?Por qu¨¦ hay tanta diferencia de precio entre una prenda de seda buena y una ¡®low cost¡¯?
No es todo marketing: el peso, el brillo y el origen de la materia prima inciden m¨¢s en su precio de lo que podr¨ªamos pensar.
La seda ha gozado siempre de un estatus omnipresente en la moda pero de un tiempo a esta parte parece que dise?adores de lujo y marcas asequibles convergen en un punto en com¨²n: no en vano las faldas, los vestidos y las blusas de seda impregnan las nuevas colecciones, de Celine a Zara, que por cierto ya en 2019 hizo de las faldas satinadas uno de sus bestsellers del a?o. Ahora mismo podemos encontrar ...
La seda ha gozado siempre de un estatus omnipresente en la moda pero de un tiempo a esta parte parece que dise?adores de lujo y marcas asequibles convergen en un punto en com¨²n: no en vano las faldas, los vestidos y las blusas de seda impregnan las nuevas colecciones, de Celine a Zara, que por cierto ya en 2019 hizo de las faldas satinadas uno de sus bestsellers del a?o. Ahora mismo podemos encontrar dos faldas casi id¨¦nticas con etiquetas muy dispares: The Row, 2.300 euros; Zara, 25.95. ?Por qu¨¦ hay tanta diferencia de precio entre una y otra?
Para dar respuesta, primero hay que conocer a fondo los factores que influyen en el precio. Como desgrana la marca estadounidense de seda sostenible y 100% org¨¢nica Siizu (que elabora sus prendas con los mismos proveedores que marcas como Max Mara o Alexander Wang), son cinco:
1. La materia prima.
Al igual que ocurre con el cashmere, hay muchos tipos diferentes de seda y su precio puede variar desde los ocho d¨®lares por metro a los 80. Las diferencias de precio dependen de las granjas donde se obtiene esta seda y de c¨®mo la producen: la seda org¨¢nica tiende a ser m¨¢s cara porque el precio que cuesta conseguirla es m¨¢s alto. Hoy en d¨ªa los principales productores de seda cruda est¨¢n en China, India, Jap¨®n e Italia y las t¨¦cnicas que utilizan para producirla son altamente sofisticadas.
2. El lustre.
El brillo de una seda m¨¢s cara es el resultado de combinar hilos de diferentes tonos en cada trama. Esto hace que la superficie brille y d¨¦ la sensaci¨®n de que su color cambia con el ¨¢ngulo de la luz a la que se exponga. Una camisa de seda de mayor calidad, por ejemplo, presentar¨¢ distintos matices de color cuando la acerquemos a una l¨¢mpara.
3. El acabado.
Una seda m¨¢s cara pasa por un tratamiento especial antes de estar lista para ser utilizada. El lavado con arena es uno de los procesos naturales en el tratado de prendas: hace que el tejido sea m¨¢s resistente a las arrugas y adem¨¢s proporciona una sensaci¨®n m¨¢s agradable al tacto.
4. El proceso de tinte.
Es una realidad: los tintes m¨¢s caros se desvanecen menos y duran m¨¢s, y esto se suma al precio final de la seda. Los m¨¢s preciados suelen ser los tintes org¨¢nicos que no desaparezcan despu¨¦s de cada ciclo de lavado.
5. El peso del material.
El momme es la unidad de medida para el peso de las telas de seda (1 Momme = 4.3056 g/m2). Es similar al recuento de hilos del algod¨®n: debido a que la seda es un material extremadamente fino se mide de esta manera. Mayor momme significa fibras de mayor calidad: m¨¢s redondeadas, m¨¢s suaves y con una estructura m¨¢s compacta, y en consecuencia, una densidad de la tela mayor. Se suele considerar que un momme de 19 corresponde a una seda est¨¢ndar, mientras que uno que supere el 25 es de lujo.
Entonces, ?la diferencia de precio est¨¢ justificada o es solo marketing?
La seda es un material intr¨ªnsecamente caro: pensemos que para obtenerla los gusanos de seda tienen que madurar siete d¨ªas en hojas de morera hasta construir su capullo y para obtener un kilo de seda utilizable har¨ªan falta m¨¢s de 6.000 gusanos. Por ello muchas marcas utilizan telas mezcladas con poli¨¦ster, que es una fibra sint¨¦tica y mucho m¨¢s barata de producir, con lo que utilizan menor materia prima de seda y consiguen bajar notablemente los precios de la prenda final. Mientras que la seda natural es hipoalerg¨¦nica, es suave, transpirable y con una alta termoregulaci¨®n (proporciona calor durante las bajas temperaturas y se mantiene fresca en climas c¨¢lidos), las telas mezcladas con fibras sint¨¦ticas no suelen alcanzar estos est¨¢ndares de calidad. Cu¨¢nto deber¨ªamos pagar por una camisa o una falda de seda depender¨¢, en primer lugar, de la calidad del tejido.
Uno de los mitos m¨¢s populares en la moda es que cuando uno paga mucho por una prenda, est¨¢ pagando marketing: al fin y al cabo, el precio establece un posicionamiento en el mercado. Sin embargo, esto no siempre es as¨ª. No, no es lo mismo un pa?uelo de seda de Herm¨¨s que lleva 700 horas de trabajo artesanal, tintado en 30 capas con colores que solo existen para la firma y cosido con remate a la francesa -esto es, con las costuras hacia afuera-, que una versi¨®n de 30 euros en Uterq¨¹e. Si el primero cuesta diez veces el precio del segundo es por algo. En la trazabilidad de una prenda estar¨¢ la respuesta a la gran pregunta: el precio justo de una falda de seda ser¨¢ lo que haya costado llegar hasta usted. La decisi¨®n, despu¨¦s, es solo suya.