Destacar y venderse no implica trabajar bien: as¨ª es la nueva batalla por las apariencias del trabajo
Muchos trabajadores sufren en silencio la ¡®performance¡¯ diaria de quienes ponen m¨¢s empe?o en contar sus supuestos logros que en materializarlos.
Parecer muy ocupado no siempre es sin¨®nimo de estarlo y en un mundo en el que las apariencias y la proyecci¨®n de los logros se ha convertido en una constante, el ambiente laboral no iba a ser menos. Las relaciones en el trabajo tienen siempre algo de performance, pues se han de guardar las formas y adecuarse a los c¨®digos internos de cada empresa. Sin embargo, cada vez es m¨¢s frecuente encontrarse con personas que aprovechan este contexto para ¡°vender¡± su ...
Parecer muy ocupado no siempre es sin¨®nimo de estarlo y en un mundo en el que las apariencias y la proyecci¨®n de los logros se ha convertido en una constante, el ambiente laboral no iba a ser menos. Las relaciones en el trabajo tienen siempre algo de performance, pues se han de guardar las formas y adecuarse a los c¨®digos internos de cada empresa. Sin embargo, cada vez es m¨¢s frecuente encontrarse con personas que aprovechan este contexto para ¡°vender¡± su trabajo mejor que otros que, en realidad, son m¨¢s productivos.
Tal y como explica Marina Ruiz Aguilera, psic¨®loga experta en laboral en la plataforma Psonr¨ªe, ¡°en general, las personas no somos planas, tenemos muchas aristas que forman parte de una sola personalidad, la nuestra. Pero tambi¨¦n es cierto que hay personas que fuerzan comportamientos o rasgos de personalidad que no son sinceros para conseguir cosas con poco esfuerzo. En este ¨²ltimo grupo tenemos diferentes niveles. Desde un perfil que intenta m¨¢s que consigue, torpe y poco sutil que descubrir¨¢ sus intenciones r¨¢pidamente tanto a compa?eros como a jefes; hasta perfiles rozando la sociopat¨ªa que, con inteligencia, pueden llegar a trepar a los m¨¢s altos cargos de la empresa¡±.
La forma de proceder puede variar: conectarse a horas intempestivas para dar la sensaci¨®n de ¡°estar siempre ah¨ª¡±; contestar emails con rapidez para proyectar eficacia, pero sin aportar soluciones; ofrecer ayuda cuando las tareas ya est¨¢n completadas, etc. Un ejemplo es la situaci¨®n que describe Ignacio Torres, empleado en una consultora, y que, explica, sufre actualmente con una compa?era de departamento: ¡°Esta persona siempre se est¨¢ colgando medallas de las tareas que lleva a cabo, pero muchas de ellas no las acaba, se escaquea o, simplemente, las gestiona de forma err¨®nea. Esto repercute en todos los procesos del departamento porque acaba cargando de trabajo extra a los dem¨¢s¡±, se?ala. ¡°Adem¨¢s, aunque parezca chocante, mi compa?era se encuentra bastante valorada por mis superiores. Al ocultar las tareas que hace mal, solo sobresalen las que hace correctamente; y al final, esto es lo que trasluce¡±.
Los compa?eros, los principales perjudicados ?
En muchas ocasiones los jefes ¡ªinmiscuidos en otros asuntos o incapaces de abarcar todos los peque?os detalles¡ª no son conscientes de estas pr¨¢cticas. Quienes las sufren de manera directa son los compa?eros de las personas que act¨²an de esta forma, pues deben ser ellos quienes finalmente saquen el trabajo adelante o realicen esas tareas que no lucen tanto, pero que son imprescindibles para el buen desarrollo de la empresa.
¡°En mi anterior equipo ten¨ªa un compa?ero que, en toda gesti¨®n que estuviese involucrado, sab¨ªas que ibas a terminar acometi¨¦ndola t¨²¡±, recuerda Sergio Sanz, que trabaja en una empresa de log¨ªstica. ¡°?l contestaba a todos los emails o comunicaciones, pero sin pararse a pensar en lo que estaban preguntando o, simplemente, tirando balones fuera. Cuando, pasado un tiempo, ese error/gesti¨®n que no hab¨ªa solventado volv¨ªa a salir a la luz actuaba como si fuera la primera noticia que ten¨ªa: ?Lo miro! ?Investigo! Y as¨ª pod¨ªas estar hasta el infinito¡ En sus mensajes, eso s¨ª, hab¨ªa siempre mucha exclamaci¨®n, mucha efusividad y mucho agradecimiento. Trabajo real y eficiencia, poca¡±.
Esta realidad puede generar desidia y malestar entre quienes la sufren de cerca. Como explica la psic¨®loga de Psonr¨ªe ¡°la persona que ¡®se vende¡¯ nunca va a pensar o reconocer que su actitud es un problema¡± as¨ª que quienes s¨ª acuden a consulta frustrados o sobrepasados por el conflicto laboral que se genera, son quienes est¨¢n a su alrededor. ¡°Cuando un trabajador no rinde lo que se espera de ¨¦l no solo afecta a la empresa, sino que, sobre todo, afecta a sus compa?eros. Se tiende a sobrecargar de tareas a aquellos empleados que son productivos y eficientes, y compensar as¨ª a los trabajadores que no llegan al nivel de productividad esperado¡±, recuerda la experta.
C¨®mo lidiar con un ambiente as¨ª
A la hora de buscar soluciones a una situaci¨®n de este tipo, Ruiz Aguilera indica que la responsabilidad es siempre de quienes ostentan un cargo o dirigen el equipo. ¡°Es el jefe/l¨ªder quien debe estar siempre atento, conocer bien los perfiles de sus empleados, analizar y medir el trabajo de todos, premiar las buenas conductas y penalizar las que no est¨¢n a la altura del buen hacer¡±.
Jaime Puig D¨ªaz, experto en marketing de Recursos Humanos y acostumbrado a trabajar con empresas de distintos ¨¢mbitos y tama?o, tambi¨¦n considera que estas transformaciones, para ser efectivas, deben acometerse desde la direcci¨®n: ¡°Cuando se trata de cambiar la cultura corporativa de una organizaci¨®n, el esfuerzo de un solo trabajador no es suficiente. Son cambios que deben acometerse de dentro hacia afuera y ser los managers quienes tomen la decisi¨®n de actuar de otra manera e ir poco a poco implementando ese cambio de mentalidad al resto de empleados¡±.
No obstante, Puig tambi¨¦n aconseja a las personas que deben lidiar con situaciones de este tipo, intentar promover y mejorar la comunicaci¨®n con los superiores para que sepan en qu¨¦ tareas se est¨¢ enfocado, c¨®mo lo estamos gestionando y qu¨¦ dificultades encontramos. ¡°Hay personas que, sea por el motivo que sea (porque son m¨¢s t¨ªmidas, reservas o porque simplemente consideran que hacen bien su trabajo y no deben dar m¨¢s explicaciones), no trabajan estos aspectos. Y, al final, supone tirar piedras sobre tu propio tejado¡±, explica el experto. ¡°Ofrecer mayor feedback a tu manager o proponerle reuniones semanales de media hora o de un cuarto de hora para que entienda lo que est¨¢s haciendo y puedas sacar a flote el trabajo oculto, contribuye muchas veces a solucionar el problema¡±.
El ¡°teatro¡± de estar siempre en l¨ªnea durante el teletrabajo
?C¨®mo se desenvuelve una persona acostumbrada a ¡°dejarse ver¡± en la oficina en una ambiente pand¨¦mico que reduce las interacciones personales y obliga a comunicarse en remoto? A priori este tipo de conductas podr¨ªan verse perjudicadas, pero muchas se han visto trasladadas al mundo digital. Ahora no calientan la silla y son los ¨²ltimos en levantarse, pero s¨ª pueden aparecer permanentemente conectados o programar emails para que se env¨ªen a una hora que les interesa m¨¢s.
Ignacio Torres, por ejemplo, ha observado que el teletrabajo ha incrementado la necesidad de su compa?era de ¡°evidenciar¡± que est¨¢ produciendo. Sobre todo, se?ala ¡°si es para contestar a alg¨²n requerimiento de los jefes o superiores. Mi impresi¨®n es que suelen ser los primeros en contestar emails o mensajes de aplicaciones de mensajer¨ªa instant¨¢nea, pero luego delegan tareas o, cuando deben contestar a sus compa?eros, tardan mucho en hacerlo. Ofrecen una falsa imagen de presencialidad online¡±.
En ese sentido, Puig D¨ªaz tambi¨¦n indica que la pandemia ha difuminado dos leyes que hab¨ªan comenzado a implantarse y que son importantes para crear una buena cultura de empresa: el derecho a la desconexi¨®n digital y el control horario. ¡°Son dos leyes que pueden ayudar mucho a que las empresas vayan poco a poco limitando el presencialismo¡±, recuerda. ¡°Pero aunque algunas grandes empresas lo est¨¢n intentando, muchas otras a¨²n lo incumplen¡±.
Para no caer en la trampa de la hiperconexi¨®n, la psic¨®loga experta en el ¨¢mbito laboral indica que ¡°es fundamental estar online y disponible en el horario estipulado para no paralizar el trabajo de otros compa?eros. Pero, sobre todo, lo m¨¢s importante es el compromiso en finalizar las tareas y conseguir los objetivos que se planteen como trabajador, departamento y empresa en general¡±.
*Algunos de los nombres de las personas que han participado en este art¨ªculo se han modificado para preservar su intimidad.