La fabulosa historia de Aaron Philip, la primera modelo trans con par¨¢lisis cerebral: ?No estoy aqu¨ª para ser una tendencia?
Ha sido imagen de Marc Jacobs, Asos y Sephora. Cuando dijo en Twitter que buscaba agencia de modelos otro mundo se abri¨® para ella. Aunque su revoluci¨®n empez¨® mucho antes¡
Aaron Philip tiene una ficha profesional, esa en la que en otros tiempos los n¨²meros 90-60-90 representaban ?la proporci¨®n ¨¢urea a la que toda mujer deb¨ªa aspirar, que reza 38-25-68. Esas cifras est¨¢n tan alejadas del canon establecido para su profesi¨®n como todas las otras caracter¨ªsticas f¨ªsicas de esta modelo trans negra con par¨¢lisis cerebral de 18 a?os. S¨ª. Ha le¨ªdo bien.
Aaron Philip es perfectamente consciente ?de la perplejidad que genera lo que ella llama ??la intersecci¨®n de todas sus identidades? y ?si se le pregunta cu¨¢l de todas ellas ¨Cmujer, trans, negra, ...
Aaron Philip tiene una ficha profesional, esa en la que en otros tiempos los n¨²meros 90-60-90 representaban ?la proporci¨®n ¨¢urea a la que toda mujer deb¨ªa aspirar, que reza 38-25-68. Esas cifras est¨¢n tan alejadas del canon establecido para su profesi¨®n como todas las otras caracter¨ªsticas f¨ªsicas de esta modelo trans negra con par¨¢lisis cerebral de 18 a?os. S¨ª. Ha le¨ªdo bien.
Aaron Philip es perfectamente consciente ?de la perplejidad que genera lo que ella llama ??la intersecci¨®n de todas sus identidades? y ?si se le pregunta cu¨¢l de todas ellas ¨Cmujer, trans, negra, discapacitada¨C cree que? genera m¨¢s esc¨¢ndalo/prejuicios tiene muy claro qu¨¦ contestar: ?Es muy peligroso ser trans en el mundo ahora mismo, y m¨¢s si eres una persona negra con caracter¨ªsticas femeninas?. Pero que sea consciente de las reacciones que genera su peculiaridad no significa que acepte el rechazo: ?No entiendo c¨®mo la gente no me entiende, y eso se aplica tanto a mi vida personal como profesional. Quiero vivir la vida de la forma m¨¢s aut¨¦ntica posible, sin que me pongan etiquetas, sean condescendientes conmigo o me fetichicen?.
Aaron Philip naci¨® en 2001 en la isla antillana de Antigua y Barbuda con una enfermedad que afecta a la funci¨®n motora y que a menudo, como es su caso, implica el uso de una silla de ruedas,? a la que lleva pegada toda su existencia. Esa y? su irreductible inquietud son las dos grandes constantes de una vida marcada por los l¨ªmites (que supera una y otra vez) y los cambios (a los que no tiene ning¨²n miedo): ni fue siempre mujer ni siempre quiso ser modelo. Tampoco vivi¨® siempre en el apartamento del barrio neoyorquino del Bronx en el que ahora reside con su progenitor, un camarero de instituto que ha sido su principal valedor en todas las decisiones que ha ido tomando. ?Mi hermano peque?o tambi¨¦n ha sido un grand¨ªsimo apoyo. Es mi mejor amigo?, afirma.
Aaron Philip se mud¨® a los tres a?os con sus padres desde el Caribe a Estados? Unidos en busca de asistencia m¨¦dica para su problema de movilidad. Los primeros a?os fueron extraordinariamente duros: la familia tuvo que superar dificultades econ¨®micas tan graves que incluso se vieron obligados a vivir en un refugio para gente sin hogar. Cuando por fin consiguieron establecerse en una vivienda digna, las dificultades no desaparecieron.
?En el colegio, cuando iba al patio, los ni?os no jugaban conmigo porque me ten¨ªan miedo y les intimidaba mi silla de ruedas. Sol¨ªa llorar todo el camino de vuelta a casa y por las noches. Era muy duro?, rememora Philip, quien en ning¨²n momento pierde su tono risue?o y amable. La modelo tambi¨¦n recuerda que enfrentarse a todas las barreras f¨ªsicas que impon¨ªa una ciudad como Nueva York pod¨ªa ser un calvario, aunque, por fortuna, contaba con dos aliados: los gadgets y las redes sociales.
La expresi¨®n ?nativo digital? cobra un sentido muy especial en su caso. Philip habla con S Moda a trav¨¦s de su tableta, un instrumento que en su vida cotidiana le ayuda a comunicarse con el mundo y ?a resolver cientos de tr¨¢mites. Frente al cinismo de los m¨¢s desencantados con el mundo digital est¨¢ la visi¨®n de Philip, a quien la red le ha permitido acercarse a la vida que deseaba vivir: ?Yo nac¨ª y me cri¨¦ en Internet. Las redes sociales me han ense?ado todo lo que s¨¦ y me han ofrecido una comunidad y un espacio seguro desde que ten¨ªa seis a?os. Internet me ha ense?ado a hacerme? un lugar en el mundo y a trabajar para expresar las cosas que quiero?. Gracias a Internet, Aaron entr¨® en contacto con el universo de la moda: ?Me encantaba ver c¨®mo la gente se convert¨ªa? en la representaci¨®n de la visi¨®n art¨ªstica de? otra persona. Siempre lo encontr¨¦ bell¨ªsimo y fascinante. Me enamoraba de todas las cosas que ve¨ªa y a la vez me preguntaba: ?D¨®nde est¨¢n las personas en silla de ruedas como yo??.
Philip siempre ha sido una inconformista. Con ?10 a?os cre¨® su primer proyecto de comunicaci¨®n,? un blog llamado Aaronverse, en el que, con sentido ?del humor y much¨ªsima inteligencia, narraba los problemas de accesibilidad que se encontraba? en su vida urbana. En su perfil se defin¨ªa como ?activista, artista y alien?. Aquella bit¨¢cora ?personal alcanz¨® tanta notoriedad que los ?fundadores de la red social en la que estaba alojada, Tumblr, le invitaron a? dar una charla ante periodistas especializados y? gur¨²s digitales. ?Ensay¨¦ todos los d¨ªas durante ?dos meses para aquel momento. Cuando lleg¨® el ?d¨ªa de la intervenci¨®n, los primeros dos minutos ?estaba de los nervios, pero muy pronto me di cuenta? de que ten¨ªa la capacidad de llegar a la gente y? de comunicarles muchas cosas?. La experiencia? marc¨® un antes y despu¨¦s. La conferencia completa todav¨ªa est¨¢ colgada en YouTube. Ten¨ªa 14 a?os.? En ella se ve con claridad que Aaron era entonces ?una persona muy diferente a la que es hoy. Con las mismas pintas de chaval de clase media americana? con la que se present¨® a las conferencias de Tumblr, protagoniz¨® la portada de un libro titulado Este? chico puede volar. Era un ensayo sobre su historia de superaci¨®n escrito a medias con Tonya K. Bolden, autora conocid¨ªsima en Estados Unidos por sus t¨ªtulos infantiles. Pero hab¨ªa dos facetas de Aaron en las que aquel libro no se deten¨ªa: su debilidad por el universo de la moda y su ambig¨¹edad sexual. Con respecto a lo primero hubo un momento crucial y epif¨¢nico: cuando en 2015 vio aquella pol¨¦mica portada de la revista Interview en la que Kylie Jenner aparec¨ªa subida a una silla de ruedas de oro. ?Me hizo pensar: ?Por qu¨¦ no nos dan la plataforma para que seamos nosotros mismos quienes sexualicemos la discapacidad, como gente con discapacidades que somos? Hagamos de nuestra discapacidad algo sexy?. Con respecto a lo segundo, Philip dice que su infancia fue un viaje largu¨ªsimo hasta encontrar su verdadero yo, ?aunque siempre supe que yo era otra cosa totalmente diferente de lo que la gente cre¨ªa que era?. Pens¨® en salir del armario antes del lanzamiento del libro, pero no lo hizo. De nuevo las redes sociales le arroparon, esta vez para atreverse a hacer su transici¨®n. Una de las personas que m¨¢s le ayud¨® con sus consejos fue la actriz, icono trans y protagonista de Euphoria, el gran ¨¦xito de HBO, Hunter Schafer. ?Contactamos en Twitter y al cabo de dos meses nos conocimos en persona?. La pasada primavera, Philip acudi¨® al baile de graduaci¨®n de su instituto vestida con un glorioso vestido de organza dise?ado por Marc Jacobs, quien ha sido otro de sus grandes valedores en la industria.
?Cu¨¢ntas veces puede nacer una misma ?persona? Aaron Philip naci¨® tres: el d¨ªa que lleg¨®? al mundo en Antigua; el d¨ªa que decidi¨® ser una? mujer no-binaria; y el d¨ªa de noviembre de 2017 en ?el que se le ocurri¨® poner unas fotos en Twitter ?en las que expresaba su deseo de convertirse en modelo. Su mensaje exactamente era este:?Como me reclute una agencia de modelos pod¨¦is echaos todos a temblar?. El viejo adagio de ?ten cuidado con lo que deseas? se hizo realidad: tras trabajar durante unos meses como freelance y con la ayuda de, precisamente, Hunter Schafer, en 2018 fich¨® por Elite, la misma agencia que en su d¨ªa descubri¨® a Naomi Campbell (su gran ¨ªdolo, junto a Kate Moss y Mariacarla Boscono), Cindy Crawford, Gisele B¨¹ndchen o Lara Stone. Desde entonces ha protagonizado una campa?a para Sephora, otra para Asos, una portada para la prestigiosa revista Paper y ha aparecido en el videoclip de Miley Cyrus, Mother¡¯s Daughter. Este a?o ha debutado en un desfile por primera vez. El p¨²blico que estaba presente para ver la propuesta de Willie Norris, el dise?ador que le dio la oportunidad, la recibi¨® con una vibrante ovaci¨®n. Llevaba una camiseta colgada en la parte trasera de su silla en la que se pod¨ªa leer ?Queer Capital?. ?Me temblaban las manos y se me sal¨ªa el coraz¨®n del pecho? fue lo que puso en su Instagram ese d¨ªa. No era para menos: hab¨ªa conseguido entrar por pleno derecho en el reino del 90-60-90.
De todas las posiciones que Philip pod¨ªa ?haber querido ocupar en el mundo de la moda (dise?adora, relaciones p¨²blicas, compradora) ella intent¨® llegar a la m¨¢s inalcanzable: modelo. Fue una decisi¨®n consciente. ?Las modelos son la representaci¨®n de la belleza. Son como lienzos. Yo quer¨ªa demostrarle a todo? el mundo que mi lienzo es diferente al del resto, pero aun as¨ª, tiene el poder de la representaci¨®n?. El de la moda puede ser, tambi¨¦n, un mundo enormemente cruel, y con ello cuenta: ?Los est¨¢ndares f¨ªsicos que se usan con las modelos pueden ser indignantes. Pero a la vez, la moda puede romper fronteras porque es una forma de arte en la que todo el mundo puede? ser retratado tal y como es?, dice. Y aunque cita como referente a Rihanna, a la que admira por haber sido capaz de convertirse en magnate de su propia marca, asegura que las dos personas a las que m¨¢s admira son las que le han aceptado siempre como es: sus padres.
Aaron Philip empezar¨¢ a estudiar fotograf¨ªa en oto?o. Lo har¨¢ en la Parsons New School of Design, el lugar al que acuden cada a?o cientos de j¨®venes que aspiran a ser alguien en la industria. Ella ya lo es, pero a¨²n le quedan muchos objetivos que cumplir: esta modelo tiene pendiente viajar a las grandes capitales de ?la moda, no descarta hacer unos pinitos en la interpretaci¨®n ?y sue?a con ser independiente alg¨²n d¨ªa. El dinero que le proporciona su trabajo le ha permitido cubrir muchos gastos m¨¦dicos y cambiar en algunos aspectos su estilo de vida.
Y, ?no le da miedo que la utilicen?: ?No quiero que se me fetichice pero no me importa que se me glamurice porque hay un estigma en torno a los cuerpos de las personas discapacitadas. Mis objetivos son grandes y estoy dispuesta a conseguirlos. No estoy aqu¨ª para ser una tendencia. He llegado para quedarme?.