EL PA?S completa el lanzamiento de su modelo de suscripci¨®n digital
El precio es de 10 euros al mes. La informaci¨®n esencial sobre el virus sigue en abierto
Un mes de mayo de hace 44 a?os nac¨ªa EL PA?S en una ¨¦poca tambi¨¦n muy convulsa y de cambio en la historia de Espa?a. Entonces sal¨ªamos de una dictadura, que fue adem¨¢s una ¨¦poca de aislacionismo internacional; hoy, en un mundo hiperconectado, la convulsi¨®n cruza fronteras y su car¨¢cter es sanitario y econ¨®mico. EL PA?S transita estas circunstancias como el gran peri¨®dico en espa?ol, un diario en papel, como entonces, pero, sobre todo, una web viva 24 horas a...
Un mes de mayo de hace 44 a?os nac¨ªa EL PA?S en una ¨¦poca tambi¨¦n muy convulsa y de cambio en la historia de Espa?a. Entonces sal¨ªamos de una dictadura, que fue adem¨¢s una ¨¦poca de aislacionismo internacional; hoy, en un mundo hiperconectado, la convulsi¨®n cruza fronteras y su car¨¢cter es sanitario y econ¨®mico. EL PA?S transita estas circunstancias como el gran peri¨®dico en espa?ol, un diario en papel, como entonces, pero, sobre todo, una web viva 24 horas al d¨ªa que afronta la cobertura de la crisis del coronavirus como un medio maduro convertido en referencia global.
Es en este contexto donde EL PA?S se est¨¢ reinventando de nuevo para garantizar su futuro: el pasado 1 de mayo se complet¨® el lanzamiento del modelo de suscripci¨®n digital, un proceso que ha durado meses y que se aplaz¨® por la gravedad de la situaci¨®n provocada por la pandemia. Los lectores en Internet podr¨¢n consultar hasta 10 art¨ªculos al mes de forma gratuita, pero despu¨¦s necesitar¨¢n suscribirse para tener acceso total a los contenidos del peri¨®dico. Un contador les va se?alando en qu¨¦ momento est¨¢n antes de llegar al l¨ªmite. Los actuales suscriptores de la edici¨®n impresa pueden leer, ver y escuchar la edici¨®n digital sin desembolso adicional.
Habr¨¢ una excepci¨®n durante alg¨²n tiempo: la informaci¨®n esencial sobre el coronavirus permanecer¨¢ en abierto, manteniendo la condici¨®n de servicio p¨²blico como el valor dominante de EL PA?S. El directo, donde se vuelca toda la ¨²ltima hora sobre la crisis, adem¨¢s de las actualizaciones de datos y sus infograf¨ªas, los art¨ªculos relativos a anuncios de las autoridades que afecten inmediatamente a los ciudadanos, as¨ª como las piezas explicativas que puedan ayudar a tomar decisiones tanto en el aspecto sanitario como laboral o financiero, tambi¨¦n permanecen en abierto y no suman en el contador mensual. En paralelo, para algunos art¨ªculos sigue siendo necesario registrarse, de forma gratuita.
No es ning¨²n secreto que los peri¨®dicos llevan a?os peleando por adaptarse a la revoluci¨®n que ha supuesto Internet. Muchos no han sobrevivido, y otros han visto diezmadas sus Redacciones. A la crisis econ¨®mica de 2008 se le sum¨® la constante ca¨ªda de ventas de los diarios por la migraci¨®n de la audiencia a entornos digitales, y en paralelo la inversi¨®n publicitaria ha ido cayendo. La otra v¨ªa de ingresos que se empezaba a construir, la de la publicidad digital, se ha visto ralentizada por la competencia de las plataformas tecnol¨®gicas, que dominan el mercado casi monopol¨ªsticamente. Por eso, pese a que durante a?os la mayor¨ªa de los peri¨®dicos han ofrecido su informaci¨®n de manera gratuita en Internet, hace ya tiempo que muchos optaron por implantar modelos de suscripci¨®n digital que compensaran el cambio de escenario. Primero fueron los diarios econ¨®micos, como The Wall Street Journal o Financial Times, quienes abrieron el camino. Probablemente, el momento clave para los medios generalistas se produjo en 2011, cuando The New York Times lanz¨® su sistema de pago, hoy de enorme ¨¦xito. Para entonces muchas cosas hab¨ªan cambiado. La velocidad de Internet, la mejora de los sistemas de pago y los tel¨¦fonos inteligentes transformaron el panorama, contribuyendo a facilitarle la vida a los lectores que decid¨ªan apoyar un proyecto period¨ªstico. En el caso del diario global estadounidense se sum¨® otro factor: la llegada al poder de Donald Trump, que provoc¨® una reacci¨®n masiva en muchos lectores que decidieron respaldar a la cabecera. Frente a un mundo cada vez m¨¢s plagado de bulos o de informaci¨®n sin rigor, el lector buscaba hechos y profesionalidad.
El pasado 8 de marzo, EL PA?S dio un primer paso y ofreci¨® a los lectores la posibilidad de suscribirse. La respuesta ha sido un ¨¦xito, y miles lo han hecho aun cuando todav¨ªa pod¨ªa accederse a la web sin restricciones. Mantener una Redacci¨®n global con m¨¢s de 400 periodistas, la mayor red de corresponsales de habla hispana en el mundo o equipos de especialistas que hoy m¨¢s que nunca se hacen relevantes ¡ªen salud, en ciencia, en educaci¨®n, en econom¨ªa, pol¨ªtica, datos, gr¨¢ficos o multimedia, por poner solo unos ejemplos¡ª es un gigante y necesario esfuerzo consustancial a la estrategia de EL PA?S.
La pandemia ha sido el ¨²ltimo obst¨¢culo en sumarse a ese camino pedregoso por el que avanzan los peri¨®dicos desde hace m¨¢s de una d¨¦cada. Los lectores que quieran apoyar este proyecto pueden hacerlo por 10 euros al mes. El precio del primer mes es un euro, sin compromiso de permanencia. Tambi¨¦n existe la opci¨®n de suscribirse anualmente, por 108 euros en Espa?a con el regalo de un altavoz inteligente Google Home Mini, o por 96 euros en todo el mundo. Adem¨¢s de tener un acceso ilimitado a los contenidos, los suscriptores ser¨¢n los ¨²nicos con la posibilidad de escribir comentarios en los art¨ªculos de EL PA?S, con el objetivo de construir una comunidad cr¨ªtica y constructiva libre de toxicidad. Adem¨¢s, la experiencia de lectura tendr¨¢ publicidad reducida y se dispondr¨¢ de tres accesos simult¨¢neos para consultar el diario en varios dispositivos.