes de los diez a?os tienen una esperanza de vida media 18 a?os menor que las mujeres sin diabetes. En el caso de los hombres, su vida media es 14 a?os menor, seg¨²n los resultados de un estudio publicado en The Lancet. Cuando la salud y su control son un lujo, hemos de tener cuidado. Hablar del sensor de glucosa como si fuera la nueva tendencia en bolsos puede ser delicado para los que lo necesitan para sobrevivir, no para presumir.