?Y si somos los ¨²ltimos ¡®erasmus¡¯?
Hace cinco a?os la contribuci¨®n nacional a estas becas duplicaba la de Bruselas La tijera estatal y regional hace pender de un hilo la democratizaci¨®n de las ayudas
Ya es de noche en Par¨ªs y un grupo de universitarios espa?oles despliega cartelitos delante de una c¨¢mara para montar un v¨ªdeo de protesta. Han escrito las razones que les han llevado a disfrutar de una beca Erasmus: ¡°Superar miedos / Abrirme puertas / Aprender idiomas / Ampliar fronteras / Enriquecer mi formaci¨®n / Descubrir culturas / Luchar por los sue?os¡±. Y se plantean c¨®mo les ha cambiado: ¡°Yo me siento m¨¢s independiente. Ya no me da miedo nada / La primera semana, anda que no estaba yo sola / Aprendes a valorar lo que tienes¡±. Como colof¨®n comparten su preocupaci¨®n: ¡°?Y si somos los ¨²ltimos en disfrutar del Erasmus?¡±. Una inquietud que llev¨® ayer a cientos de ellos a la puerta de los consulados y embajadas de Espa?a por toda Europa. En Par¨ªs, en Berl¨ªn, Helsinki, Bruselas, Roma, Viena, Copenhague o Varsovia los erasmus salieron a la calle para reclamar que los recortes no acaben con este programa.
¡°La primera raz¨®n para irse son los idiomas, sobre todo el ingl¨¦s. Hay una presi¨®n social muy grande para dominarlos y es una realidad que en la escuela no se aprenden bien¡±, opina Emilio Garc¨ªa Prieto, que fue director del OAPEE (Organismo Aut¨®nomo de Programas Educativos Europeos). ¡°Adem¨¢s, est¨¢ la posibilidad de vivir una experiencia universitaria distinta y en Espa?a la mayor¨ªa de los alumnos estudia en la esquina m¨¢s cercana a su casa. Aprenden a vivir independientes y a resolverse los problemas¡±, prosigue el autor del libro ?Qu¨¦ es el programa Erasmus? ¡°Y luego desarrollas lo que los americanos llaman las soft skills (habilidades blandas), como son la capacidad de trabajar en equipo o de relacionarte, m¨¢s importantes para la vida que el conocimiento que est¨¢ en Internet¡±.
Los alumnos de Par¨ªs sostienen muchas ventajas de su estancia, pero ya con menos vehemencia sus beneficios laborales. ¡°Ya ha dejado de ser as¨ª. Eso ocurre ahora en los pa¨ªses de Europa del Este, donde las familias se hipotecan porque saben que una beca Erasmus abre muchas puertas a sus hijos. La beca est¨¢ muy reconocida en el mercado laboral¡±, explica Manuel Souto-Otero, del departamento de Educaci¨®n de la Universidad de Bath. Sin embargo, un estudio de la Aut¨®noma de Madrid indica que tan solo el 10% de sus alumnos consigue un trabajo estable en su primer a?o tras graduarse, frente al 36% de los que cursaron una Erasmus. Muchos aprovechan los contactos que hicieron fuera para hacer en esos pa¨ªses unas pr¨¢cticas o encontrar un trabajo.
Enrique L¨®pez Lara, director del Centro Internacional de la Universidad de Sevilla, resalta tambi¨¦n la importancia de Erasmus en la construcci¨®n de Europa, su papel en la armonizaci¨®n en una red ¡°cada vez m¨¢s tupida de contactos entre departamentos y profesores de las distintas universidades¡±. Algo fundamental si es posible empezar la carrera en Sevilla y terminarla en Estocolmo.
Souto-Otero particip¨® en la realizaci¨®n de una encuesta del Parlamento Europeo a alumnos erasmus que puso de manifiesto que el dinero era en 2010 un obst¨¢culo para la mitad de los espa?oles, frente al 10% de los fineses o el 16% de los suecos. Sin embargo, la mayor¨ªa de los espa?oles optan por cursar fuera el a?o entero, mientras el resto apuesta por estancias m¨¢s cortas. Y eso que al 33% el dinero le condiciona el destino, frente al 25% de la media europea.
Educaci¨®n incide en que la beca la otorga Europa y ellos dan ¡°una ayuda complementaria¡± (de 110 a 180 euros el pasado a?o; se desconoce a¨²n este curso). Pero, en realidad, desde hace cinco a?os la situaci¨®n dio totalmente la vuelta. En el curso 2008-2009 la partida comunitaria era de 41 millones de euros frente a los 91 recaudados en el pa¨ªs. El ministerio dedic¨® un presupuesto de 61 millones, las comunidades aut¨®nomas de 18 millones, las instituciones (entre ellas las universidades) ocho millones y las entidades bancarias cinco. En el curso 2003-2004 la suma de todas ellas alcanzaba los 17,4 millones y Bruselas otorgaba a los erasmus espa?oles 15. Casi igual, cuando en sus inicios los becarios apenas recib¨ªan la dotaci¨®n de Bruselas.
Centenares de alumnos se manifestaron
ayer en toda Europa
Hasta 2011 el dinero del ministerio para Erasmus se mantuvo m¨¢s o menos estable. Este curso la situaci¨®n es muy distinta. Educaci¨®n presupuest¨® tan solo 15 millones, pero destinar¨¢ previsiblemente el doble tras rectificar. Por otra parte, la dotaci¨®n de los bancos se ha evaporado, la de las universidades (con sus presupuestos diezmados) casi, cinco comunidades ¡ªMadrid, Castilla y Le¨®n, Castilla-La Mancha, Baleares y Canarias (aunque en este caso s¨ª lo dan los cabildos de las islas)¡ª han retirado su ayuda y en otras casi se ha convertido en simb¨®lica. ¡°Nos vimos forzados a subir las tasas universitarias un 40% ¡ªeran las m¨¢s bajas de Espa?a¡ª y decidimos que la partida de dos millones de los erasmus se sumase al fondo de becas, este curso de 10,5 millones. Pero si el ministerio se empe?a en retirar su parte de la beca va a ser dif¨ªcil que nuestros 900 alumnos se sigan yendo. Habr¨¢ que buscar la manera de ayudarles¡±, adelanta Carlos Guiti¨¢n, director de pol¨ªtica universitaria de Canarias. El 80% de los erasmus europeos asegur¨® a la Exchange Student Network que la beca o becas le cubr¨ªan menos del 60% de los gastos.
Con la crisis no baja el inter¨¦s por solicitar un erasmus, pero s¨ª cada vez m¨¢s alumnos se echan atr¨¢s luego por falta de dinero. En la Aut¨®noma de Madrid el curso pasado concedieron beca a 958 universitarios y este a 633 (la solicitaron 1.034). Han renunciado 165 y previsiblemente lo har¨¢n m¨¢s de los que se van despu¨¦s de Navidad. ¡°Fuimos muy conservadores al hacer la convocatoria en marzo. Les dijimos que como mucho contasen con 175 euros mensuales: 130 del ministerio (como el a?o anterior) y otros 45 de la universidad. Por eso la pidieron 300 menos que en 2012¡±, cuenta Matilde Delgado, la directora de su oficina de Relaciones Internacionales. Durante las vacas gordas de 2009 hab¨ªan llegado a recibir 400 euros al mes. ¡°Fuimos pesimistas y hemos acertado, porque no tenemos muchos alumnos en situaci¨®n l¨ªmite. Ahora esperamos a ver a cu¨¢nto asciende la ayuda que ha prometido el ministro¡±.
La bajada de solicitudes no es lineal en todos los campus. No se percibe en el de Granada, donde han enviado fuera a 2.026 alumnos, casi 200 m¨¢s que el curso anterior. Que Andaluc¨ªa mantenga la ayuda, aunque diferente seg¨²n el nivel de vida del pa¨ªs (de 100 a 298 euros) y la renta, contribuye. ¡°Hay muchos factores. Hemos informatizado el proceso, alumnos agrupados por pa¨ªses les hablaron el a?o pasado a los locales de los beneficios de la movilidad internacional¡¡±, cuenta Javier Hern¨¢ndez, su director de Internacionalizaci¨®n.
El gran despegue de
Espa?a en el programa
fue a partir de 2006
¡°El proceso penaliza el ¨¦xito, a los pa¨ªses con muchos estudiantes interesados en irse fuera. Por eso creo que en Bruselas, Espa?a ten¨ªa que haber luchado para que, al contrario, se premiase esa participaci¨®n al repartir el presupuesto¡±, sostiene Souto-Otero. Con la reforma, el reparto del nuevo programa Erasmus +, que tendr¨¢ m¨¢s fondos hasta 2020, se har¨¢ seg¨²n la poblaci¨®n de cada pa¨ªs, no de su n¨²mero de universitarios.
Espa?a ocupaba el tercer o cuarto puesto en n¨²mero de erasmus desperdigados por Europa hasta que el impulso en dotaci¨®n dado por el ministerio desde 2006 dispar¨® las solicitudes. ¡°En Alemania no tienen tantos universitarios porque tienen una formaci¨®n profesional dual muy potente¡±, se?ala Souto-Otero. Por ello les beneficia la aplicaci¨®n de Erasmus +, que engloba tambi¨¦n otras ense?anzas. ¡°Y en Reino Unido no se animan por el idioma ¡ªno sienten la necesidad de hablar otro¡ª y por no saber qu¨¦ van a recibir. Aqu¨ª un alumno paga 9.000 libras (10.700 euros) anuales de matr¨ªcula y desconf¨ªa de la ense?anza en un pa¨ªs donde se paga de tasas 1.500 euros¡±, prosigue el investigador desde Bath. ¡°Adem¨¢s, muchos trabajan a tiempo parcial¡±.
La Comisi¨®n se plantea la obligatoriedad de cursar un semestre fuera para obtener el t¨ªtulo de grado (el que sustituy¨® a licenciaturas y diplomaturas). Y entre sus objetivos para 2020 est¨¢ que un 20% de los universitarios haya disfrutado de una experiencia de movilidad. En Sevilla se beneficia del Erasmus un 12% del alumnado, pero L¨®pez Lara duda que su n¨²mero suba. El curso pasado se estancaron en solicitudes y este han tenido 500 menos, tendencia detectada tambi¨¦n en la Pompeu Fabra o en Salamanca con un 30% menos de erasmus fuera. Un ejemplo es Carmen Salcedo, que quiere estudiar en Par¨ªs el pr¨®ximo curso y pregunta en Facebook a sus compa?eros c¨®mo est¨¢ all¨ª el mercado laboral, ¡°a la vista de que no nos van a dar nada¡±.
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