Roc¨ªo Molina: ¡°He tenido obst¨¢culos por ser joven, paya y mujer¡±
Entramos con la bailaora, que el 24 de septiembre act¨²a en Flamenco On Fire (Pamplona) en el cortijo sevillano donde crea sus coreograf¨ªas y cr¨ªa a su hija. Quiere convertirlo en un refugio creativo para artistas.
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Ante las puertas del cortijo La Juliana, en Bollullos de la Mitaci¨®n (Sevilla), pasa el camino de El Roc¨ªo. ?Es una parada oficial donde beben las bestias. Ha estado dedicado siempre a la aceituna, aqu¨ª hab¨ªa un molino y se almacenaba el aceite, por eso tambi¨¦n lo llaman La Aceitera?, explica con entusiasmo Roc¨ªo Molina (Torre del Mar, M¨¢laga, 1984). La bailaora ¨CPremio Nacional de Danza en 2010 y reconocida este a?o con el prestigioso National Dance Award concedido por The Critics¡¯ Circle brit¨¢nico¨C se mud¨® en marzo a esta finca de piedra y cal, que seg¨²n la Junta de Andaluc¨ªa podr¨ªa tener or¨ªgenes romanos. All¨ª quiere echar ra¨ªces como un olivo, criar a su ni?a (nacida en casa hace unos meses tras una fecundaci¨®n in vitro) y reunir a artistas. Parir un espacio para la creaci¨®n. El a?o pasado su hija protagoniz¨® sin saberlo Grito pelao, la historia autobiogr¨¢fica de una lesbiana que es madre por este mismo m¨¦todo. En este montaje, creado mano a mano con la cantante y compositora S¨ªlvia P¨¦rez Cruz, la bailaora subi¨® embarazada a los escenarios ¨Chasta los siete meses y medio de gestaci¨®n¨C para expresar sus sentimientos a trav¨¦s del movimiento y la m¨²sica.
Hija de un cocinero y un ama de casa, afirma que a los tres a?os supo que viv¨ªa para bailar. ?Hay que romper los mitos. Las cosas pueden salir de cualquier forma, hay que dejar que fluyan. Y ya est¨¢. Muchas familias viven rodeadas de arte y luego el hijo no se dedica a eso?, dice al explicar los or¨ªgenes de su arte. Comenz¨® a cultivarlo en su M¨¢laga natal y lo desarroll¨® en el Real Conservatorio de Danza Madrid. Cre¨® su propia compa?¨ªa a los 20 a?os y estren¨® su primer espect¨¢culo a los 21. Cuando ten¨ªa 26, el legendario bailar¨ªn Mija¨ªl Barishnikov se arrodill¨® ante ella. Ahora, con 35, su actividad es fren¨¦tica: compagina su nueva vida con la gira de Ca¨ªda del cielo ¨Cque la llevar¨¢ el 24 de agosto a Flamenco On Fire, en Pamplona, y en octubre a distintas ciudades francesas¨C y los ensayos de un nuevo montaje, que llegar¨¢ en mayo de 2020 a los madrile?os Teatros del Canal.
?Por qu¨¦ se ha instalado en La Juliana?
Para m¨ª era muy importante criar a mi hija en el campo, muy ligada a la naturaleza, y teniendo el arte cerca. Quiero que este sea un espacio para la creaci¨®n, pero vinculado al terreno.
?Qu¨¦ la une a la tierra? Cuando se viaja sin parar por todo el mundo, ?se necesita un sitio de referencia para volver?
Con el tiempo, me va uniendo m¨¢s el paisaje, ver c¨®mo siempre es el mismo, pero ning¨²n minuto es igual. Me gusta observarlo y saber que yo doy muchas vueltas, pero cuando vuelvo este olivo est¨¢ en el mismo sitio, con sus transformaciones. Es lo que me gusta del pueblo, ver que el se?or que me pone la tostada es siempre el mismo y aparece la se?ora con el perro a la misma hora. Eso me agarra, me da tranquilidad.
?No se ha planteado vivir en Par¨ªs? All¨ª es muy respetada, tiene una asociaci¨®n art¨ªstica con el Teatro de Chaillot¡
Bueno, en su momento te lo planteas, pero realmente mi arte est¨¢ ligado a una tierra y tambi¨¦n a las personas que est¨¢n en ella. Necesito alimentarme de mi gente, de las tradiciones.
A pesar de que su cortijo est¨¢ en el camino de El Roc¨ªo y de que ella se llama as¨ª precisamente por esa virgen, nunca ha hecho la romer¨ªa. ?La idea de venirme aqu¨ª era crear una minialde¨ªta de artistas. Siempre estoy d¨¢ndole vueltas a tener un espacio de creaci¨®n. A m¨ª me ha costado muchos a?os, mucho esfuerzo y trabajo, llegar donde estoy. Y me gustar¨ªa, puesto que el panorama en Andaluc¨ªa y en Espa?a est¨¢ dif¨ªcil para los artistas, que los creadores puedan disponer de un espacio de reuni¨®n, de concentraci¨®n?, explica.
?Para un artista es complicado ser profeta en su tierra?
La verdad es que yo no me siento no reconocida en mi tierra. Pero quiz¨¢ no estoy tan conforme con c¨®mo nos cuidan, ya no digo a m¨ª personalmente, sino c¨®mo no cuidan el arte. Me parece muy triste que al final tengamos que trabajar el 80% de nuestro tiempo en el extranjero porque all¨ª lo valoran.
?C¨®mo se puede hacer para que en los pol¨ªticos cale la idea de que la cultura es importante para la sociedad?
Es que los pol¨ªticos¡ Bueno, es una cuesti¨®n de sensibilidad y de que entiendan el poder que tiene la cultura. Puede transformar much¨ªsimo, sensibilizar al pueblo. Ese es el problema: que no les interesa que se sensibilicen las personas, es mejor ser borreguillos para ellos y que tengamos miedo. Pero bueno, para eso estamos los artistas.
?Para dar un toque de atenci¨®n?
No para dar un toque de atenci¨®n, sino para recordar la parte humana, carnal, sensible. Recordar que el miedo es normal, que hay que mostrar la belleza, no en forma est¨¦tica como nos la venden las revistas y la televisi¨®n, sino que hay belleza en las emociones. La base ser¨ªa empezar con los ni?os: la educaci¨®n con creatividad es m¨¢s f¨¢cil, y m¨¢s divertida para ellos.
Desde ni?a quiso bailar, pero dec¨ªan que su f¨ªsico no daba el perfil, ?se ha tenido que enfrentar a muchos obst¨¢culos?
S¨ª, he tenido dificultades por los estereotipos que hay marcados en la danza. Yo nunca he dado la talla, siempre he tenido un f¨ªsico diferente, y he convertido eso en mi sello. Ah¨ª he encontrado la fuerza, en esa diferencia. Me ha hecho esforzarme mucho m¨¢s y reafirmarme en lo que yo cre¨ªa. Tambi¨¦n he tenido dificultades con la edad: ten¨ªa las cosas claras desde muy pronto y eso no hac¨ªa gracia. Mis obst¨¢culos han sido la edad, ser demasiado joven, paya y mujer.
Dice que la criticaron por ser bailaora y paya. ?Tiene sentido hablar de apropiaci¨®n cultural?
A m¨ª se me olvida¡ Pero el otro d¨ªa me record¨® mi madre una an¨¦cdota: con 17 a?os hab¨ªa cantaores que a m¨ª no me jaleaban en un baile por sole¨¢s porque era paya y era muy joven. A veces as¨ª es como se hace el camino. No ha sido f¨¢cil, la verdad.
?C¨®mo se enfrenta a los cr¨ªticos y a los prejuicios?
Yo no trabajo ni bailo para los cr¨ªticos, no quisiera hacerlo nunca. Lo hago para m¨ª, siquiera para el p¨²blico. Tengo que ser muy honesta conmigo misma. Hay veces que cojo caminos m¨¢s dif¨ªciles, pero son necesarios para mi arte o mi persona.
De hecho, en Grito pelao hizo p¨²blica su vida privada. ?Cree? que hay que llevar el activismo a escena?
Yo no creo que haya que hacer algo de forma obligatoria. Lo haces si quieres. En mi caso s¨ª, para m¨ª era necesario para poder afrontar ese momento de mi vida, esa decisi¨®n. Mi forma de comunicar las cosas es bail¨¢ndolas. No todo el mundo tiene que llevar estos asuntos a escena. Pero tener la libertad de elegir si quiere hacerlo, eso s¨ª, por supuesto.
Muchos de sus espect¨¢culos hablan de ser mujer, dice que Ca¨ªda del cielo le sali¨® de los ovarios. ?Es importante la reivindicaci¨®n feminista en su trabajo?
Claro, hay que alzar la voz. El silencio y la represi¨®n ya no tienen lugar. Hay que eliminarlos. Yo como artista, como persona y como mujer lucho por la libertad de expresi¨®n, en mi casa y fuera de ella. Lo har¨¦ siempre. Sin miedo ninguno.
?Por qu¨¦ ha abordado en sus obras temas poco habituales como la menstruaci¨®n, el parto o el envejecimiento?
Porque son cosas del d¨ªa a d¨ªa, est¨¢n en nosotros. Yo no busco grandes inventos. Para m¨ª lo bonito, lo grandioso, est¨¢ en lo cotidiano. ?A qui¨¦n no le asusta envejecer? Me gusta romper, contar las cosas normales que a todos nos perturban, nos dan verg¨¹enza¡ ?Qu¨¦ pasa, no podemos hablar de la belleza de la vida, de una menstruaci¨®n? ?No podemos hablar de un aborto?
?El flamenco ahora se escribe en femenino?
Es un momento muy brillante para la mujer. No nos da miedo arriesgar. Estamos tan entrenadas para sostener, soportar y tirar para adelante que nos hemos hecho muy fuertes.
?Qu¨¦ va a explorar en su nuevo espect¨¢culo?
Quiero aprovechar la oportunidad que he tenido de renacer, de descubrir otro cuerpo despu¨¦s del embarazo, porque no hab¨ªa dejado de bailar en toda mi vida. Ver cu¨¢l es mi cuerpo ahora, desde la calma. Encontrar la fuerza en esa situaci¨®n.
?Su vida y su arte siempre se entremezclan?
La verdad es que s¨ª. Hubo un tiempo en que intentaba hacerme creer que no, pero ya est¨¢ m¨¢s que asimilado. Es una dificultad y una necesidad. Necesito bailar lo que soy. Y ya est¨¢.