El ocaso de los v¨ªdeos sexuales: por qu¨¦ el fen¨®meno de la cinta de ¡®Pam y Tommy¡¯ hoy no se podr¨ªa repetir
Con motivo del estreno de la serie de Disney+ sobre el v¨ªdeo sexual viral protagonizado por Pamela Anderson y Tommy Lee, analizamos los motivos de la progresiva desaparici¨®n de un fen¨®meno multimillonario y nacido en los albores de Internet.
Es considerado el primer v¨ªdeo viral de la historia. All¨¢ por 1995, un electricista con ansias de cobrarse una deuda nunca saldada rob¨® la caja fuerte de una de las parejas m¨¢s controvertidas del Hollywood noventero: Pamela Anderson, icono televisivo por su papel en Los vigilantes de la playa, y Tommy Lee, miembro de la banda de heavy rock M?tley Cr¨¹e. Adem¨¢s de relojes Rolex y Cartier, all¨ª en...
Es considerado el primer v¨ªdeo viral de la historia. All¨¢ por 1995, un electricista con ansias de cobrarse una deuda nunca saldada rob¨® la caja fuerte de una de las parejas m¨¢s controvertidas del Hollywood noventero: Pamela Anderson, icono televisivo por su papel en Los vigilantes de la playa, y Tommy Lee, miembro de la banda de heavy rock M?tley Cr¨¹e. Adem¨¢s de relojes Rolex y Cartier, all¨ª encontr¨® algo que podr¨ªa reportarle mucho m¨¢s dinero: una cinta VHS con un v¨ªdeo er¨®tico grabado por ellos mismos. Incapaz de que ninguna productora le comprara los derechos sin el consentimiento de la pareja, el ladr¨®n apost¨® por distribuirla a trav¨¦s de esa inexplorada y recient¨ªsima herramienta llamada Internet, a la que solo ten¨ªan acceso unos 40 millones de personas en todo el mundo. Tres a?os despu¨¦s, el ¨¦xito de la publicaci¨®n hab¨ªa sido tal que Anderson y Lee, incapaces de que la justicia la retirara del mercado, se vieron obligados a firmar un contrato de copyright. Seg¨²n Rolling Stone, la cinta gener¨® m¨¢s de 70 millones de euros solo en ventas legales.
Pam & Tommy, la serie que llega a Disney+ este 2 de febrero, recupera ahora la rocambolesca y delirante historia detr¨¢s de la publicaci¨®n de la cinta ¨ªntima, proponiendo a su vez una radiograf¨ªa de las miserias y anhelos de la d¨¦cada de los noventa. Una irreconocible Lily James se enfunda el m¨ªtico ba?ador rojo que populariz¨® su ¨¢lter ego para liderar junto a Sebastian Stan la considerada por la cr¨ªtica como la ¡°primera gran serie¡± de 2022. Su estreno invita ahora a reflexionar sobre las ramificaciones que tuvo en la cultura pop el ¨¦xito de la cinta y la impunidad de la violaci¨®n sufrida por Anderson, que jam¨¢s consigui¨® rehabilitar su imagen tras el suceso. Un v¨ªdeo que acab¨® dando paso a un fen¨®meno nativo y sintom¨¢tico de la sociedad de la ¨¦poca, canibalizando la vulnerabilidad de futuras estrellas globales como Kim Kardashian o Paris Hilton, pero que ha sido pr¨¢cticamente desterrado de la esfera p¨²blica actual. ?Cu¨¢les son los motivos?
¡°Si un v¨ªdeo er¨®tico protagonizado por un famoso fuera filtrado hoy en d¨ªa seguro que continuar¨ªa causando un gran revuelo en Internet. Pero las estrellas ahora cuentan con el apoyo legal y social que mujeres como Pamela, Paris o Kim no tuvieron al principio del milenio¡±, escribe Tom George en la revista I-D. El periodista achaca a la mayor sensibilidad respecto a problem¨¢ticas como la salud mental o la toxicidad del periodismo sensacionalista como detonantes de que las sex tapes, tan habituales y comentadas hace dos d¨¦cadas, apenas tengan r¨¦plicas en 2022.
En la era de Internet, poblado de todo tipo de material expl¨ªcito de consumo gratuito y en el que la sexualidad est¨¢ dejando de ser un tab¨² inconfesable, la aparici¨®n de v¨ªdeos er¨®ticos protagonizados por estrellas ya no supone el terremoto medi¨¢tico caracter¨ªstico de los noventa. Adem¨¢s, con la aparici¨®n de plataformas como Only Fans, bajo la lupa por promover la hipersexualizaci¨®n pero con cientos de millones de suscriptores, cualquier celebrity dispuesta a comercializar sus im¨¢genes ¨ªntimas puede dictar qu¨¦ contenido sube y a qu¨¦ precio, sin someterse a exigencias o posibles chantajes de terceros.
¡°Probablemente nuestra serie no hubiera sido tan exitosa sin la filtraci¨®n de mi v¨ªdeo sexual. Creo que en la vida todo pasa por una raz¨®n¡±, admiti¨® el pasado a?o Kim Kardashian. La empresaria e influencer vio expuesta su intimidad en 2007, cuando se public¨® una sex tape grabada cuatro a?os antes junto a su novio de aquel entonces, el cantante Ray-J. Pero lejos de sucumbir ante el escarnio medi¨¢tico, la joven recicl¨® la fama inesperada para protagonizar una docuserie sobre su vida y la de su familia (Keeping Up With The Kardashians), que durante 20 temporadas en antena ha dado pie a un imperio multimillonario mientras redefin¨ªa el significado del t¨¦rmino ¡®celebrity¡¯.
Seg¨²n la revista TMZ, el v¨ªdeo de Kim Kardashian super¨® al de Pamela Anderson y Tommy Lee como la cinta er¨®tica que m¨¢s dinero hab¨ªa recaudado en la historia, superando los 100 millones de euros. En 2003, la que hab¨ªa sido su jefa y mejor amiga, Paris Hilton, tambi¨¦n tuvo que enfrentarse a la publicaci¨®n de un v¨ªdeo ¨ªntimo sin su consentimiento por parte de su expareja, Rick Salomon. ¡°Fue como si me hubiesen violado. Sent¨ª como si hubiese perdido parte de mi alma y por eso la gente me hablaba de una forma tan mezquina y cruel. Me quise morir en muchas ocasiones. No quer¨ªa seguir viviendo¡±, relat¨® Hilton en el documental de Netflix The American Meme.
La controvertida heredera tambi¨¦n atribuye a la ¨²ltima oleada feminista, y a movimientos sociales de gran repercusi¨®n como el #MeToo, la responsabilidad de que la sociedad est¨¦ dejando de enaltecer este tipo de violaciones de la intimidad de las estrellas. ¡°En aquel entonces la gente actuaba como si yo fuera una mala persona, la villana. Si esto sucediera hoy, el vilipendiado hubiese sido ¨¦l¡±, reflexiona. Caras conocidas como la cantante Cardi B o el actor Chris Evans, que en los ¨²ltimos tiempos han sido noticia al publicar por accidente im¨¢genes expl¨ªcitas en sus cuentas digitales, contaron con el apoyo inmediato de la amplia mayor¨ªa de los usuarios de redes sociales, pidiendo a trav¨¦s de diferentes hashtags que no se reprodujeran las im¨¢genes. Este tipo de esc¨¢ndalos, y la omnipresencia de c¨¢maras en cualquier momento y lugar, han llevado a las estrellas del cine o de la m¨²sica a extremar el celo para no exponerse a ser grabadas en situaciones comprometidas.
Como explica en un ensayo Caitlin Lawson, profesora de la Universidad de Michigan, este tipo de hackeo solo evidencia las din¨¢micas de g¨¦nero inherentes al ciberespacio propio de una sociedad patriarcal, ¡°en el que cazar im¨¢genes del cuerpo femenino es un deporte y robar la intimidad de las famosas constituye un ¨¦pico triunfo¡±. Pero si los responsables de publicar sin consentimiento los v¨ªdeos de Pamela Anderson o Paris Hilton se enriquec¨ªan sin cortapisas, quienes decidan seguir ahora sus pasos pueden enfrentarse a graves consecuencias. Los responsables del conocido como ¡®celebgate¡¯, el robo masivo y posterior difusi¨®n de im¨¢genes de estrellas como Jennifer Lawrence o Rihanna que conmocion¨® al mundo en 2014, fueron condenados a diferentes penas de prisi¨®n. ¡°La sensaci¨®n es como si el planeta entero me hubiera violado en grupo¡±, evoc¨® Lawrence, que consideraba ¡°imposible de digerir¡± el trauma de ver sus fotos ¨ªntimas al alcance de cualquier internauta.
Aunque todav¨ªa est¨¢ lejos de ser un territorio seguro, Internet es hoy un espacio mucho m¨¢s regulado y vigilado que en aquel 1995, cuando era poco m¨¢s que un salvaje oeste frecuentado por usuarios an¨®nimos e ilocalizables. La legislaci¨®n, empujada por una opini¨®n p¨²blica cada vez m¨¢s concienciada respecto a este tipo de violaciones, se actualiza constantemente para luchar contra el acoso, pese a las plataformas activistas y el Instituto Europeo de la Igualdad de G¨¦nero (EIGE) califican de ¡°insuficientes¡± las medidas tomadas. El auge de las redes sociales y de plataformas como WhatsApp han convertido la pornovenganza en una pr¨¢ctica que ya no solo amenaza a las celebrities, cualquiera puede ser v¨ªctima y enfrentarse a un estigma social similar al que conden¨® a Pamela Anderson. Sonados casos medi¨¢ticos han situado estos delitos en la primera p¨¢gina del debate p¨²blico en la ¨²ltima d¨¦cada, evidenciando la evoluci¨®n de la sensibilidad a este respecto. Basta con buscar las diferencias entre el linchamiento vivido por la concejal Olvido Hormigos en 2012, que la justicia ni siquiera castig¨®, y la conmoci¨®n que despert¨® en 2019 el suicidio de una joven empleada de Iveco. En Espa?a, la difusi¨®n no autorizada de grabaciones ¨ªntimas solo es delito desde el a?o 2015.