As¨ª se hizo la portada con la que todas las mujeres se sienten identificadas
Hablamos con la ilustradora espa?ola Ana Juan sobre c¨®mo se gest¨® la ¨²ltima portada viral de The New Yorker que ha dado la vuelta al mundo.
No es la primera vez que Ana Juan dibuja una portada hist¨®rica de The New Yorker, hizo la que rindi¨® homenaje a Charlie Hebdo y ha firmado una veintena m¨¢s, pero s¨ª es la portada que ha tenido que hacer m¨¢s r¨¢pido.
Ana Juan llevaba tiempo trabajando en el libro Pelea como una chica, junto a Sandra Sabat¨¦s, sobre mujeres espa?olas silenciadas a...
No es la primera vez que Ana Juan dibuja una portada hist¨®rica de The New Yorker, hizo la que rindi¨® homenaje a Charlie Hebdo y ha firmado una veintena m¨¢s, pero s¨ª es la portada que ha tenido que hacer m¨¢s r¨¢pido.
Ana Juan llevaba tiempo trabajando en el libro Pelea como una chica, junto a Sandra Sabat¨¦s, sobre mujeres espa?olas silenciadas a lo largo de la historia, cuando, el a?o pasado, Fran?oise Mouly, editora de arte The New Yorker, le pidi¨® un dibujo sobre el movimiento #MeToo. La artista espa?ola mand¨® unos cuantos bocetos y entre ellos, el del rostro de una mujer con una mano roja a modo de boca. Pero finalmente, tras darle muchas vueltas y marearla, en la revista decidieron no hacer una portada con ese tema. ?M¨¢s tarde, S Moda me pidi¨® una ilustraci¨®n para un reportaje sobre c¨®mo diferentes ilustradoras ve¨ªamos a la mujer en 2018 y adapt¨¦ uno de aquellos bocetos a la ilustraci¨®n que me pidieron?.
Pasaron los meses hasta que la declaraci¨®n de la reputada profesora de Silicon Valley, Christine Blasey Ford, relatando c¨®mo el juez Brett Kavanaugh, designado por Donald Trump para el Tribunal Supremo, la agredi¨® sexualmente en 1982, hizo que la editora de arte de The New Yorker pensara en aquel boceto de Ana Juan para ilustrar la historia y se pusiera en contacto con ella r¨¢pidamente. La declaraci¨®n de Christine Blasey Ford fue el jueves y el viernes, cuando Ana Juan lleg¨® a casa, ten¨ªa llamadas e emails de la revista pidi¨¦ndole aquel boceto en alta resoluci¨®n. ¡°No fui capaz de encontrar el dibujo ni el archivo. Eran las seis de la tarde y le dije a la editora que podr¨ªa hacerlo de nuevo. Ella me respondi¨® que cada minuto de retraso costaba una fortuna. As¨ª que le ped¨ª treinta, me los dio y con un l¨¢piz, color acr¨ªlico y ceras, tuve la portada lista en media hora¡±, cuenta por tel¨¦fono. ?Hice un tratamiento gr¨¢fico muy diferente al de la ilustraci¨®n de S Moda?, explica. ?De hecho, mantengo la ilustraci¨®n de S Moda en mis redes sociales para que se pueda apreciar?.
¡°Cada portada tiene un historia diferente. Hay algunas que mandas el boceto y tal cual das en el clavo. Y otras que pasan a?os desde que lo env¨ªas y ya ni te acuerdas ni de que lo hab¨ªas hecho t¨²¡±, dice riendo. ¡°En el momento del #MeToo aquel boceto que envi¨¦ no era la imagen justa que buscaban para contar las cosas. Pero ahora s¨ª. Yo estaba siguiendo el caso de Christine Blasey Ford sin pensar que fuera a ilustrarlo¡±.
¡°Una voz para las mujeres que no la tienen¡±, es la frase con la que explicas esta portada en The New Yorker.
S¨ª. Es que es lo que m¨¢s me ha preocupado siempre. Que Christine Blasey Ford se haya atrevido a denunciar es muy importante para que muchas personas se atrevan a hacer lo mismo o por lo menos se sientan reflejadas en ella y consoladas. Es importante que veamos que denunciar puede funcionar. Y, en este caso, intentar derribar a Trump.
Pero no te inspiraste en Christine Blasey Ford para crearla.
No, pero sirve igual porque con ella quiero mostrar que a lo largo de la historia las mujeres no se han atrevido a denunciar por miedo.
?A ti te ha pasado esto alguna vez?
Me considero una persona afortunada. Siempre he estado bien acompa?ada y nunca he tenido la sensaci¨®n de no poder contar algo porque fuera a perder mi trabajo, como le pasa a muchas mujeres, o porque me fueran a dar de lado socialmente o porque fuera a perder a mi pareja. Adem¨¢s, en mi trabajo siempre me he sentido respetada y apreciada. As¨ª que s¨ª, soy una gran afortunada.
?Has sentido que tu trabajo llevaba impl¨ªcito una responsabilidad social?
La responsabilidad la he sentido en mi vida. Ser feminista es algo l¨®gico cuando uno mira a su alrededor y ve lo que est¨¢ pasando. Y es una cuesti¨®n ideol¨®gica de hombres y mujeres que ahora est¨¢ despertando. En mi profesi¨®n no estamos solo para hacer so?ar, sino que tenemos que ser espadas y escudos para atacar y defender. Estamos aqu¨ª para molestar y denunciar. Y yo, siempre que se ha dado el momento, he utilizado mi obra para dar voz a las injusticias.
En pocas horas la imagen est¨¢ dando la vuelta al mundo, ?es una de las portadas de las que m¨¢s orgullosa te sientes?
Todas las portadas son importantes. Pero, por el momento que estamos viviendo, esta es importante porque ayuda a visibilizar estos problemas y a ponerlos en la palestra. El orgullo ser¨ªa que sirviera de ayuda a las mujeres a no tener tanto miedo a la hora de hablar, que estas cosas no volvieran a pasar¡
Me impresiona pensar hasta d¨®nde est¨¢ llegando la portada por la cantidad de mensajes que me est¨¢n llegando de much¨ªsimos lugares. Pero prefiero no pensarlo mucho. Solo si sirve de algo es con lo que me voy a quedar siempre.
Esta portada guarda la historia de cada mujer que la mira.
Pero es que gr¨¢ficamente es bastante rotunda, el mensaje queda claro y a la gente le llega. Muchas personas me dicen que en esta imagen dentro de la tristeza hay belleza.
Y eso es algo muy caracter¨ªstico de tu obra, que puedes contar cosas muy tristes a trav¨¦s de bellas im¨¢genes on¨ªricas.
Claro, para m¨ª es el reclamo. Yo reivindico que no hay por qu¨¦ denunciar desde el fe¨ªsmo sino que se puede hacer desde la belleza.