Sin sujetador bajo la lluvia: Melania Trump, protagonista accidental del 4 de julio
La primera dama eligi¨® un vestido blanco valorado en casi 3000 euros que, por culpa de un chaparr¨®n, transparentaba su pecho. Sin pretenderlo, se suma as¨ª al movimiento ¡®Free the Nipple¡¯ que pretende visibilizar el cuerpo femenino.
Ropa blanca y chaparr¨®n no es una buena mezcla. Bien lo sabe Melania Trump despu¨¦s de que la lluvia le jugara una mala pasada durante la celebraci¨®n del D¨ªa de la Independencia de Estados Unidos en Washington. La primera dama acudi¨® junto a su marido, el presidente Donald Trump, al espect¨¢culo organizado con motivo del 4 de julio ataviada con un vestido n¨ªveo firmado por Carolina Herrera. Una creaci¨®n que alcanzaba casi los 3000 euros en su precio original y que en temporada de rebajas puede comprase por...
Ropa blanca y chaparr¨®n no es una buena mezcla. Bien lo sabe Melania Trump despu¨¦s de que la lluvia le jugara una mala pasada durante la celebraci¨®n del D¨ªa de la Independencia de Estados Unidos en Washington. La primera dama acudi¨® junto a su marido, el presidente Donald Trump, al espect¨¢culo organizado con motivo del 4 de julio ataviada con un vestido n¨ªveo firmado por Carolina Herrera. Una creaci¨®n que alcanzaba casi los 3000 euros en su precio original y que en temporada de rebajas puede comprase por la mitad (1400 euros) en portales multimarca como MyTheresa.
Lo llamativo de su look fue, sin embargo, las transparencias que la lluvia provoc¨® en el vestido. La primera dama termin¨® calada y pod¨ªa verse con claridad la ausencia de sujetador y un ?free the nipple? (?libera el pez¨®n?) en toda regla. Dado que marcar pez¨®n est¨¢ de moda (incluso se venden pegatinas para aumentar el efecto), Melania se sum¨® accidentalmente a una tendencia que pretende normalizar y visibilizar el cuerpo femenino, prop¨®sito que entra en conflicto con las pol¨ªticas de su marido.
La aparici¨®n de Melania, convertida en protagonista accidental de un espect¨¢culo m¨¢s politizado que en anteriores ediciones (Trump incluso dio un discurso patri¨®tico), Twitter no tard¨® en comentar el atuendo de la primera dama y los estragos causados por la lluvia en su vestido. ??Tal vez su presupuesto no le daba para un sujetador?? o ?no sab¨ªa que esto era un concurso de camisetas mojadas? fueron algunas de las apreciaciones que la aparici¨®n de Melania despert¨® en el afilado patio de Twitter.
Por supuesto tampoco faltaron las recopilaciones de todas las veces que la primera dama la ha liado por culpa de sus elecciones estil¨ªsticas. Como aquella vez en la que se plant¨® una pol¨¦mica chaqueta de Zara en la que pod¨ªa leerse ¡°I Really Don¡¯t Care, Do U?¡± (La verdad es que no me importa, ?y a ti?) durante su visita a un refugio de ni?os inmigrantes en Texas o cuando se puso unos zapatos de tac¨®n para visitar las inundaciones causadas por el hurac¨¢n Harvey. A juzgar por la cantidad de veces que la ropa de Melania ha desatado la pol¨¦mica, no es tan descabellado pensar que su estilista es otro topo de la resistencia anti-Trump. ¡°Su estilista es un genio insurrecto que trabaja desde dentro para hacer que los Trump parezcan a¨²n m¨¢s desquiciados de lo que est¨¢n. No hay ninguna otra explicaci¨®n y, personalmente, aplaudo a ese estilista. Ya estoy esperando ese vestuario inspirado en las SS que la Primera Dama llevar¨¢ en su pr¨®ximo viaje a Alemania. ?Empieza a sacar brillo a tus botas negras, Melania!¡±, ironizaba hace unos meses la prestigiosa columnista de The Guardian Hadley Freeman. ?Ser¨¢ este un mensaje velado de apoyo al movimiento Free the Nipple al que Melania se ha sumado sin pretenderlo?