Los burdeles apagan sus luces, la explotaci¨®n sexual se mantiene
Los anuncios de contactos sobreviven al estado de alarma. Los clientes siguen demandando prostituci¨®n y la necesidad empuja a las v¨ªctimas de trata a aceptarlos
¡°Club muy bien situado a 30 minutos de Lleida necesita se?oritas atractivas, responsables y con ganas de trabajar. Ofrecemos un entorno agradable con muy buen trato y con clientela fija y de paso. Buenos ingresos. Se ofrece alojamiento y todos los servicios (habitaci¨®n con ba?o, TV, wifi, buf¨¦ libre, calefacci¨®n)¡±. El anuncio, seguido de un tel¨¦fono, fue publicado durante el confinamiento en una de las webs de contactos m¨¢s frecuentadas en Espa?a, junto a otros muchos de mujeres prostituidas o de hombres que demandan sexo. El ...
¡°Club muy bien situado a 30 minutos de Lleida necesita se?oritas atractivas, responsables y con ganas de trabajar. Ofrecemos un entorno agradable con muy buen trato y con clientela fija y de paso. Buenos ingresos. Se ofrece alojamiento y todos los servicios (habitaci¨®n con ba?o, TV, wifi, buf¨¦ libre, calefacci¨®n)¡±. El anuncio, seguido de un tel¨¦fono, fue publicado durante el confinamiento en una de las webs de contactos m¨¢s frecuentadas en Espa?a, junto a otros muchos de mujeres prostituidas o de hombres que demandan sexo. El estado de alarma no ha puesto fin a una actividad que si antes se mov¨ªa a la sombra de la sociedad, ahora ha apagado sus neones y se ha encerrado en la oscuridad y el anonimato de los pisos para seguir lucr¨¢ndose. Seg¨²n el informe que ha hecho Apramp (Asociaci¨®n para la Prevenci¨®n, Reinserci¨®n y Atenci¨®n a la Mujer Prostituida), desde el 14 de marzo ¡°el 80% de los pisos siguen en activo¡±, un 15% han cerrado y un 5% ¡°se han activado¡±. Esto ¨²ltimo quiere decir que han surgido nuevos negocios o simplemente han cambiado de lugar para burlar el control de las fuerzas de seguridad.
El colectivo Apramp, que trabaja en Madrid, Murcia, Almer¨ªa, Salamanca, Badajoz y Avil¨¦s en colaboraci¨®n con las polic¨ªas y la Guardia Civil, ha rastreado 13 ¨¢reas industriales y pol¨ªgonos, 36 clubes de carretera y 122 ¡°zonas invisibles¡±, es decir, pisos de prostituci¨®n. Ha logrado contactar con 419 mujeres, pero no ha localizado al ¡°25% restante" de v¨ªctimas con las que antes ten¨ªa v¨ªnculo. El proxeneta ¡°lo ha impedido¡± o han desaparecido como si se las hubiera tragado la tierra. Aunque siguen estando, est¨¢n m¨¢s ocultas que nunca.
¡°Son las excluidas de las excluidas¡±, concluye Roc¨ªo Mora, coordinadora de Apramp, ¡°estamos busc¨¢ndolas, nuestra preocupaci¨®n es d¨®nde est¨¢n¡±. Con las medidas de confinamiento por la crisis del coronavirus ¡°se ha roto la cadena de detecci¨®n y rescate¡±, lamenta, con lo que las v¨ªctimas de trata est¨¢n ahora ¡°mucho m¨¢s a expensas de puteros y proxenetas¡±. Son, para ellos, ¡°materia prima desechable¡± en caso de que presenten la sintomatolog¨ªa de la enfermedad, y si por razones de salud no pueden ejercer la prostituci¨®n su deuda ¡°no desaparece¡±, sino que ¡°se acrecienta¡± a la par que la ¡°violencia de los victimarios¡±.
A pesar del obligatorio confinamiento ¡°la demanda¡± de los clientes ¡°se mantiene¡±, aseguran los colectivos contra la explotaci¨®n sexual. ¡°Basta con echar un ojo a los anuncios de contactos de la prensa o de p¨¢ginas como Pasion.com¡±, apunta una trabajadora de Faraxa, una ONG de Vigo que forma parte de la Rede Galega contra A Trata. Cada pocos segundos, en la web aparecen reclamos nuevos. Algunos ofrecen sexo online para ¡°quedarse en casa¡±, otros son de personas que escriben para advertir de los riesgos, pero la mayor¨ªa siguen proponiendo toda suerte de estrechos servicios presenciales. En ocasiones, la mujer justifica que est¨¢ ejerciendo la prostituci¨®n por su complicada situaci¨®n personal: ¡°Hola, chicos. Estoy aqu¨ª porque no tengo trabajo, estoy embarazada y necesito ayuda para salir adelante. Edad, 22 a?os¡±. Cuando se pincha en el icono para contactar, la propia web lanza la advertencia ¡°s¨¦ responsable, qu¨¦date en casa¡±, pero el n¨²mero de m¨®vil o el correo electr¨®nico siguen a la vista para contratar el servicio si uno quiere.
Cada muchos anuncios de contactos y algunos de hombres que buscan "chicas para tr¨ªo", aparecen otros en los que la foto, en vez de mostrar una mujer desnuda, reproduce una placa policial, probablemente en un intento particular de amedrentar a los usuarios de la web: "Vosotras mismas. Estamos con un problema grave. Con todo lo que est¨¢ sucediendo, no ten¨¦is conciencia de lo que nos viene encima, por vuestro bien y el de todos, no lo hagamos peor". "Para acceder a las mujeres, nosotros visitamos esas p¨¢ginas", comenta tambi¨¦n Roc¨ªo Mora, "ah¨ª encontramos personas en situaci¨®n de vulnerabilidad o explotadas". Mujeres que "no son libres" para decidir sobre su salud en medio de la pandemia.
¡°Muchas est¨¢n en Espa?a en situaci¨®n irregular. No conocen sus derechos en caso de enfermar. No notifican los s¨ªntomas que presentan. Tienen miedo de salir a la calle por si son detenidas e identificadas como inmigrantes irregulares¡±Roc¨ªo Mora, coordinadora de Apramp
¡°Antes las acompa?¨¢bamos a los centros de salud. Ahora est¨¢n solas, no tienen voz. En su vida, la ¨²nica decisi¨®n que tomaron muchas por s¨ª mismas fue la de emigrar a Espa?a para buscar un futuro mejor. Pero las hay que no saben ni en qu¨¦ comunidad est¨¢n, ni a qu¨¦ servicios pueden optar¡±, a?ade. En el aislamiento al que est¨¢n sometidas por encargados de clubes y proxenetas, ¡°algunas no saben ni qu¨¦ es la covid-19¡±, asegura la coordinadora de Apramp, ¡°?si son v¨ªctimas de violencia c¨®mo van a poder ir a pedir ayuda a una farmacia?¡±. Mora se refiere a la iniciativa puesta en marcha durante el estado de alarma en distintas autonom¨ªas para facilitar a las mujeres maltratadas demandar auxilio sin despertar las sospechas de sus verdugos. Con ir a la botica y pedir una ¡°mascarilla 19¡±, el farmac¨¦utico estar¨¢ avisado de la situaci¨®n y trasladar¨¢ la se?al de alerta.
El Consejo de Ministros del 31 de marzo sac¨® adelante un real decreto que incluye medidas para ¡°garantizar¡± la asistencia a las v¨ªctimas de violencia machista y declarar ¡°esenciales¡± durante la crisis del coronavirus los servicios de atenci¨®n a v¨ªctimas de explotaci¨®n sexual y trata por ser un ¡°colectivo especialmente vulnerable¡±. Apramp recuerda que estas ¡°esclavas¡± son invisibles: ¡°No figuran en los registros oficiales de afectados por la enfermedad y tienen enormes dificultades para acceder a los servicios m¨¦dicos¡±.
"Muchas est¨¢n en Espa?a en situaci¨®n irregular. No conocen sus derechos en caso de enfermar", y con frecuencia se encuentran con la barrera del idioma, avisa este grupo contra la trata: "No notifican los s¨ªntomas que presentan" y hasta "tienen miedo de salir a la calle por si son detenidas e identificadas como inmigrantes irregulares". Cada d¨ªa que pasa, con clientes o sin ellos, tienen que seguir saldando o acumulando su deuda con las mafias por el viaje a Espa?a, por seguir viviendo en el piso o el burdel y por la manutenci¨®n.
Las situaciones son muy dispares seg¨²n la zona. Los pisos siguen mayoritariamente en activo. Algunas mujeres permanecen recluidas ¡°con lo m¨¢s b¨¢sico¡± en clubes sin actividad. Otras, en locales aparentemente cerrados pero abiertos para clientes con contrase?a. Hay prost¨ªbulos que han reducido a la mitad el n¨²mero de mujeres que pueden ¡°hacer plaza¡± y han echado al resto, pero mantienen una ¡°aparente normalidad¡±. La situaci¨®n es ¡°especialmente grave en Madrid, donde el virus est¨¢ atacando con m¨¢s fuerza¡±, advierte Apramp. En el mejor de los casos, explican desde Faraxa, ¡°algunas se han organizado para irse juntas a un piso¡± y cumplir con el confinamiento; otras ¡°est¨¢n recurriendo a C¨¢ritas¡± para comer. Las hay, tambi¨¦n, que ¡°nada m¨¢s cumplirse la segunda semana de encierro, fueron amenazadas por sus chulos: ¡®o te vas o llamo a la polic¨ªa¡¯, les han dicho¡± tras verse obligados a cerrar el local de alterne. ¡°Desde aqu¨ª les recomendamos que no se muevan, que ellos no las van a denunciar porque se delatar¨ªan: son sus explotadas sexuales¡±, comenta la trabajadora de la ONG.
¡°Las mafias siempre van por delante de la ley¡±, lamenta Roc¨ªo Mora. El proxenetismo tiene mil laberintos para seguir palpitando bajo tierra. En los anuncios de contactos prospera tambi¨¦n el ofrecimiento de sexo a trav¨¦s de ¡°glory holes¡± (agujeros abiertos en paredes de espacios p¨²blicos como retretes o cabinas para mantener relaciones con alguien situado al otro lado). Mientras tanto, entre clientes y proxenetas corren aberrantes ¡°recomendaciones¡± por WhatsApp con media docena de pr¨¢cticas sexuales ¡°seguras¡±, como la del coito ¡°en la postura del perrito¡±, comenta la portavoz de Apramp, que ha localizado v¨ªctimas que siguen atendiendo ¡°entre 14 y 20 puteros al d¨ªa¡±.
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