Val¨¦rie Messika, la mujer que logr¨® cambiar las leyes de la joyer¨ªa moderna
Con sus dise?os minimalistas y un modelo de negocio poco convencional, la dise?adora y empresaria francesa ha logrado desencorsetar los c¨®digos de este mercado.
Solo en los ¨²ltimos dos a?os, Messika ha abierto m¨¢s de 20 tiendas, principalmente en Asia y Estados Unidos. Aunque la empresa, de car¨¢cter privado, no revela sus cifras de venta anuales, se sabe que casi ha duplicado su facturaci¨®n desde la pandemia. ¡°Se me complica el calendario, ahora tengo muchos m¨¢s sitios a los que viajar para empujar la marca¡±, cuenta su fundadora, Val¨¦rie Messika, desde uno de los salones del madrile?o hotel Ritz. Est¨¢ aqu¨ª para encontrarse con la prensa nacional y, sobre todo, con sus clientes m¨¢s fieles. Le gu...
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Solo en los ¨²ltimos dos a?os, Messika ha abierto m¨¢s de 20 tiendas, principalmente en Asia y Estados Unidos. Aunque la empresa, de car¨¢cter privado, no revela sus cifras de venta anuales, se sabe que casi ha duplicado su facturaci¨®n desde la pandemia. ¡°Se me complica el calendario, ahora tengo muchos m¨¢s sitios a los que viajar para empujar la marca¡±, cuenta su fundadora, Val¨¦rie Messika, desde uno de los salones del madrile?o hotel Ritz. Est¨¢ aqu¨ª para encontrarse con la prensa nacional y, sobre todo, con sus clientes m¨¢s fieles. Le gusta fomentar este tipo de cercan¨ªa con sus compradores, ¡°y Madrid, junto con Mil¨¢n, dir¨ªa que son las dos ciudades europeas en las que mayor acogida tiene la marca ahora mismo¡±, explica. Hace ya casi 20 a?os que Val¨¦rie, hija de un famoso comerciante de diamantes, decidi¨® fundar su propia marca de joyer¨ªa. Hab¨ªa crecido aprendiendo el negocio y, quiz¨¢ por eso, hizo caso omiso a las reglas no escritas que operaban hist¨®ricamente en el sector: ¡°Creo honestamente que parte de mi ¨¦xito se debe a que soy una mujer¡±, dice, ¡°cuando cre¨¦ Messika no hab¨ªa apenas mujeres en este negocio, as¨ª que dise?¨¦ las joyas que a m¨ª y a mi entorno nos apetec¨ªa llevar¡±. Joyas sutiles, con dise?os geom¨¦tricos y minimalistas, adornadas con peque?os diamantes m¨®viles. Por suerte, hac¨ªa tiempo que las mujeres ya compraban joyas para s¨ª mismas, ¡°y m¨¢s all¨¢ de esa idea de comprar una pieza para un momento se?alado. Yo dise?o pensando en algo que te pones con una camiseta y unos vaqueros, un d¨ªa o todos los d¨ªas. Y creo que esa fue la clave¡±, apunta.
Poco a poco la idea fue cuajando, primero en su Par¨ªs natal, despu¨¦s en algunos centros urbanos europeos, ¡°y por eso en mi equipo el 75% son mujeres. Hacemos colecciones de hombre y, en general, nuestras piezas tienen esp¨ªritu unisex, pero tenemos mayor¨ªa de clientas, y somos nosotras las que sabemos lo que buscan¡±. Pese a ser una ense?a de lujo, Messika tampoco fomenta las din¨¢micas asociadas a lo exclusivo y elitista. Del mismo modo que Val¨¦rie considera que ¡°no tiene que haber una raz¨®n de peso o un evento se?alado para comprarse una joya¡±, cree que sus tiendas, pese a estar en las ¡®millas de oro¡¯ de las principales capitales, ¡°tienen que estar abiertas a quien quiera entrar. Nunca me gust¨® el contexto intimidante que rodea a las joyer¨ªas, prefiero que la gente toque y se pruebe el producto de forma cercana y tranquila¡±, explica.
Val¨¦rie reconoce que su visi¨®n pionera de la joyer¨ªa (o ¡°libre de prejuicios¡±, como a ella le gusta definirla) tard¨® unos a?os en ser reconocida por el sector, ¡°pero de lo que estoy m¨¢s orgullosa en estos 20 a?os es de haber sabido enfrentarme a las inseguridades. Ahora creo en m¨ª misma y tengo muy clara mi visi¨®n¡±, confiesa. La expansi¨®n de Messika prueba que no estaba equivocada: ¡°Cuando empezamos, este mercado solo era importante para un peque?o sector de la poblaci¨®n, ahora lo es para mucha m¨¢s gente. Solo hay que fijarse, por ejemplo, en las publicaciones de moda para ver la evoluci¨®n del mercado; antes solo se hablaba de joyas en diciembre, por Navidad; ahora abres cualquier revista y est¨¢n mezcladas con vaqueros, con camisetas¡ es un reflejo de lo que pasa en la calle¡±, explica, ¡°y todav¨ªa queda mucho mercado por explotar; muchas marcas nuevas que se est¨¢n aproximando al negocio de forma novedosa¡±.
Messika, por su parte, lleva a?os explorando las fronteras entre la joyer¨ªa y la moda en sentido estricto. Han realizado colecciones en colaboraci¨®n con Gigi Hadid o Kate Moss, entre otras, algo com¨²n en las ense?as de ropa de lujo, pero poco habitual en este sector, donde las celebridades funcionan como embajadoras, pero no como dise?adoras. Y organiza un desfile anual de alta joyer¨ªa, su l¨ªnea m¨¢s exclusiva, durante la Semana de la Moda de Par¨ªs. Val¨¦rie quiere, en definitiva, que sus dise?os se compren como se compra un bolso o un par de zapatos, por capricho, ¡°para llevar a diario sin dramatismo¡±, dice. En Europa ya lo ha conseguido, ahora le queda conseguirlo en Asia y Am¨¦rica, ¡°y ese es el reto. Somos globales, pero hay que saber c¨®mo llegar a distintos pa¨ªses, saber comunicarlo de la forma adecuada, porque la cultura de la joyer¨ªa es diferente en cada zona¡±, opina. De ah¨ª que consciente de que ella es el mejor reclamo y la mejor embajadora de su producto, vaya a pasar el resto del a?o subida a un avi¨®n.