Lo que nos entrar¨¢ en el examen
Ha llegado el momento de transformar el sistema educativo en su conjunto. En este examen no podemos fallar
El cierre de escuelas en los meses finales del curso est¨¢ suponiendo una aut¨¦ntica prueba de estr¨¦s para alumnos, docentes, familias y administraciones. Hasta hoy, no hay nada que nos ocupe y preocupe m¨¢s a los espa?oles que la nota final de curso. Esta dif¨ªcil prueba ¨Cc¨®mo evaluar el curso, qu¨¦ hacer con el trimestre- representa el ¨¢rbol que no nos deja ver el bosque. Porque el verdadero examen al que nos enfrentamos ...
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El cierre de escuelas en los meses finales del curso est¨¢ suponiendo una aut¨¦ntica prueba de estr¨¦s para alumnos, docentes, familias y administraciones. Hasta hoy, no hay nada que nos ocupe y preocupe m¨¢s a los espa?oles que la nota final de curso. Esta dif¨ªcil prueba ¨Cc¨®mo evaluar el curso, qu¨¦ hacer con el trimestre- representa el ¨¢rbol que no nos deja ver el bosque. Porque el verdadero examen al que nos enfrentamos es otro. Mientras decidimos c¨®mo cerrar este curso, olvidamos pensar en c¨®mo va a afectar todo lo que est¨¢ pasando al curso siguiente, las consecuencias que tendr¨¢ esta crisis en la vuelta a las aulas.
Nadie duda que nuestro sistema sanitario ha superado con creces el mayor desaf¨ªo al que se ha enfrentado jam¨¢s. Es probable incluso que salga reforzado de la crisis, y acumule m¨¦ritos para merecer un amplio consenso pol¨ªtico. En cambio, no est¨¢ claro que el otro gran pilar de nuestro Estado social, el sistema educativo, corra la misma suerte.
Lo cierto es que en educaci¨®n se ha hecho lo que se ha podido, en condiciones dif¨ªciles, con no suficientes recursos, y sin el tiempo necesario. Pero a pocas semanas de finalizar el curso, toca pensar en un futuro inmediato: c¨®mo prepararnos para la reapertura, y c¨®mo anticipar lo que puede pasar.
Este necesario plan de futuro debe fundamentarse en tres principios: conocimiento, liderazgo compartido y equidad. La situaci¨®n actual de excepcionalidad est¨¢ generando nuevo conocimiento que deberemos aprovechar, que mejorar¨¢ muchos procesos que ya exist¨ªan en la escuela, e integrar¨¢ otros nuevos. Algunos, de naturaleza sociosanitaria, impactar¨¢n tambi¨¦n en las din¨¢micas educativas y escolares de manera significativa.
El segundo de los principios, el del liderazgo compartido, es un llamamiento a la participaci¨®n activa de todos los agentes educativos: compartir conocimiento, acordar objetivos, asumir responsabilidades en cada ¨¢mbito de actuaci¨®n. El necesario proceso de digitalizaci¨®n de la ense?anza tendr¨¢ que desplegarse en diferentes niveles: los centros tendr¨¢n que ofrecer respuestas educativas; las administraciones tendr¨¢n que proveer equipamiento, formaci¨®n y recursos. Y habr¨¢ que dar entrada a nuevos actores, que van a ser m¨¢s necesarios que nunca: ayuntamientos, servicios sociales, organizaciones, empresas, etc¨¦tera. Se da la paradoja de que el cierre de las escuelas ha puesto de manifiesto m¨¢s que nunca la necesidad de abrirlas al conjunto de la sociedad. Los alumnos no deber¨ªan salir del duro confinamiento para volver a encerrarse en las aulas, sino para ocupar un nuevo espacio en el que participe todo el entorno.
El tercer requisito es el de la equidad. La crisis ha creado y ensanchado brechas educativas. Es por ello imprescindible articular programas de refuerzo para los alumnos m¨¢s vulnerables, pero tambi¨¦n poner en cuesti¨®n la arquitectura del sistema educativo actual, y definir herramientas p¨²blicas de tipo compensatorio, orientadas a luchar contra el fracaso escolar y el abandono temprano. Toda la maquinaria de los centros y de la administraci¨®n educativa debe ponerse al servicio de la lucha contra las desigualdades que est¨¢n creciendo estos meses.
Los cambios llaman con fuerza a la puerta del sistema educativo. Este examen de junio, ni es el m¨¢s importante, ni podremos olvidar despu¨¦s lo aprendido. Ha llegado el momento de transformar el sistema educativo en su conjunto. La percepci¨®n social de la escuela, el reconocimiento del valor de la educaci¨®n, est¨¢n en juego. Y, ahora s¨ª, en este examen no podemos fallar.
Ainara Zubillaga es directora de Educaci¨®n y Formaci¨®n en la Fundaci¨®n Cotec. Coautor: Lucas Gort¨¢zar, especialista de Educaci¨®n del Banco Mundial.