El machismo tambi¨¦n afecta a la salud de las mujeres
Un informe destapa los problemas de salud femeninos determinados en gran medida por factores sociales que van desde la carga de cuidados a la presi¨®n por los estereotipos de g¨¦nero.
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Mujeres que cuidan (el 84% frente al 16% de hombres). Mujeres que son continuamente bombardeadas con im¨¢genes que dictaminan c¨®mo debe ser su cuerpo, su piel o su actitud. Mujeres que, por el mero hecho de serlo, son discriminadas en procesos selectivos de algunos puestos de trabajo (representan un 30% en el sector tecnol¨®gico y un 28% en el cient¨ªfico a nivel mundial, seg¨²n la Unesco). Y que ocupan sin embargo los trabajos m¨¢s precarizados -m¨¢s si hablamos de mujeres migrantes-: en el sector servicios representan el 53, 6% del total de empleados. ?mbito que, igual que el trabajo dom¨¦stico (con un 88% de ocupaci¨®n femenina), supone por sus peculiaridades un mayor deterioro f¨ªsico para las trabajadoras. Condicionantes de corte social que se suman a otros de tipo psicol¨®gico y biol¨®gico, como la mayor longevidad, presentando una conclusi¨®n respecto a la salud de las mujeres: cuatro a?os m¨¢s de vida que los hombres, s¨ª, pero con peor calidad. Y una serie de enfermedades y trastornos a cuestas que, de no haber sido tratados desde una perspectiva androcentrista como es habitual en la medicina occidental, y si hubieran vistos desde un prisma integral ¡°que considere la vida de las personas en un conjunto (biol¨®gico, psicol¨®gico y social)¡±, como explica Marta Aparicio, Dra. en Psicolog¨ªa y profesora del m¨¢ster Mujeres y Salud de la Universidad Complutense de Madrid a S Moda, se podr¨ªan combatir con mayor efectividad.? As¨ª lo determina el estudio Coste de oportunidad de la brecha de g¨¦nero en salud, liderado por Merck para la plataforma ClosingGap, que cuantifica los costes econ¨®micos de esta desigualdad (9.000 millones de euros al a?o) y desgrana c¨®mo se manifiestan estos padecimientos que afectan m¨¢s a las mujeres.
1.?M¨¢s deprimidas y estresadas
¡°La probabilidad de sufrir depresi¨®n en las mujeres es 5,5 puntos m¨¢s alta que en los hombres¡±, cita el estudio. Misma percepci¨®n que se?ala otra investigaci¨®n publicada recientemente en The New York Times y realizada por The American Psychological Association sobre el estr¨¦s: las mujeres lo padecen entre un 5,2 y un 8,7% m¨¢s. Tras los datos, ambos se?alan causas parecidas en las que tambi¨¦n coincide la Dra. Marta Aparicio: ¡°Tienen que ver con presiones sociales asociada a los roles de g¨¦nero¡±. Desde los cuidados no profesionales (que en casos de personas dependientes son realizados en un 64% por mujeres) y trabajos dom¨¦sticos (a los que las mujeres dedican el doble de horas semanales que los hombres, 26,5 frente a 14), a la aceptaci¨®n.?¡°No es que las mujeres tengamos m¨¢s baja autoestima. Existen diferencias en c¨®mo mujeres y hombres perciben su salud psic¨®logica y es cierto que en el caso de las mujeres muchas veces se da un sobrediagn¨®stico en salud mental, pero existe esta incidencia respecto a la presi¨®n de roles que es mayor para ellas (aunque la haya tambi¨¦n respecto a temas como masculinidad y fuerza para ellos)¡±, explica. Seg¨²n se?ala el estudio, ?las tareas de cuidados?incrementan?la?probabilidad?de?sufrir?depresi¨®n?en?las?mujeres en 3,4?puntos adicionales y en un 2,7 la probabilidad de tener ansiedad?. Aparicio?apunta una posible soluci¨®n que pasar¨ªa por ¡°medidas sociales como la conciliaci¨®n para mujeres y hombres (reformar los permisos de maternidad y paternidad)?, que descarguen la presi¨®n de las mujeres de cualquier condici¨®n por hacerse cargo de los cuidados y del trabajo dom¨¦stico.
2. Cardiopat¨ªas: ?qui¨¦n habla de los s¨ªntomas femeninos?
Referidos como parte de los ¡°sesgos inconscientes de g¨¦nero¡± en el estudio, los datos respecto a enfermedades cardiovasculares revelan una de las informaciones m¨¢s duras. ¡°Se diagnostican en mayor medida los problemas de salud relacionados con las enfermedades cardiovasculares en hombres, a pesar de que las mujeres fallecen m¨¢s por estas patolog¨ªas. Por ejemplo, por cada 100 hombres diagnosticados se realizan 80,9 cateterismos y arteriograf¨ªas coronarias, frente a 65,1 en mujeres¡±. Y en datos de la Sociedad? Espa?ola de Cardiolog¨ªa, ¡°frente a los mismos s¨ªntomas de enfermedad cardiovascular, s¨®lo el 15% de las mujeres reciben un tratamiento adecuado, mientras que el porcentaje llega hasta el 56% en los hombres¡±, se?alan. Esto tiene que ver con el androcentrismo: se estudian y se divulgan los s¨ªntomas de un infarto en funci¨®n del caso masculino pero estos pueden variar en caso de las mujeres, como apuntan desde Merck y ClosingGap. A lo que tambi¨¦n se suman riesgos gen¨¦ticos, hereditarios o biol¨®gicos como la edad y el sexo y otras lacras que afectan en su mayor¨ªa a ellas por el tipo de trabajos que se realizan, como el sedentarismo, enfermedades cr¨®nicas como artritis y artrosis o, de nuevo, el estr¨¦s y la mayor carga de trabajo dom¨¦stico, presiones que llevar¨ªan a posponer la b¨²squeda de ayuda profesional y un posible diagn¨®stico.
3. Anorexia y trastornos alimenticios
Anorexia y bulimia son algunos de los trastornos de salud que con m¨¢s frecuencia se han ligado al universo femenino. Seg¨²n recoge el estudio, el 87,6% de los casos diagnosticados en 2015 correspondieron a mujeres, una prevalencia que se vuelve a justificar por los estereotipos sociales de g¨¦nero: la mujer joven, delgada y cauc¨¢sica sigue siendo el modelo publicitario imperante a pesar del auge de los movimientos de positivismo corporal gestados en redes sociales en los ¨²ltimos a?os. La enfermera y soci¨®loga Eugenia Gil Garc¨ªa, profesora de la Facultad de Enfermer¨ªa de Sevilla y autora de Otra mirada a la anorexia: Aproximaci¨®n feminista a los discursos m¨¦dicos y de las mujeres diagnosticadas (Ed. UGR), incide en esto y algo m¨¢s en su conversaci¨®n por tel¨¦fono con S Moda.?¡°Al estudiarlo corroboramos que, en efecto, las que lo padec¨ªan no eran, como se dec¨ªa, ni?as tontas v¨ªctimas de la moda, ni tampoco ten¨ªa que ver con lo que catalogaban como una percepci¨®n de las mujeres sobre s¨ª mismas muy alterada (la herramienta que se usaba para medirla, el programa BSQ, estaba tambi¨¦n cargado de estereotipos). Ten¨ªa que ver con la socializaci¨®n de g¨¦nero, con la manera en la que aprendemos a afrontar los conflictos propios?de la adolescencia y la juventud. Encontr¨¢bamos que estas chicas, a diferencia de los chicos, lo hac¨ªan m¨¢s de una forma interna, consigo mismas, por eso el foco en el propio cuerpo. Y que era tambi¨¦n una forma de rebelarse: ¡®si mis padres me piden que coma, no lo hago¡±, explica Gil.
4. Dificultad para quedarse embarazada, no solo una causa biol¨®gica
Aunque la imposibilidad de tener hijos encuentra principalmente una raz¨®n biol¨®gica, de nuevo los?factores sociales juegan su papel decisivo al respecto para las mujeres. Mayor dificultad para tenerlos por el siempre m¨¢s complejo desarrollo profesional de la mujer en el mundo laboral, que ha retrasado la edad? de la maternidad (la media espa?ola est¨¢ en 31), demora que hace m¨¢s dif¨ªcil conseguir el embarazo por la p¨¦rdida de fertilidad (esta comienza gradualmente a los 30 y se acent¨²a a partir de los 35).?Que se suma a las ya presupuestas dificultades de conciliaci¨®n una vez que se de a luz. El Instituto de la Mujer, en datos de 2016, apunta que, de las 40.517 excedencias por hijos ese a?o, 37.531 fueron pedidas por las madres y solo 2.986 por los padres. C¨²mulo de circunstancias que, como han se?alado en el estudio, ha tra¨ªdo como consecuencia ¡°una bajada de la natalidad en Espa?a de 2,5 veces desde 1975. En 2017, los nacimientos representan el 58% de los registrados en el 75¡±. Y que, en el hipot¨¦tico caso de haberse mantenido igual, hoy representar¨ªa ¡°un 1,2 mill¨®n de habitantes adicionales, un total de 900.000 personas que integrar¨ªan la poblaci¨®n en edad de trabajar, lo que hubiera podido contribuir a reducir la tasa de dependencia un 0,8%¡±, concluyen.