Esperma ilegal y excursiones a Espa?a: la pesadilla de las solteras y lesbianas francesas para tener hijos
Un m¨¦dico que facilite fecundaci¨®n in vitro o inseminaci¨®n a una mujer soltera o a una pareja de lesbianas puede ser castigado con hasta dos a?os de prisi¨®n y con una multa de 3.000 euros.
Francia es la cuna de la ilustraci¨®n, la patria que se revolucion¨® para conseguir igualdad, legalidad y la fraternidad, la civilizaci¨®n que es semillero de los feminismos contempor¨¢neos y el pa¨ªs en el que se que firm¨® El manifiesto de las 343 -tambi¨¦n conocido como manifiesto de las 343 guarras-, aquella declaraci¨®n redactada por Simone de Beauvoir publicada por ...
Francia es la cuna de la ilustraci¨®n, la patria que se revolucion¨® para conseguir igualdad, legalidad y la fraternidad, la civilizaci¨®n que es semillero de los feminismos contempor¨¢neos y el pa¨ªs en el que se que firm¨® El manifiesto de las 343 -tambi¨¦n conocido como manifiesto de las 343 guarras-, aquella declaraci¨®n redactada por Simone de Beauvoir publicada por Le Nouvel Observateur y firmada por 343 grandes damas la vida cultural francesa (entre ellas, Catherine Deneuve) en la que se autoinculpaban de haber abortado, se expon¨ªan a ser sometidas a procedimientos judiciales y proclamaban la despenalizaci¨®n del aborto.
Francia es tambi¨¦n un pa¨ªs donde todav¨ªa en 2019 las mujeres solteras y las lesbianas tienen vetado el acceso a la fecundaci¨®n in vitro y a la donaci¨®n de semen. Solo las parejas heterosexuales que est¨¢n casadas o llevan viviendo bajo el mismo techo al menos dos a?os pueden acceder a la asistencia reproductiva m¨¦dica. No se trata de una prohibici¨®n expresa, pero tal y como nos explica el experto en derecho sanitario Fernando Abell¨¢n: ¡°Las mujeres no pueden iniciar los tr¨¢mites para una fecundaci¨®n si no lo hace con ella un var¨®n¡±.
Por este motivo, el pa¨ªs galo lleva meses inmerso en un acalorado debate sobre la primera gran reforma social de la Francia de Emmanuel Macron: una ley que pretende acabar con la desigualdad de g¨¦nero en los derechos reproductivos. No est¨¢ siendo f¨¢cil. Como informa el mensual The Nation, el gobierno franc¨¦s pretend¨ªa cambiar esto aprobando una nueva ley antes del verano, pero de momento solo ha conseguido llegar a un borrador que ha generado innumerables protestas por parte de los partidos conservadores y de grupos apoyados por la iglesia cat¨®lica que se oponen al matrimonio del mismo sexo. La diputada Val¨¦rie Boyer, del partido de centro Les Republicanes, dijo al Financial Times en septiembre, cuando se estaba discutiendo la iniciativa: ¡°Una sociedad que priva a los hijos de un padre est¨¢ creando desigualdades. Los intereses de los ni?os no se est¨¢n tomando en cuenta¡±. No fue la ¨²nica figura p¨²blica beligerante. La Academia Nacional de Medicina apunt¨® en un informe: ¡°La concepci¨®n de un ni?o deliberadamente sin un padre biol¨®gico constituye una falla antropol¨®gica por la que se apuesta no sin riesgos para el desarrollo psicol¨®gico y la maduraci¨®n del beb¨¦¡±. El informe era tan radical en su posicionamiento que explicaba con detalle el por qu¨¦ de esta toma de postura moral: ¡°Consideramos nuestro deber mantener unas ciertas reservas sobre las consecuencias m¨¦dicas de esta decisi¨®n¡±. Aunque pueda parecer extra?o que el pa¨ªs que en el imaginario popular se presenta como socialmente progresista y sexualmente liberado, lo cierto es que Francia ya se opuso ferozmente a la legalizaci¨®n del matrimonio gay, que solo lleg¨® bajo el mandato del socialista Fran?ois Hollande, en el a?o 2014. Muchos de los detractores de aquella ley consideran este avance una extensi¨®n de ella y dicen que se trata de una forma de allanar el camino a la gestaci¨®n subrogada.
El pasado 6 de octubre, aproximadamente 42.000 personas (seg¨²n datos de Reuters) se concentraron en las calles de Par¨ªs para protestar contra este proyecto de ley. Los manifestantes eran una mezcla de conservadores cat¨®licos y activistas de derechas que salieron a manifestarse bajo el grito ¨²nico de: ¡°Libertad, igualdad¡ y paternidad¡±. La elecci¨®n de este lema habla de hasta qu¨¦ punto los manifestantes ven esta ley como una aut¨¦ntica subversi¨®n de los valores de la rep¨²blica francesa.
El gobierno franc¨¦s acaba de aprobar dos partidas presupuestarias para que la sanidad p¨²blica financie a las parejas heterosexuales que se quieren inseminar artificialmente y otras para la fecundaci¨®n in vitro. Dado que en Francia la sanidad p¨²blica recibe muchos fondos y el estado da mucha ayuda a las familias con hijos, este no es solo un debate sobre los derechos individuales. O como lo explica la escritora y activista residente Isabel Kaplan en el art¨ªculo de The Nation: ¡°El actual debate no gira solo entorno a los derechos reproductivos de las personas sino que reta de forma radical la concepci¨®n heteronormativa y patriarcal de la familia¡±. Kaplan, que reside en Par¨ªs, es la fundadora de Proyecto 100, una iniciativa que promueve la llegada de al menos cien mujeres al Congreso de los Estados Unidos. En el pa¨ªs americano el debate sobre los derechos reproductivos se centra en cambio en el derecho al aborto, en cuya despenalizaci¨®n Francia s¨ª fue pionera gracia a la presi¨®n de aquellas 343 mujeres que firmaron el incendiario manifiesto y a Simone Veil, la ministra de sanidad y activista feminista que por fin consigui¨® legalizarlo en 1975.
El 15 de octubre la c¨¢mara baja vot¨® abrumadamente a favor de la nueva ley bio¨¦tica que har¨ªa la asistencia reproductiva m¨¦dica accesible a todas las mujeres de menos de 43 a?os, sin tener en cuenta su estado civil o su orientaci¨®n sexual. Es la reforma m¨¢s importante que llevar¨ªa a cabo el actual presidente de la Rep¨²blica desde su llegada al El¨ªseo en 2017. Pero antes de que se pueda convertir en ley tiene que llegar al Senado, que ahora mismo cuenta con una mayor¨ªa conservadora.
Las penas por violar la actual ley reproductiva en Francia no son ninguna broma: un m¨¦dico al que cojan in fraganti facilitando estos servicios a una mujer soltera o a una pareja de lesbianas puede ser castigado con hasta dos a?os de prisi¨®n y con una multa de 3.000 euros. Muchas mujeres solteras y las lesbianas que quieren concebir por el m¨¦todo de la reproducci¨®n asistida recurren al mercado negro. Una de ellas es viajar a pa¨ªses cercanos, como el Reino Unido, Espa?a, B¨¦lgica u Holanda. La afluencia a nuestro pa¨ªs es de hecho abrumadora: seg¨²n el informe de T¨¦cnicas de Reproducci¨®n Asistida de la Sociedad Espa?ola de Fertilidad, en 2017 (¨²ltimo a?o del que se tienen datos) se ofrecieron 7.100 tratamientos de fecundaci¨®n a mujeres francesas, lo que supone un 47 por ciento de las pacientes internacionales. El siguiente pa¨ªs que m¨¢s acude a Espa?a es Italia, pues all¨ª tambi¨¦n est¨¢ prohibida la ovodonaci¨®n.
Una ronda de tratamiento de fertilidad en Espa?a (una sola) puede llegar a costar 6.600 euros. Las mujeres que no se pueden permitir irse fuera acuden a portales como Co-parents y Donner Naturel, donde pueden encontrar donantes de semen o conectar con donantes. Pero en Francia es ilegal la venta de semen, por lo que muchos de estos donantes ponen como condici¨®n para dar sus servicios ofrecerlos ¡°al natural¡±. Una buena muestra de c¨®mo funciona este sistema y las aberraciones que genera se puede comprobar en este reportaje de la televisi¨®n francesa France 24.
Este no es el ¨²nico riesgo que entra?a el mercado negro: los bancos de esperma oficiales de Francia pasan por un monitorizaje exhaustivo y por tests m¨¦dicos que informan de posibles enfermedades e incluso fallos gen¨¦ticos. Esto no ocurre con los bancos clandestinos, por supuesto. Adem¨¢s, las mujeres que usan este recurso se arriesgan a que los ¡°donantes¡± reclamen su paternidad e incluso la custodia del ni?o que venga.
La actual ministra de Sanidad, Agn¨¦s Buzyn, ha ofreciendo en reiteradas ocasiones su punto de vista y el motivo por el que est¨¢ a favor de la nueva ley bio¨¦tica: ¡°El debate gira en torno a la sociedad en la que vivimos y la que queremos dejarle a las generaciones futuras. La ley tiene que llegar a ser un reflejo de lo que es Francia hoy y de lo que es el pueblo franc¨¦s, en toda su diversidad. Los padres del mismo sexo y los padres solteros existen, es un hecho y no podemos ser tan hip¨®critas de hacer como que no los vemos y que no les reconocemos bajo el dominio de la ley¡±. La nueva ley, que supone una aut¨¦ntica revoluci¨®n para el pa¨ªs que invent¨® la Revoluci¨®n, se votar¨¢ en enero.