Por qu¨¦ John Galliano y Martin Margiela se necesitan mutuamente
?Qu¨¦ hace un dise?ador famoso por su notoriedad y sus excesos creativos dise?ando para una marca conceptual y an¨®nima?
Sin logos, sin autores conocidos, sin detalles superfluos. Lo que Martin Margiela cre¨® en 1989 es lo m¨¢s cercano a la antimoda que ha conocido la industria y, a la vez, es moda en estado puro: con esta estrategia basada en el anonimato y en creaciones que exploraban los l¨ªmites de patrones y tejidos, la firma quer¨ªa que la ropa, por una vez, hablara por s¨ª misma, sin intermediarios. Por eso enseguida gan¨® adeptos que, parad¨®jicamente, se identificaron m¨¢s ¨ªntimamente con esta marca que con ninguna otra. El reinado de las camisetas blancas descontextualizadas, reconocibles s¨®...
Sin logos, sin autores conocidos, sin detalles superfluos. Lo que Martin Margiela cre¨® en 1989 es lo m¨¢s cercano a la antimoda que ha conocido la industria y, a la vez, es moda en estado puro: con esta estrategia basada en el anonimato y en creaciones que exploraban los l¨ªmites de patrones y tejidos, la firma quer¨ªa que la ropa, por una vez, hablara por s¨ª misma, sin intermediarios. Por eso enseguida gan¨® adeptos que, parad¨®jicamente, se identificaron m¨¢s ¨ªntimamente con esta marca que con ninguna otra. El reinado de las camisetas blancas descontextualizadas, reconocibles s¨®lo por cuatro pespuntes en el dorso, hab¨ªa comenzado a expandirse.
La mitolog¨ªa ha acompa?ado a Maison Martin Margiela desde entonces: dise?adores con batas blancas que trabajan en un antiguo monasterio parisino, modelos enmascaradas y especulaciones sobre la identidad de su alma m¨¢ter. En 2002 la marca no estaba pasando por su mejor momento econ¨®mico, y dej¨® que Renzo Rosso, propietario del holding OTB (que controla Diesel y Marni, entre otros) se hiciera con la mayor¨ªa de sus acciones. Con ellos llegaron la apertura de tiendas, las l¨ªneas de decoraci¨®n, el lanzamiento de su perfume y otras estrategias propias de la moda m¨¢s tradicional.
Pero el anonimato y el peculiar discurso de la firma segu¨ªan ah¨ª. Hasta tal punto que en 2009, cuando MMM cumpl¨ªa su vig¨¦simo aniversario, nadie sab¨ªa si Martin segu¨ªa o no ocup¨¢ndose de la direcci¨®n creativa. Un comunicado dio la raz¨®n a los rumores aquel oto?o, y aunque no se argumentaban las causas de la salida del dise?ador, todo apunta a que se trat¨® de diferencias irreconciliables respecto a la nueva direcci¨®n comercial que estaba tomando la ense?a.
El pasado verano, Suzy Menkes desvelaba el que para muchos ya era un secreto a voces: Matthieu Blazy llevaba ahora la batuta en cuestiones de dise?o. Seg¨²n la periodista, el joven talento era demasiado bueno como para permanecer en el anonimato. Pero OTB, fiel a los rasgos definitorios de la marca, se apresur¨® a emitir un comunicado: ¡°La maison no ha cambiado. MMM no se centra en ning¨²n individuo concreto. Nuestro trabajo se lleva a cabo en equipo y s¨®lo puede ser acreditado a un colectivo¡±, rezaba la nota.
Esta imagen, tomada hace m¨¢s de siete a?os, es la ¨²nica imagen que circula del dise?ador
Por eso resulta a¨²n m¨¢s parad¨®jico que OTB haya decidi¨®, s¨®lo tres meses despu¨¦s, romper con la que ha sido la clave de Maison Martin Margiela, el anonimato. Y de qu¨¦ manera.
Los rumores sobre el posible fichaje de John Galliano llevaban meses rondando, pero muchos no quisieron darles cr¨¦dito. Despu¨¦s de su breve paso por el taller de Oscar de la Renta (su impronta pudo verse claramente en las colecciones del pasado a?o) y de su trabajo como consultor en la firma de cosm¨¦ticos L¡¯Etoile, el futuro del gibraltare?o segu¨ªa siendo incierto, pero mucho m¨¢s consistente que en los meses que sucedieron a su salida de Dior.
Volv¨ªa al circuito lentamente, y dejaba caer en un par de entrevistas que regresar¨ªa m¨¢s fuerte que nunca. Lo que pocos esperaban es que el que quiz¨¢ sea el dise?ador m¨¢s famoso de los ¨²ltimos treinta a?os fuera a ocuparse de una marca definida por la colectividad y la aversi¨®n a cualquier tipo de notoriedad personal. Una firma que nunca terminaba sus desfiles con la salida de sus autores, tendr¨¢ ahora a un director creativo famoso por salir a saludar vestido de torero y de Napol¨¦on. Una ense?a que se hizo un hueco en la liga de los grandes a base de deconstruir patrones y proponer dise?os monocrom¨¢ticos se pone en manos de un modisto famoso por sus delirios creativos, sus excesos indumentarios y la dramatizaci¨®n de sus propuestas.
A finales de los a?os 90, Par¨ªs se mov¨ªa entre dos extremos: los desfiles teatrales y majestuosos de Galliano o Mcqueen y las ideas conceptuales y cr¨ªticas que los belgas y los japoneses llevaban a?os proponiendo. Hoy esos extremos se tocan con el nombramiento de Galliano como cabeza visible de Margiela. Tal vez porque la industria ya no es la que era, y ha superado el periodo de la innovaci¨®n est¨¦tica para pasar a centrarse en la innovaci¨®n en t¨¦rminos de branding. O tal vez sea al contrario, y dicho nombramiento se deba al deseo de volver al dise?ador-estrella, al vestido como obra art¨ªstica y a la pasarela convertida en performance.
Lo que est¨¢ claro es que el regreso de Galliano abre un improbable nuevo cap¨ªtulo en la marca m¨¢s an¨®nima del planeta. O quiz¨¢ no tanto. Y la apuesta por el gibraltare?o atienda a razones tan l¨®gicas como lucrativas.
Ojos tapados y tejidos reconstru¨ªdos. Las dos se?as de identidad de la Alta Costura de Margiela estaban a¨²n presentes en 2010
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1. Un fichaje deseado: Renzo Rosso, due?o de OTB, nunca ha ocultado su admiraci¨®n por Galliano. ¡°?Qui¨¦n no querr¨ªa trabajar con ¨¦l? Si alguna vez vuelve, ser¨ªa el primero en producir sus colecciones¡± afirm¨® hace un mes a WWD. Rosso se caracteriza, adem¨¢s, por sentir una afinidad especial hacia marcas con cierto componente art¨ªstico; es el propietario de Viktor & Rolf y posee una parte de las licencias de Vivienne Westwood. El holding combina el trabajo de estas firmas con el de otras abiertamente comerciales como Diesel o Dsquared2.
Con su divisi¨®n dedicada a la moda para ni?os, Brave Kids, OTB adquiri¨® hace alg¨²n tiempo la l¨ªnea infantil de Galliano (el resto de sus l¨ªneas a¨²n son propiedad de LVMH), lo que quiz¨¢s pueda leerse hoy como un indicio anticipado de sus intenciones. En cualquier caso, desde que Martin Margiela dejara la firma en 2009, Rosso ha buscado un director creativo de alto nivel: los rumores hablan de ofertas a Raf Simons y Haider Ackermann. Est¨¢ claro que la marca llevaba tiempo queriendo dejar atr¨¢s su m¨ªtico anonimato.
En la colecci¨®n ?Artisanal? de este oto?o (¨²ltima del anterior dise?ador, Matthieu Blazy, en Alta Costura) ya es patente el cambio creativo que ha ido teniendo la marca en los ¨²ltimos a?os.
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2. Una jugada cl¨¢sica: Maison Martin Margiela es de las pocas firmas que cuentan con benepl¨¢cito de la Chambre Syndicale francesa para desfilar en la semana de la Alta Costura. Pero hace a?os que ya no despierta la fascinaci¨®n de sus inicios. Desde que forma parte de OTB, su expansi¨®n comercial y su diversificaci¨®n en distintas l¨ªneas ha hecho que la firma ya no est¨¦ tan fuertemente posicionada en el lujo m¨¢s conceptual. Diesel supone el 70% de la facturaci¨®n de OTB y la colaboraci¨®n que perpetr¨® junto a H&M en 2012 no tuvo el ¨¦xito esperado. Margiela ha ido estanc¨¢ndose, y focalizando sus ventas en MM6, su vertiente m¨¢s comercial y asequible.
Por eso no es de extra?ar que Rosso quiera jugar al mismo juego que jug¨® LVMH, due?o de Dior, a finales de los 90. La casa parisina no estaba pasando por su mejor momento, y necesitaba recuperar su reputaci¨®n de excelencia y exclusividad. As¨ª, siguiendo el consejo de Anna Wintour, contrat¨® a John Galliano (que antes pas¨® brevemente por Givenchy), un dise?ador rebelde que hab¨ªa tenido que cerrar su negocio en tres ocasiones porque sus creaciones eran demasiado excesivas. Justo lo que Dior necesitaba; celebridad, exceso, majestuosidad y transgresi¨®n, o lo que es lo mismo: eco medi¨¢tico, fama y aumento de las ventas de cosm¨¦ticos y accesorios.
Puede que Rosso quiera mover la misma ficha que en su d¨ªa movi¨® Dior y est¨¦ jugando la carta del carisma. ¡°Margiela est¨¢ preparada para un nuevo creador carism¨¢tico. John Galliano es uno de las talentos m¨¢s geniales de todos los tiempos- un couturier excepcional para una casa que siempre se ha caracterizado por innovar y retar al mundo de la moda¡±, afirma en el comunicado. Lo llama couturier, no dise?ador, y su primera colecci¨®n ver¨¢ la luz en el seno de la Alta Costura. En este sentido, se espera que su labor sea devolverle a Margiela esa particular exclusividad que una vez tuvo, aunque sea tirando de contenidos (a priori) completamente opuestos.
S¨®lo por haberse asegurado que todos los ojos estar¨¢n puestos en el desfile del pr¨®ximo enero, cosa que a esta marca no le ocurr¨ªa desde hac¨ªa a?os, ya habr¨¢ valido la pena el fichaje.
Kanye West es, sin duda, el principal embajador de la marca. En la imagen posa junto a Renzo Rosso.
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3. Una trayectoria no tan opuesta: el fuerte de Galliano nunca fue el pr¨ºt-¨¤-porter, sino la Costura. Lo mismo podr¨ªa decirse de Martin Margiela; tras epatar a media industria con sus ideas, las propuestas que le ayudaron a hacerse un nombre las concibi¨® dentro de Artisanal, la peculiar l¨ªnea de Costura que se basa en recuperar y rehacer tejidos y prendas antiguas y que a¨²n sigue en activo.
Mientras el gibraltare?o tuvo desde su ¨¦poca como estudiante las miras puestas en prendas tan majestuosas como impracticables, el belga se form¨® dentro de la transgresi¨®n y el exceso que reinaban en el taller de Jean Paul Gaultier durante los ochenta. Hubo, por tanto, un tiempo en el que Martin Margiela y Galliano no practicaban una moda tan distinta. Y mientras este daba sus primeros pasos en Dior, aquel ejerc¨ªa de dise?ador para la l¨ªnea de Costura de Herm¨¦s, y supo equilibrar su faceta m¨¢s conceptual con la direcci¨®n creativa de la ense?a de lujo cl¨¢sico m¨¢s emblem¨¢tica del mundo.
En el comunicado que OTB emiti¨® ayer, Rosso habla de Galliano como un visionario, ¡°capaz de aportar entidad al legado iconoclasta de Margiela y darle un nuevo impulso orientado hacia el futuro¡±. A uno le lleg¨® la fama dise?ando miri?aques y a otro poniendo la ropa del rev¨¦s y dejando ver las puntadas. Uno sal¨ªa a saludar disfrazado y el otro se ocultaba entre su equipo. Pero ambos son dos de las figuras m¨¢s carism¨¢ticas que ha dado la moda en los ¨²ltimos tiempos, adem¨¢s de dos genuinos creadores obsesionados con el detalle y la artesan¨ªa.
El hecho de que Galliano llegue a Margiela se puede leer en t¨¦rminos contradictorios, pero tambi¨¦n puede interpretarse como una vuelta al carisma y a la cara m¨¢s art¨ªstica de un ¨¢mbito, el de la Alta Costura, que lleva unas cuantas temporadas mostr¨¢ndonos su vertiente m¨¢s pr¨¢ctica.
En 2009, coincidiendo con el 20 aniversario de la firma (que se celebr¨® con una exposici¨®n en Londres), Maison Martin Margiela dio rienda suelta a su imaginario conceptual
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