Un maestro al servicio de la verdad

Sorpresa, incredulidad y dudas. Fue cuesti¨®n de segundos, pero estos tres sentimientos golpearon al periodista Jes¨²s de la Serna cuando hace un mes su amigo, compa?ero y disc¨ªpulo Juan Luis Cebri¨¢n le llam¨® por tel¨¦fono para comunicarle que hab¨ªa sido galardonado con el Premio Ortega y Gasset a la trayectoria profesional. Delicado de salud, el periodista, nacido en Santander en 1926, recibi¨® el premio en su domicilio de manos de los cuatro directores de la historia de EL PA?S (Juan Luis Cebri¨¢n, Joaqu¨ªn Estefan¨ªa, Jes¨²s Ceberio y Javier Moreno), mientras su mujer, Pura Ramos, y buena parte de su tribu, hijos y nietos, contemplaban admirados y emocionados al que ha sido no solo marido, padre y abuelo, sino tambi¨¦n un maestro al servicio del periodismo y de la verdad. ¡°Me he preguntado muchas veces el porqu¨¦ de este premio. Los m¨¦ritos que pudiera tener en virtud de una larga trayectoria profesional no son del calibre de este galard¨®n. Hay muchos periodistas que tienen mucho m¨¢s bagaje, pero eso no quita que me haya emocionado¡±. La reflexi¨®n del que fue director adjunto del peri¨®dico Pueblo, director de Informaciones y que se incorpor¨® a EL PA?S en 1979, la zanj¨® r¨¢pido Cebri¨¢n. ¡°El porqu¨¦ es la ¨²nica pregunta que no te debes hacer. Este premio te llega con 10 o 20 a?os de retraso¡±.

De la Serna, todo un observador de la realidad, que se considera todav¨ªa un profesional que no ha salido del plomo, de la era Gutenberg, sigue reivindicando la exigencia y la honestidad a la hora de afrontar este oficio, dos virtudes que, en su opini¨®n, hoy est¨¢n algo relajadas. Sentado en un sof¨¢, con la luz del atardecer a su espalda, a De la Serna le gusta recordar aquel viejo aforismo de la prensa estadounidense. ¡°Si tu madre te dice que te quiere, compru¨¦balo¡±. As¨ª es como este periodista se ha guiado a lo largo de esa fruct¨ªfera carrera profesional, persiguiendo tenazmente el contraste de las fuentes. ¡°Para elaborar una noticia se requiere actuar con honradez y sin manipulaci¨®n¡±, aseguraba, al hacer un repaso de lo que ha sido la historia del periodismo desde aquellos a?os de la censura, en los que hac¨ªa falta una gran tenacidad para superar las trabas impuestas desde el r¨¦gimen franquista. ¡°Lo primero siempre es la b¨²squeda de la verdad y lo segundo comprobarla y verificarla, porque no siempre las fuentes son firmes y seguras. Hay que contrastar constantemente, cueste lo que cueste¡±.

Sigue muy atento a la evoluci¨®n de este oficio que defiende como un servicio a la sociedad y asegura que hoy, ante el volumen de informaci¨®n que llega a los medios, hay que tener muy claro que ¡°todos los periodistas son comunicadores, pero no todos los comunicadores son periodistas¡±.

Respetuoso de las formas ¡ª¡°y la democracia y el periodismo son formas¡±¡ª, el que fuera subdirector y Defensor del Lector de EL PA?S no olvid¨® a todos aquellos compa?eros y colegas que han trabajado a su lado. ¡°Yo no soy yo, soy yo y un mont¨®n de gente que me ha acompa?ado en todos estos a?os y de los que he aprendido much¨ªsimo, desde los grandes profesionales a los m¨¢s modestos y desconocidos. Me he incrustado como uno m¨¢s entre ellos. Este es un oficio que se hace en equipo¡±.