Si la historia de Pepe te ha hecho pensar y t¨² tambi¨¦n quieres ayudar a esta causa para cambiar el mundo
Pongamos que nuestro cerebro fuera una casa, un hogar lleno de estancias interconectadas que vamos decorando con aprendizajes, amueblando con vivencias. Las ventanas tamizan los sentidos y las alfombras permiten caminar c¨®modamente por nuestra identidad hasta que un d¨ªa, desafortunadamente, empiezan a llegar r¨¢fagas de viento trayendo la bruma del alzh¨¦imer. Pero en este edificio que el tiempo amenaza con la erosi¨®n hay algo que permanece inamovible: la habitaci¨®n en la que guardamos las melod¨ªas. Pepe Olmedo (Granada, 1988) logra que los mayores vuelvan a adue?arse de estancias que cre¨ªan olvidadas; las visita con ellos cada vez que hace sonar la m¨²sica de sus vidas.
Partituras de lo que fuimos, canciones de lo que somos
Este joven granadino es el art¨ªfice de la Asociaci¨®n M¨²sica para Despertar: ¡°Nosotros les ponemos esa m¨²sica, esa banda sonora que acompa?¨® a muchos momentos de su vida¡±, y entonces ocurre la magia: ¡°Notar c¨®mo su mirada se llena de luz y c¨®mo la persona sale hacia m¨ª¡±. Olmedo asegura llevar muchos de esos instantes grabados en el alma, experiencias con gente que parec¨ªa inaccesible y que, de repente, llega a moment¨¢neos despertares ¡°cuando conseguimos que la persona se convierta m¨¢s en lo que es; en su esencia¡±.
Pepe es energ¨ªa y emoci¨®n, humanidad en estado puro. Al hablar, su pupila atenta hace sentir la escucha y su sonrisa sincera llena de positividad hasta los espacios m¨¢s sombr¨ªos. Con su entusiasmo llega a transformar la mirada de los afectados por el alzh¨¦imer y tambi¨¦n de quienes les acompa?an porque, ¡°aun siendo una enfermedad muy complicada, tambi¨¦n te da momentos muy bonitos¡±, asegura.
Su cara reluce al recordar a su abuela, de quien parece haber heredado su pasi¨®n por los boleros y su marcado car¨¢cter: ¡°Mi abuela era amor puro, calidez, cercan¨ªa¡ Era m¨²sica tambi¨¦n¡±. Recuerda que con ella vivi¨® la dif¨ªcil transici¨®n de un adi¨®s, pero tambi¨¦n la belleza de momentos compartidos que ahora se esfuerza en reproducir con otras personas: ¡°Cuando cant¨¢bamos una canci¨®n juntos yo notaba que algo se despertaba en ella y algo se despertaba en m¨ª¡±. Fueron experiencias clave para sacar hacia delante M¨²sica para Despertar a?os despu¨¦s, aunque no solo de ella aprendi¨® el valor de los peque?os gestos.
Su madre, que fue directora de varios centros de mayores, le llevaba con ella las tardes de su infancia en vez de dejarle en casa. Pepe se siente afortunado porque en aquellas residencias ¡°ve¨ªa que hab¨ªa m¨¢s personas como mi abuela, m¨¢s abuelos por as¨ª decirlo, que me transmit¨ªan esa sabidur¨ªa, ese cari?o y ese respeto que yo creo que una persona mayor llega a transmitir¡±, pero tambi¨¦n descubri¨® ¡°que no todos estaban bien, que no todos estaban pasando el final de su vida de la mejor forma¡±.
En una de esas tardes, conoci¨® a un se?or al que le encantaba dibujar y al que tambi¨¦n, como a ¨¦l, le apasionaba la m¨²sica. Cuando se pon¨ªan a pintar, era aquel ni?o de 8 a?os quien dictaba qu¨¦ colores utilizar porque en su memoria se hab¨ªan desvanecido, pero cuando se sentaba al piano, aquel anciano era capaz de reproducir melod¨ªas completas. Fue entonces cuando Pepe Ruido -as¨ª le llamaban en su casa debido a su pasi¨®n por la m¨²sica y los sonidos- se percat¨® de la herramienta que m¨¢s tarde convertir¨ªa en vocaci¨®n: ¡°Es impresionante que no recuerde los colores, que es algo que desde peque?o estamos repitiendo, y sin embargo la m¨²sica parece que sigue ah¨ª¡±.
Emociones perennes
Aquella primera intuici¨®n se confirm¨® m¨¢s tarde al trabajar como voluntario en residencias de mayores tras acabar sus estudios en Psicolog¨ªa Cl¨ªnica. Pepe se convirti¨® entonces en un peculiar dj organizando sesiones en las que sonaba la m¨²sica de las vidas de los internos de la residencia y redescubri¨® la experiencia con aquel personaje de la ni?ez: ¡°Personas que a m¨ª nunca me hab¨ªan podido decir una palabra bien dicha y de repente me cantan entera la letra de B¨¦same mucho¡±. Con la melod¨ªa adecuada, la niebla se disipa; quienes estaban agitados encuentran la calma y aquellos encerrados en s¨ª mismos logran abrir ventanas hacia el exterior.
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La famosa frase de la pel¨ªcula Casablanca, ¡°T¨®cala otra vez, Sam¡±, adquiere ahora m¨¢s significado que nunca. Cuando Ingrid Bergman la pronuncia se refiere a la canci¨®n que sol¨ªa sonar en Par¨ªs, solicitando al pianista que recupere la melod¨ªa con la que su mente ser¨¢ capaz de volver al momento en el que hab¨ªa sido feliz. De la misma manera, los mayores como protagonistas pueden pedir a Pepe o a quienes les acompa?en que hagan sonar de nuevo las bandas sonoras de sus propias pel¨ªculas. No es casualidad que aquellas canciones que los pacientes escucharon entre los 15 y los 30 a?os sean las m¨¢s efectivas porque, en esos momentos, ¡°hab¨ªa muchas cosas en sus vidas que estaban haciendo por primera vez, como casarse, irse de casa, el primer novio...¡±. Son los sonidos que encierran la emoci¨®n y devuelven la nitidez.
Reivindica el psic¨®logo que ¡°la m¨²sica se asocia a nuestra vida, a nuestros recuerdos, a nuestras emociones¡± y a trav¨¦s de ella podemos abrir estancias que pens¨¢bamos tapiadas: ¡°Si intentamos comunicarnos con ellos a trav¨¦s de la emoci¨®n va a ser sencillo, lo vamos a poder conseguir¡±. Surge entonces una pregunta: ?cu¨¢ntas familias que cuidan a personas con alzh¨¦imer en sus casas pueden beneficiarse de algo tan maravilloso como es la m¨²sica y a lo mejor no lo est¨¢n haciendo? Del interrogante nace la asociaci¨®n con la cual Pepe difunde, forma y conciencia: ¡°Ponte a su altura, c¨®gele de la mano, m¨ªrale a los ojos y canta las canciones de su vida¡±.
Pepe Olmedo no est¨¢ solo en esta gesta ya que, como ¨¦l, otros muchos profesionales se?alan el valor de la musicoterapia sosteniendo sus argumentos con bases cient¨ªficas. A partir de resonancias magn¨¦ticas se ha podido comprobar que, efectivamente, las zonas cerebrales que se encargan de la memoria musical est¨¢n menos atrofiadas en enfermedades como el alzh¨¦imer y cada vez son m¨¢s los cuidadores, familiares y profesionales que tambi¨¦n abren la habitaci¨®n de las melod¨ªas. Desde la asociaci¨®n han atendido a cerca de 600 personas con enfermedades neurodegenerativas, han formado a m¨¢s de 800 profesionales, familiares y cuidadores, y uno de sus v¨ªdeos supera las 25 millones de reproducciones en 170 pa¨ªses.
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Cuando empez¨® el proyecto en 2013 hab¨ªa cerca de 600.000 personas con alzh¨¦imer en Espa?a. A d¨ªa de hoy la cifra ha llegado a doblarse y alcanza 1.200.0000 diagnosticados. Por eso, M¨²sica para Despertar tiene un doble cometido: el despertar de las personas mayores con alzh¨¦imer, pero tambi¨¦n el de la sociedad, para que ¡°despertemos nuestra conciencia ante este tipo de enfermedades, ante este tipo de personas, a la fuerza y la intensidad que tiene la m¨²sica con fines terap¨¦uticos¡±.
T¨®cala otra vez, Sam. Hag¨¢moslo todos muchas veces, porque as¨ª siempre nos quedar¨¢ la m¨²sica y siempre nos quedar¨¢ Par¨ªs, el lugar en el que cada uno guardamos la felicidad. Como bien se?ala Pepe, a veces ¡°buscamos herramientas innovadoras o incluso terapia farmacol¨®gica pero, a lo mejor, no le damos importancia a otras cosas m¨¢s sencillas, m¨¢s simples, como una canci¨®n¡±. La luz en la mirada que despierta la melod¨ªa de emociones olvidadas es m¨¢s necesaria que nunca, as¨ª que ¡°si ten¨¦is personas cercanas con alzh¨¦imer, no lo dud¨¦is. Lo que necesitan es mucho cari?o, mucho respeto, que les escuchemos, que les arropemos y que les pongamos mucha m¨²sica¡±.
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Contenido adaptado del v¨ªdeo de Pepe
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En el a?o 2050 habr¨¢ 135 millones de personas con alzh¨¦imer, una enfermedad que degenera el cerebro hasta acabar con los recuerdos. Pepe Olmedo descubri¨® que las melod¨ªas permanecen y fund¨® M¨²sica para Despertar, la asociaci¨®n que utiliza la m¨²sica para recuperar la esencia de las personas sin memoria.
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Yo creo que la m¨²sica est¨¢ en cada parte de nuestra vida. Yo recuerdo siempre estar con mi abuela cantando las canciones de su vida. Mi abuela para m¨ª fue algo clave; mi madre como psic¨®loga ha sido directora de varios centros de mayores y ella, en vez de querer dejarme en casa por las tardes, hac¨ªa muy bien y me llevaba a los centros de mayores. En cuanto fui un d¨ªa a la residencia ya decid¨ª que me quer¨ªa dedicar a las personas mayores.
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El trabajar con personas con alzh¨¦imer es algo maravilloso. Su mente funciona a d¨ªa de hoy de manera diferente a la nuestra, pero las emociones perduran hasta el final. Si intentamos comunicarnos con ellos a trav¨¦s de la emoci¨®n, va a ser sencillo. A veces encuentro a una persona quieta o muy nerviosa y de repente empezar a escuchar los primeros acordes de algunas canciones de su vida y noto c¨®mo su mirada se llena de luz y notar como la persona sale hacia m¨ª.
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Yo creo que es muy importante que cojamos nuestro coraz¨®n y se lo lancemos a ellos.
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A d¨ªa de hoy, M¨²sica para Despertar es una asociaci¨®n. Estamos llegando a centros de mayores, le damos formaci¨®n al m¨¢ximo de profesionales del centro, tambi¨¦n le damos formaci¨®n a los familiares. En la residencia donde el voluntariado empez¨®, nos convertimos en pocos a?os en una de las residencias de Granada que m¨¢s pudimos reducir el uso de ciertos f¨¢rmacos relacionados con la ansiedad, con la agitaci¨®n, con la depresi¨®n. Esto lo hemos hecho a d¨ªa de hoy en m¨¢s de 40 centros en toda Espa?a.
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?Se me saltan las l¨¢grimas!
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Pero ya no solo con personas con alzh¨¦imer: si ten¨¦is personas mayores cerca, usadlo tambi¨¦n; es un momento de conexi¨®n con la persona y, sobre todo, de conexi¨®n con su historia de vida.
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Yo me siento s¨²per afortunado, muy afortunado de poder seguir poniendo esa m¨²sica a sus vidas.
Este contenido ha sido elaborado por Yoigo.
