La CEO mejor pagada de EEUU es transexual (tambi¨¦n fabrica clones y ha fundado una religi¨®n futurista)
Martine Rothblatt es billonaria, se declara ¡®transhumanista¡¯, cree en la vida eterna y lleva 33 a?os felizmente casada con la misma mujer
Ni Marisa Meyer, ni Mary Barra, ni Sheryl Sandberg. La CEO mejor pagada de Estados Unidos era, hasta esta semana, una virtual desconocida. Y eso que su historia es m¨¢s sorprendente que la de las tres anteriores juntas. Y que la de cualquiera, en realidad. El New York Magazine public¨® el lunes un largu¨ªsimo art¨ªculo de portada sobre ...
Ni Marisa Meyer, ni Mary Barra, ni Sheryl Sandberg. La CEO mejor pagada de Estados Unidos era, hasta esta semana, una virtual desconocida. Y eso que su historia es m¨¢s sorprendente que la de las tres anteriores juntas. Y que la de cualquiera, en realidad. El New York Magazine public¨® el lunes un largu¨ªsimo art¨ªculo de portada sobre Martine Rothblatt, nacida Martin Rothblatt, billonaria, abogada del espacio, empresaria farmac¨¦utica, te¨®rica de la filosof¨ªa genderqueer y transexual. Probablemente, desde que Lawrence Wright public¨® en el New Yorker su fascinante expos¨¦ sobre la Cienciolog¨ªa (que ha batido r¨¦cords de lectura este verano, cuando la revista abri¨® temporalmente sus archivos), no generaba tanto ruido un art¨ªculo longform (de largo aliento). En tiempos de sobreexposici¨®n medi¨¢tica generalizada, y cuando el movimiento trans busca nuevos estandartes, lo curioso, lo casi incre¨ªble, es que hasta ahora se supiera tan poco de Rothblatt.
La narrativa de su identidad sexual tampoco es la que estamos m¨¢s habituados a escuchar. Rothblatt no creci¨® pensando que estaba en el cuerpo equivocado. A partir de los 15 a?os, cuenta en la entrevista s¨ª empez¨® a pensar en s¨ª misma como mujer y lesbiana ¨Ca Rothblatt siempre le han atra¨ªdo sexualmente las mujeres¨C, pero, como le explic¨® al famoso locutor Howard Stern, "adoraba su pene". Cuando, a principios de los 90 decidi¨® empezar su transici¨®n de g¨¦nero, la primera sorprendida fue su mujer, Bina, con la que tiene cuatro hijos y cuatro nietos.
Fue en aquella ¨¦poca, antes de someterse a su operaci¨®n de reasignaci¨®n de g¨¦nero, cuando public¨® un manifiesto titulado El apartheid del sexo, en el que defiende que hay tantas identidades sexuales como personas y que los genitales son tan irrelevantes como el color de piel ¨CBina es afroamericana y los hijos de ambos, entre biol¨®gicos y adoptados, cubren un amplio espectro racial¨C. Poco amante de los pronombres de g¨¦nero, prefiere que se refieran a ella como "Martine", aunque en su familia s¨ª le llaman "pap¨¢". En su manifiesto, propon¨ªa usar "pn", como diminutivo de "persona", en lugar de los t¨ªpicos "mr" y "ms". En cambio, s¨ª se identifica con el prefijo "trans" aunque a d¨ªa de hoy se considera m¨¢s "transhumanista" que "transg¨¦nero". Con el t¨¦rmino se refiere a su identidad sexual pero tambi¨¦n a su filosof¨ªa, una especie de futurismo para los que creen que la tecnolog¨ªa nos alargar¨¢ la vida m¨¢s all¨¢ de los condicionantes biol¨®gicos. A eso se dedica en la actualidad desde su organizaci¨®n, la Terasem Movement Foundation, que pretende explorar los l¨ªmites de la mortalidad humana a trav¨¦s de la Inteligencia Artificial y la criogen¨¦tica. En eso est¨¢ aliada con Peter Thiel, el fundador de PayPal, y con los creadores de Google, cuya empresa paralela, Calico, tiene como misi¨®n solucionar el engorroso problema de la muerte.
Martine Rothblatt en su portada del ¡®New York Magazine¡¯.
New York Magazine
Terasem es tambi¨¦n el nombre de la religi¨®n que han fundado Martine y su esposa y que hasta ahora cuenta s¨®lo con cuatro templos, convenientemene localizados cerca de sus cuatro principales mansiones, y unos 50 seguidores, la mayor¨ªa empleados de sus empresas y sus residencias. En la principal, la de Vermont, suele habitar Dina48, el robot que Rothblatt encarg¨® a imagen y semejanza de su esposa y con el que lleva a la realidad sus ideas sobre la realidad artificial.
Si lo que hacen los Rothblatt con su (ingente cantidad de) dinero es sorprendente, no lo es menos saber c¨®mo lo ganaron. Al igual que muchos pioneros de ese nuevo Far West que es el mundo?techie, Martine empez¨® su carrera dejando colgada la Universidad. Con 20 a?os (y siendo a¨²n Martin a todos los efectos), dej¨® UCLA y se fue a las Seychelles, pero las encontr¨® deprimentes y llenas de cucarachas. Tras visitar una base ¨¢erea que contaba con comunicaci¨®n por sat¨¦lite, Rothblatt encontr¨® algo parecido a su vocaci¨®n y decidi¨® volver a la Unviersidad y especializarse en algo tan esot¨¦rico como la legislaci¨®n espacial. De ah¨ª pas¨® a fundar primero Geostar, una empresa de navegaci¨®n para veh¨ªculos, y luego Sirius, la radio por sat¨¦lite que revolucion¨® el mapa de las comunicaciones en Estados Unidos. Pero ninguna de esas empresas la ha convertido en la CEO mejor pagada de su pa¨ªs. Eso vino despu¨¦s, cuando fund¨® la farmac¨¦utica United Therapeutics. Aunque la empresa es relativamente peque?a, con menos de 800 empleados, su salario, que se concedi¨® ella misma, est¨¢ ligado al valor mercantil de la empresa y ¨¦ste se dispar¨® hace unos meses, cuando las autoridades sanitarias dieron luz verde a uno de los tratamientos que comercializan.
La empresa est¨¢ en expansi¨®n e investiga terapias para la cura del c¨¢ncer y xenotransplantes (transplantes entre distintas especies, en este caso de cerdos a humanos), pero la principal y ¨²nica raz¨®n para fundarla fue personal. A Jenesis, la hija m¨¢s peque?a de los Rothblatt, le diagnosticaron cuando ten¨ªa s¨®lo 8 a?os hipertensi¨®n pulmonar arterial (HAP), una enfermedad extremadamente grave que entonces, en 1991, supon¨ªa una condena de muerte en un plazo de unos dos a?os. Martine, que ya se hab¨ªa hecho multimillonaria con Sirius y entonces empezaba su transici¨®n de g¨¦nero, descubri¨® que exist¨ªa un tratamiento m¨¢s eficaz que no se comercializaba porque, como sucede con muchas enfermedades raras, no era rentable para las farmac¨¦uticas. As¨ª que fund¨® una y potenci¨® la investigaci¨®n de este f¨¢rmaco. La HAP sigue siendo incurable pero se ha alargado la esperanza de vida de los que la padecen, como Jenesis, que hoy tiene 30 a?os y trabaja en la empresa familiar.
La pregunta ahora es qu¨¦ ser¨¢ lo pr¨®ximo para Martine Rothblatt que, haga lo que haga, encontrar¨¢ mucho m¨¢s escrutinio p¨²blico. As¨ª que, desde ya: ?billonaria, transexual, gur¨², fil¨®sofa, empresaria¡e improbable celebridad.