As¨ª es como somos realmente
Son tiempos singulares, en los que uno se ve tentado a recurrir a la experiencia de otros a falta de certezas
Nadie nunca nos dijo que los finales no importen. De hecho, no hay nada que importe m¨¢s. Bob Dylan ech¨® una mirada a su alrededor desde el asiento trasero de un coche de polic¨ªa alguna vez y afirm¨®, al final de un filme no muy bueno: ¡°Todo se desmorona, en especial ese r¨¦gimen tan pulcro de reglas y leyes. C¨®mo vemos el mundo es c¨®mo somos realmente: si lo ves desde un claro jard¨ªn todo se ve alegre, pero sube a una superficie m¨¢s alta y ver¨¢s pillaje y asesinato. La verdad y la belleza est¨¢n en el ojo del que mira¡±.
Visto desde un peque?o apartamento en el centro de Madrid, el mundo no...
Nadie nunca nos dijo que los finales no importen. De hecho, no hay nada que importe m¨¢s. Bob Dylan ech¨® una mirada a su alrededor desde el asiento trasero de un coche de polic¨ªa alguna vez y afirm¨®, al final de un filme no muy bueno: ¡°Todo se desmorona, en especial ese r¨¦gimen tan pulcro de reglas y leyes. C¨®mo vemos el mundo es c¨®mo somos realmente: si lo ves desde un claro jard¨ªn todo se ve alegre, pero sube a una superficie m¨¢s alta y ver¨¢s pillaje y asesinato. La verdad y la belleza est¨¢n en el ojo del que mira¡±.
Visto desde un peque?o apartamento en el centro de Madrid, el mundo no parece un sitio tan malo estos d¨ªas, aunque no vivimos en un jard¨ªn precisamente. Los gatos contin¨²an imponi¨¦ndose a sus poderos¨ªsimos enemigos, casi todos de peluche, y alternan la caza furtiva con su gesto habitual de desd¨¦n por los asuntos del mundo. Mi esposa y yo tenemos proyectos, y nos mantenemos ocupados. Nuestra familia est¨¢ bien. No nos falta comida a pesar de que nos hemos negado a acapararla. Tenemos discos. Tenemos libros. Y nunca hemos pensado que mereci¨¦ramos tener m¨¢s que lo necesario. Saldremos de esta. Y esperamos que las personas que amamos tambi¨¦n lo hagan.
Mientras tanto, algo parecido al mundo sigue algo parecido a su camino. Gigantescas salas vac¨ªas devienen hospitales de campa?a. Los hospitales parecen estar desbordados, y su personal, carecer de equipamiento. No se sabe si las medidas draconianas del Gobierno solucionan problemas o m¨¢s bien los crean, comenzando por la instalaci¨®n de un Estado Policial y lo que Paul Virilio llam¨® ¡°la administraci¨®n del miedo¡±. Una persona renuncia a la herencia de su padre mientras otras pierden su trabajo. Ancianos conviven con cad¨¢veres en residencias. Nadie sabe cu¨¢ntas editoriales, cu¨¢ntas librer¨ªas, cu¨¢ntas salas de conciertos, cu¨¢ntos teatros sobrevivir¨¢n a la paralizaci¨®n de las actividades, nadie sabe siquiera decir si alguna vez volveremos a disfrutar de cosas que eran el soporte de una forma cr¨ªtica de mirar la realidad. La prensa de calidad se enfrenta a una crisis sin precedentes, pero la otra prospera porque contribuye a la histeria colectiva. Las personas, por su parte, prefieren los memes a ambas.
Quiz¨¢s estemos viviendo el final de decenas de cosas de las que no sab¨ªamos que disfrut¨¢bamos. Naturalmente, ser¨ªa magn¨ªfico que lo fuese de las causas de lo que mencionaba antes. Un entretenimiento de masas poco creativo que necesita grandes instalaciones por lo general ociosas, el desinter¨¦s por la sanidad de quienes estos d¨ªas salen a aplaudir a los balcones pero presumen de no pagar impuestos (un fen¨®meno que en Argentina llamamos el del ¡°patriota pero evasor¡±), la demanda de ¡°mano dura¡± ante cada circunstancia adversa, ciertos privilegios otorgados a algunas personas solo porque han nacido en ciertas circunstancias, el h¨¢bito de abandonar en residencias a las personas mayores, el desd¨¦n generalizado por las pr¨¢cticas art¨ªsticas y culturales, una disminuci¨®n de la calidad de la informaci¨®n a la que la propia prensa, desafortunadamente, contribuye.
¡°Dej¨¦ de intentar entender todo esto hace mucho tiempo¡±, admite Dylan en el mismo filme. Son tiempos singulares, en los que uno se ve tentado a recurrir a la experiencia de otros a falta de certezas. ¡°Puede que sea cierto que quienes siembran con l¨¢grimas cosechar¨¢n con alegr¨ªa¡±, afirm¨® Hope Jahren alguna vez. Pero Karl Valentin, m¨¢s realista, se conformaba con menos. ¡°Ojal¨¢ el futuro no se ponga peor de lo que est¨¢¡±, escribi¨®.
Informaci¨®n sobre el coronavirus
- Aqu¨ª puede seguir la ¨²ltima hora sobre la evoluci¨®n de la pandemia
- El mapa del coronavirus: as¨ª crecen los casos d¨ªa a d¨ªa y pa¨ªs por pa¨ªs
- Preguntas y respuestas sobre el coronavirus
- Gu¨ªa de actuaci¨®n ante la enfermedad
- En caso de tener s¨ªntomas, estos son los tel¨¦fonos que se han habilitado en cada comunidad