Directoras de cine, otra realidad tras (y ante) la c¨¢mara
Buscan cambiar la estad¨ªstica: rodar superproducciones y manejar grandes presupuestos. Pero la historia se les resiste, tambi¨¦n en 2017: ninguna mujer est¨¢ nominada a la mejor direcci¨®n en los pr¨®ximos premios Goya.
El n¨²mero de pel¨ªculas dirigidas por mujeres en Espa?a ronda el 8%. Colectivos como la Asociaci¨®n de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA) y ciclos como Mujeres de Cine buscan mostrar ese trabajo, dar la vuelta a los porcentajes. Ellas creen que ha llegado el momento de la visibilizaci¨®n. Su objetivo es contar historias. Y sostienen que con su trabajo pueden romper t¨®picos. In¨¦s Par¨ªs se ha especializado en ?comedias y thrillers?; Gracia Querejeta (exvicepresidenta de la Academia de Cine) destaca la importancia de buscar un camino propio; y Juana Mac¨ªas, que el a?o pasado estren¨® ...
El n¨²mero de pel¨ªculas dirigidas por mujeres en Espa?a ronda el 8%. Colectivos como la Asociaci¨®n de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA) y ciclos como Mujeres de Cine buscan mostrar ese trabajo, dar la vuelta a los porcentajes. Ellas creen que ha llegado el momento de la visibilizaci¨®n. Su objetivo es contar historias. Y sostienen que con su trabajo pueden romper t¨®picos. In¨¦s Par¨ªs se ha especializado en ?comedias y thrillers?; Gracia Querejeta (exvicepresidenta de la Academia de Cine) destaca la importancia de buscar un camino propio; y Juana Mac¨ªas, que el a?o pasado estren¨® Embarazados, es vicepresidenta de CIMA. Aunque este a?o en los Goya no hay ninguna nominada a la mejor direcci¨®n y solo una a la mejor direcci¨®n novel ¨CNely Reguera, por Mar¨ªa y los dem¨¢s¨C, estas realizadoras han demostrado que sus obras merecen premios y candidaturas: Mar Coll se llev¨® el galard¨®n a la mejor direcci¨®n novel en 2010 por Tres d¨ªas con la familia; Paula Ortiz compiti¨® por el de mejor direcci¨®n con La novia, que sum¨® 12 candidaturas en 2016, el mismo a?o en que Leticia Dolera combin¨® interpretaci¨®n y c¨¢mara en Requisitos para ser una persona normal (que le vali¨® una nominaci¨®n en el apartado de ¨®peras primas). El trabajo de estas realizadoras ofrece una nueva ¨®ptica a un sector que vive una revoluci¨®n en el lenguaje y en la forma de consumo.
En los 30 a?os de existencia de los Goya solo tres mujeres se han llevado el premio a la mejor direcci¨®n y cinco el de mejor direcci¨®n novel. ?Qu¨¦ significa esto?
GRACIA QUEREJETA: Que en general las mujeres dirigimos menos. Por una nominada hay cuatro hombres. Siempre vamos a tener menos posibilidades de recibir el premio.
IN?S PAR?S: No es que no se nos premie; es que somos menos y hay menos pel¨ªculas. El a?o pasado hab¨ªa dos mujeres nominadas, ese fue el dato significativo.
JUANA MAC?AS: Si de cuatro nominaciones hay una mujer es un 25%. Y los datos dicen que somos, en el mejor de los a?os, un 15% de directoras. Aunque hacemos menos pel¨ªculas, logramos m¨¢s nominaciones en proporci¨®n.
PAULA ORTIZ: Los premios son el reflejo de lo dem¨¢s. En el criterio ¨²ltimo para decidir entran muchas cosas.
MAR COLL: Y la decisi¨®n no siempre tiene que ver con un criterio de calidad. Hay muchos factores.
LETICIA DOLERA: Es todo reflejo de lo mismo: todav¨ªa vivimos en una sociedad machista. Somos el 50% de la sociedad, pero estamos infrarrepresentadas: en la pol¨ªtica, en las grandes empresas y en la cultura. El relato de qui¨¦nes somos lo contamos a trav¨¦s de nuestra cultura; estar marginadas de eso es un problema. Y creo que se trata de una cuesti¨®n de responsabilidad pol¨ªtica.
En EE UU las cifras no son muy diferentes: solo el 7% de las grandes producciones tienen una mujer al cargo. Kathryn Bigelow, la ¨²nica cineasta con Oscar, dice que la discriminaci¨®n de g¨¦nero estigmatiza la industria, que el cambio es esencial. ?C¨®mo se consigue?
J. M.: Las medidas que se pueden tomar para trabajar por la igualdad van mucho m¨¢s all¨¢ de las cuotas. La clave es conseguir una verdadera igualdad de oportunidades. A nivel institucional se pueden poner en marcha iniciativas: recopilar y visibilizar el trabajo de las mujeres, hacer mentoring¡ Con un programa as¨ª, en Suecia han pasado del 26% a un 50% de directoras en cinco a?os.
I. P.: El problema es que es una industria muy masculinizada: se lo explicas a un productor, a unos seleccionadores de festivales y a un distribuidor varones¡ Nadie discrimina adrede, pero a nosotras se nos juzga m¨¢s por lo que hemos hecho y a ellos por lo que pueden hacer.
G. Q.: Hay una falta de confianza en que las mujeres pueden hacer pel¨ªculas muy taquilleras. Pasa igual en la tele. He rodado series de espadachines, de asesinatos¡ Y siguen pensando en la mayor¨ªa de los casos que debo hacer historias de amor. Se nos asocia a un tipo de cine.
?Es un t¨®pico hablar de un cine de mujeres?
I. P.: S¨ª, es un t¨®pico. La ¨²nica realidad es que por razones completamente absurdas, hist¨®ricas, porque el cine es un centro de poder econ¨®mico, social, pol¨ªtico e ideol¨®gico, las f¨¦minas han sido excluidas.
P. O.: Como ha pasado en todo tipo de puestos de toma de decisiones econ¨®micas, financieras, creativas¡ Es una cuesti¨®n del espectro, y el t¨®pico del cine de mujeres es reducir, volver a encajonar. Podemos hacerlo todo, pero ahora se nos aparta de la gran producci¨®n y de lo que eso significa en t¨¦rminos imaginativos.
M. C.: Faltan referentes y por eso cuesta mucho cambiar.
?Con m¨¢s mujeres escribiendo y dirigiendo se pueden generar otros roles femeninos, cambiar estereotipos?
P. O.: Totalmente. Somos lo que reflejamos en las im¨¢genes que nos devuelva cualquier pantalla. Y el grueso de las espectadoras son mujeres.
I. P.: Es fundamental. Est¨¢ demostrado que cuando una historia est¨¢ hecha por hombres en guion y direcci¨®n, en un 90% de los casos los protagonistas son masculinos. Nosotras repartimos m¨¢s, y en nuestras pelis la proporci¨®n es un 60%. No creamos modelos de mujeres perfectas, ?eso es horrible! Mostramos cosas que no se hab¨ªan visto antes.
?Y c¨®mo saben qu¨¦ historia quieren contar?
M. C.: Para m¨ª es importante que haya una vinculaci¨®n personal, que me motive, me interese y me emocione.
L. D.: Stephen King dice que escribir es reescribir. Y yo creo que eso es bastante cierto.
J. M.: El momento que m¨¢s me gusta cuando est¨¢s en el proceso de desarrollar una historia es cuando ya no tienes que escribir t¨², sino que ella te pide por d¨®nde ir. Cuando est¨¢s dirigiendo tambi¨¦n pasa.
Una vez que se tiene la idea, ?qu¨¦ es lo m¨¢s dif¨ªcil a la hora de llevarla a la pantalla? ?Lograr el presupuesto?
L. D.: Claro, ?no? Porque el cine no deja de ser un arte que es muy material. A nivel de producci¨®n es caro hacer una pel¨ªcula.
P. O.: La coyuntura de los recursos existe siempre. Nunca tenemos todo lo que necesitamos. Pero lo m¨¢s dif¨ªcil es mantener el tim¨®n en la direcci¨®n adecuada, con el mapa, y saber que lo est¨¢s haciendo de la manera m¨¢s profunda, m¨¢s honesta, m¨¢s intensa¡ La mejor.
?Cu¨¢les son los principales problemas que afronta hoy la industria del cine en Espa?a?
G. Q.: La financiaci¨®n. No hay muchas maneras de levantar proyectos, y menos con la nueva Ley del Cine.
L. D.: Y el IVA, que no tiene ning¨²n sentido pr¨¢ctico para la industria, el espectador o las arcas del Estado, porque el 21% de cero es cero. Hay que generar movimiento, y si pones trabas a eso perdemos todos.
P. O.: Yo veo un problema que igual es m¨¢s abstracto, pero es doloroso: creer que lo que hacemos es una parte de la ostentaci¨®n social, que la cultura es como las flores, no las ra¨ªces, de la colectividad, de la vida.
M. C.: Hay un desapego por parte de la gente. Adem¨¢s, vivimos un momento de cambio fuerte en el cine, tanto en la forma de consumo como en la de hacerlo. Los n¨²meros dicen que cada vez hay menos espectadores, pero hay m¨¢s pel¨ªculas, se consume en otros formatos.
I. P.: Como las series, que tienen una cosa extraordinaria: est¨¢s viendo inmediatamente el resultado. Y est¨¢n sirviendo para contar cosas novedosas, sobre todo en lo referente a los personajes femeninos.
Ese cambio de consumo del que hablan se enfrenta al problema de la pirater¨ªa. ?Se deber¨ªa combatir m¨¢s?
L. D.: Detr¨¢s de una persona que le da a descargar hay un trasfondo: se piensa que el trabajo de los dem¨¢s no vale nada. Es una p¨¦rdida de valores. En Francia te llega una carta del Gobierno dici¨¦ndote que van a cortar Internet. Conclusi¨®n: s¨ª se puede acabar con la pirater¨ªa.
J. M.: Se trata de cambiar los h¨¢bitos de consumo, de ser consciente del valor de lo que est¨¢s consumiendo.
M. C.: Contra ella se pueden poner m¨¢s contenidos legales y m¨¢s accesibles. Es un momento de transici¨®n en el que el sector se va a reorganizar, hay una revoluci¨®n del consumo, de la forma de producir¡
G. Q.: S¨ª, yo creo que las pantallas grandes van a quedar para estrenos tipo blockbuster, y que vamos a estrenar directamente en la tele.
Su industria tiene fama de reivindicativa, y las entregas de premios se convierten a veces en escaparate de sus cr¨ªticas. ?Es necesario reclamar en p¨²blico?
G. Q.: Pues hay mucha controversia. Hay gente dentro de la Academia que piensa que la gala no debe utilizarse como plataforma reivindicativa en ning¨²n caso, porque luego nos dan m¨¢s¡ Yo no estoy muy de acuerdo: creo que cuando uno tiene la posibilidad de hablar, siempre de manera respetuosa, deber¨ªa poder decir lo que quiera.
J. M.: Globalmente, para m¨ª una gala no deber¨ªa ser el lugar de una reivindicaci¨®n. Nuestras reclamaciones pueden estar en lo que hacemos, en nuestras pel¨ªculas, en nuestros documentales, no en una ceremonia.
P. O.: Es que el discurso que construye, discute y proyecta el cine siempre maneja cuestiones de conciencia.