A la caza de la covid-19 en los barrios m¨¢s pobres de la ciudad de Buenos Aires

Flor Cruzado y su marido salen del estadio de San Lorenzo con peque?os bolsos pero grandes sonrisas. No han visto a su equipo ganar sino que se alegran por otro resultado muy favorable: ambos han dado negativo por la covid-19. Son minor¨ªa. Cerca del 60% de los an¨¢lisis realizados a sus vecinos de la Villa 1-11-14, una de las zonas m¨¢s pobres de la ciudad de Buenos Aires, dan positivo. ¡°Hay un incremento de casos porque el virus entr¨® en b...

Flor Cruzado y su marido salen del estadio de San Lorenzo con peque?os bolsos pero grandes sonrisas. No han visto a su equipo ganar sino que se alegran por otro resultado muy favorable: ambos han dado negativo por la covid-19. Son minor¨ªa. Cerca del 60% de los an¨¢lisis realizados a sus vecinos de la Villa 1-11-14, una de las zonas m¨¢s pobres de la ciudad de Buenos Aires, dan positivo. ¡°Hay un incremento de casos porque el virus entr¨® en barriadas humildes¡±, advirti¨® el jueves el ministro argentino de Salud, Gin¨¦s Gonz¨¢lez Garc¨ªa. La semana pasada, el pa¨ªs sudamericano super¨® por primera vez los 300 contagios diarios y el n¨²mero de v¨ªctimas fatales ascendi¨® a 24, cifra r¨¦cord desde el inicio de la pandemia. Para frenar su propagaci¨®n, el Gobierno ha comenzado a realizar ex¨¢menes en los dos barrios m¨¢s afectados.

En toda Argentina, m¨¢s de tres millones de personas viven en asentamientos informales. En la Villa 1-11-14, situada a metros del estadio de San Lorenzo, residen cerca de 60.000. ¡°Gran parte de la pandemia nos la jugamos ac¨¢¡±, asegura Gabriel Battistella, subsecretario de Atenci¨®n Primaria del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Por el n¨²mero de casos y por las condiciones de las viviendas de las villas, detalla. Al dormir a menudo tres o m¨¢s personas por habitaci¨®n y ser familias que comparten espacios comunes como el ba?o y la cocina con otras, la propagaci¨®n de la covid-19 es m¨¢s r¨¢pida que en otros barrios de clase media o alta.

¡°Estamos realizando una b¨²squeda activa de personas con covid-19¡±, subraya Battistella. ¡°El objetivo es cortar la cadena de transmisi¨®n en el barrio¡±, precisa. Mientras habla, llega un autob¨²s escolar con una docena de habitantes de la 1-11-14, que bajan y forman fila para entrar. Con el f¨²tbol paralizado por la emergencia sanitaria, el espacio bajo las gradas ha sido reconvertido en una sala de atenci¨®n m¨¦dica. Los reci¨¦n llegados pasan primero frente a una administrativa que les toma los datos y les abre una historia cl¨ªnica electr¨®nica. Despu¨¦s, una m¨¦dica los examina. En caso de tener s¨ªntomas compatibles con la covid-19, pasan a una unidad m¨®vil sanitaria en la que se realizan los hisopados. Deben aguardar entre cinco o seis horas para tener los resultados.

Los positivos son enviados a distintos lugares seg¨²n su estado de salud: los pacientes leves quedan aislados en hoteles hasta recibir el alta y los moderados y graves son enviados al hospital. Como no se sabe de antemano cu¨¢l ser¨¢ el resultado del test, todos llegan al estadio con un peque?o bolso cargado con lo que consideran necesario por si la vuelta a casa se retrasa 14 d¨ªas o m¨¢s.

El hijo de Cruzado, uno de los primeros de la 1-11-14 en contagiarse de coronavirus, tard¨® tres semanas en regresar, hace solo dos d¨ªas. ¡°Su hijo, mi nieto, naci¨® el 26 de abril y no lo conoc¨ªa¡±, dice la abuela. Superado el periodo de incubaci¨®n de la enfermedad y con el resultado negativo en la mano, Cruzado se alegra de que nadie m¨¢s de la familia se infectase y asegura que toma todas las precauciones posibles para evitar otro caso: ¡°Me paso todo el d¨ªa limpiando y desinfectando¡±.

Escraches vecinales

Contagiarse no supone solo un riesgo para la salud sino que implica en muchos casos la estigmatizaci¨®n por parte de los vecinos, advierte Cruzado. Los vecinos han escrachado las casas de varios enfermos del barrio y se han registrado tambi¨¦n episodios violentos, dice un trabajador social, quien cree que el miedo a quedar se?alados hace que algunos enfermos leves nieguen los s¨ªntomas o los intenten ocultar.

¡°La gente est¨¢ confundida y tiene miedo. Algunos cuando llegamos est¨¢n en estado de p¨¢nico, pero de a poco entablamos conversaci¨®n y generamos un poco de confianza¡±, cuenta In¨¦s, una de las promotoras de salud que van casa por casa en la villa para localizar a las personas que han tenido contacto con alg¨²n positivo de la covid-19. Preguntan c¨®mo se sienten, supervisan la presencia de s¨ªntomas y en caso de sospecha les piden que vayan a la cancha de San Lorenzo para someterse a una prueba. ¡°Algunos no se quieren ir de su casa, pero nos quedamos esperando hasta que arman el bolso¡±, contin¨²a In¨¦s.

De los 3.706 contagios detectados hasta el momento en la ciudad de Buenos Aires, 1.201 corresponden a barrios vulnerables, pero su porcentaje es mayor a medida que pasan los d¨ªas. El s¨¢bado, de los 188 nuevos casos, 113 se registraron en villas, seg¨²n datos del Gobierno porte?o. Organizaciones sociales denuncian que la intervenci¨®n estatal ha llegado demasiado tarde, y exigen que los tests se extiendan a todos los barrios, no solo a los dos m¨¢s afectados, para ir por delante y no detr¨¢s del nuevo virus.

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