Las comunidades rurales en Am¨¦rica Latina se enfrentan al avance del coronavirus
La reapertura de algunas ciudades latinoamericanas pone el foco en la extensi¨®n de la pandemia en las peque?as provincias
El coronavirus en Am¨¦rica Latina comenz¨® en las ciudades y poco a poco se ha acercado a las comunidades rurales. En mayor o menor medida la relaci¨®n del binomio ciudad-campo ha condicionado el avance de la pandemia en la regi¨®n que al d¨ªa de hoy es considerada el epicentro de la pandemia por la Organizaci¨®n Mundial de Salud (OMS). Tras casi tres meses del cierre de actividades, algunos pa¨ªses latinoamericanos han comenzado gradualmente a abrir algunas de sus actividades econ¨®micas bajo la latente amenaza de rebrotes y la expansi¨®n de la epidemia a regiones alejadas.
La Organizaci¨®n Pana...
El coronavirus en Am¨¦rica Latina comenz¨® en las ciudades y poco a poco se ha acercado a las comunidades rurales. En mayor o menor medida la relaci¨®n del binomio ciudad-campo ha condicionado el avance de la pandemia en la regi¨®n que al d¨ªa de hoy es considerada el epicentro de la pandemia por la Organizaci¨®n Mundial de Salud (OMS). Tras casi tres meses del cierre de actividades, algunos pa¨ªses latinoamericanos han comenzado gradualmente a abrir algunas de sus actividades econ¨®micas bajo la latente amenaza de rebrotes y la expansi¨®n de la epidemia a regiones alejadas.
La Organizaci¨®n Panamericana de Salud (OPS) ha advertido esta semana de que la pandemia se encuentra en uno de los momentos m¨¢s cr¨ªticos para el continente Americano y que la reapertura debe hacerse con cautela. ¡°Debemos ser cuidadosos. No abran demasiado r¨¢pido, o corren el riesgo de un resurgimiento de covid-19 que podr¨ªa borrar la ventaja obtenida en los ¨²ltimos meses. Consideren un enfoque geogr¨¢fico para el bloqueo y apertura basado en la transmisi¨®n en entornos locales espec¨ªficos¡±, dijo Carisa Etienne, directora de la organizaci¨®n.
M¨¢s de la mitad de los casos de coronavirus a nivel mundial ¨Cun 55%¨C registrados en la ¨²ltima semana se encuentran en Am¨¦rica. Latinoam¨¦rica concentra 1,2 millones de contagiados de la covid-19 y 57.800 muertos por la enfermedad, la mayor¨ªa en Brasil, M¨¦xico, Per¨², Ecuador, Chile y Colombia. La OPS se?ala que en los ¨²ltimos d¨ªas el aumento del n¨²mero de nuevos contagios en Latinoam¨¦rica ha representado m¨¢s de un tercio del total mundial. ¡°Es una preocupaci¨®n seria que deber¨ªa servir como una llamada de atenci¨®n para redoblar nuestros esfuerzos¡±, dijo Etienne.
La regi¨®n es diversa pero las caracter¨ªsticas de sus zonas rurales convergen, principalmente, en sus carencias. Las comunidades que suelen estar alejadas de los centros urbanos padecen la escasez de servicios b¨¢sicos, como agua potable, que contribuyen a aminorar la expansi¨®n de la enfermedad. Adem¨¢s, los servicios sanitarios no llegan a toda la poblaci¨®n y, en muchos casos, los habitantes de las zonas rurales tienen que hacer largos viajes a las ciudades para acceder a la sanidad p¨²blica. Cada pa¨ªs latinoamericano ha abordado con un enfoque distinto la protecci¨®n a las comunidades rurales, donde adem¨¢s habitan algunos pueblos ind¨ªgenas. As¨ª se vive la pandemia en los sectores rurales de Am¨¦rica Latina:
Per¨²: autoaislamiento para protegerse del virus
Un porcentaje importante de la poblaci¨®n rural en Per¨² son trabajadores temporales en Lima y en ciudades intermedias. Entre enero y marzo, debido a la cuarentena y anulaci¨®n de las actividades econ¨®micas no esenciales, perdieron sus empleos. El Gobierno calcul¨® hasta inicios de mayo que m¨¢s de 200.000 personas se registraron en padrones para el retorno coordinado con sus regiones, pero solo fue posible gestionar el traslado de 18.000 de ellos. La gran mayor¨ªa volvi¨® al campo caminando, tanto a comunidades andinas como amaz¨®nicas.
El economista Jos¨¦ de Echave coment¨® a EL PA?S que tras la declaratoria de la emergencia, muchas comunidades de las provincias altas de Cusco, como Chumbivilcas y Espinar; Grau en Apur¨ªmac; la regi¨®n Puno; y comunidades ubicadas en el Gobierno Aut¨®nomo Wamp¨ªs, en la Amazon¨ªa norte, cerraron sus territorios para protegerse. ¡°El Estado no tuvo ninguna iniciativa para evitar el avance de la pandemia en pueblos ind¨ªgenas, las poblaciones rurales con experiencia en control territorial a¨²n juegan un papel importante en la contenci¨®n del contagio¡±, dijo. ¡°Lo ¨²nico que un¨ªa a estas poblaciones con las ciudades era la econom¨ªa, y en condiciones como estas, las ciudades se vuelven m¨¢s agresivas¡±.
La presidenta de la Organizaci¨®n Nacional de Mujeres Ind¨ªgenas Andinas y Amaz¨®nicas del Per¨² (Onamiap), Melania Canales, cuestiona que la respuesta gubernamental a la pandemia no se haya adecuado a los pueblos originarios. ¡°En la comunidad, no puedes ¡®quedarte en casa¡¯, como pide el Gobierno. Tienes que seguir yendo a la chacra y seguir con la crianza de los animales. No involucraron a las comunidades en la estrategia¡±, critic¨® en una entrevista en el diario La Rep¨²blica. Agricultores que no han recibido subsidios en Carapongo, en la zona agr¨ªcola de Lima, se?alaron en una radio noticiosa que no pueden registrarse para solicitarlo porque la plataforma digital pide el c¨®digo de suministro de electricidad. ¡°Muchos no tenemos ni electricidad ni m¨®vil inteligente¡±, advirti¨® una ciudadana.
Brasil: Una sanidad fr¨¢gil y distancias inmensas en la Amazonia
El coronavirus se extiende hacia el interior de los estados brasile?os en cuyas capitales anid¨® primero y hacia los estados menos afectados, los del sur. Una de las ciudades m¨¢s remotas donde ha causado estragos es S?o Gabriel da Cachoeira, ubicada a orillas del r¨ªo Negro, en el coraz¨®n de la Amazonia. ¡°La escuela cerr¨® el 20 de marzo y hace tiempo que solo llega la balsa que trae alimentos¡±, explica Odete por tel¨¦fono desde esta ciudad que queda a 800 kil¨®metros de la Unidad de Cuidados Intensivos m¨¢s cercana. ¡°La gente no obedece mucho [la orden de quedarse en casa], se lo digas en su lengua o en portugu¨¦s¡±, a?ade esta vecina de la ciudad m¨¢s ind¨ªgena de Brasil.
Conscientes de su vulnerabilidad, las autoridades locales crearon pronto un comit¨¦ de emergencia. Pero las primeras medidas para aislar la ciudad seguidas, en abril, por una clausura total no impidieron la llegada de la covid-19. El virus ha matado a 23 de los 45.000 vecinos y contagiado a m¨¢s de 1.800 mientras se propaga veloz por la descomunal selva tropical. Los mapas oficiales est¨¢n repletos de puntitos rojos que indican municipios con contagios.
S?o Gabriel da Cachoeira tuvo una fuerte crisis sanitaria que super¨® con la llegada de m¨¦dicos intensivistas de refuerzo. Ahora dispone camas de semi UCI con respiradores, explica Vitoria Ramos, de M¨¦dicos Sin Fronteras, ONG que est¨¢ a punto empezar a trabajar en la zona para reforzar la red sanitaria p¨²blica. A?ade que ahora est¨¢n haciendo muchos test. ¡°Nuestra preocupaci¨®n son las ciudades pr¨®ximas y las aldeas ind¨ªgenas. Las distancias son gigantescas, eso dificulta mucho el acceso a la salud y adem¨¢s son poblaciones descuidadas por las pol¨ªticas p¨²blicas sanitarias¡±, a?ade esta especialista en asuntos humanitarios. Incluso la informaci¨®n sobre casos sospechosos tarda llegar a las estad¨ªsticas oficiales. La ONU est¨¢ preocupada por el creciente impacto en los ind¨ªgenas, especialmente vulnerables. De los 7.000 fallecidos en la Amazonia brasile?a, 54 eran ind¨ªgenas.
El Gobierno estatal ha duplicado sus UCIs a¨¦reas. Seis aeronaves trasladan a los pacientes m¨¢s graves a Manaos, donde la situaci¨®n ya no es tan mala como cuando en mayo colapsaron la red sanitaria y la funeraria. ¡°Ahora no hay una pelea por las camas, pero, si hay una segunda ola de contagios, va a ser un problema¡±, advierte Ramos desde Manaos. La fragilidad del sistema unida a la reciente apertura del comercio preocupan.
Colombia: el abasto de alimentos para las ciudades contagia al campo
Los mayores brotes en Colombia han ocurrido en grandes ciudades como Bogot¨¢, Cali y Cartagena. Despu¨¦s de una cuarentena nacional que se extendi¨® por m¨¢s de dos meses, esta semana el pa¨ªs entr¨® en una nueva fase de aislamiento con numerosas excepciones que permitieron a millones de personas regresar a las calles. Sin embargo, en esas tres populosas urbes duramente golpeadas por la covid-19 se mantiene una cuarentena estricta al menos hasta mediados de junio. Entre las medidas ordenadas por el Gobierno nacional est¨¢ ¡°intensificar las acciones de vigilancia en salud p¨²blica¡± en las principales plazas de mercado y centros de abasto. Los contagios en esos lugares, que son un puente entre los productores rurales y las habitantes urbanos, se han convertido en una de las mayores preocupaciones de las autoridades sanitarias, que han detectado que desde ah¨ª se propaga el virus a las ciudades.
Con al menos 74 casos, Corabastos, la mayor central de abastos del pa¨ªs, ha sido una preocupaci¨®n constante para la Alcald¨ªa de Bogot¨¢ y un ejemplo ilustrativo. Cerca de 1.000 camiones de distintas regiones del pa¨ªs ingresan cada d¨ªa con aproximadamente 10.000 toneladas de alimentos. All¨ª confluyen productores campesinos, transportadores, compradores y revendedores no solo de la capital, una urbe de m¨¢s de siete millones de habitantes, sino tambi¨¦n de Cundinamarca, el departamento que la rodea. ¡°Por lo menos 20 municipios de Cundinamarca tienen casos de covid-19 cortes¨ªa de Corabastos, pues muchos campesinos vienen a descargar el producto y ah¨ª se contagian. Esta central es responsabilidad de todos¡±, ha se?alado la alcaldesa Claudia L¨®pez. Adem¨¢s, Corabastos se ubica en el occidente de Bogot¨¢, en la localidad de Kennedy, que est¨¢ bajo un confinamiento excepcionalmente estricto por su alta concentraci¨®n de casos. La alcaldesa ha descartado de plano la posibilidad de cerrar completamente la central, pues eso generar¨ªa desabastecimiento de alimentos, pero ha planteado que opere al 35 por ciento de su capacidad y solo atienda a vendedores mayoristas para evitar aglomeraciones. Las medidas ¨Cque incluyen el cierre preventivo de algunas bodegas¨C han provocado protestas de comerciantes.
A m¨¢s de mil kil¨®metros se encuentra otro gran foco de contagios y preocupaci¨®n: Leticia y el selv¨¢tico departamento de Amazonas, en el extremo sur del pa¨ªs, que con apenas 79.000 habitantes ya reporta cerca de 2.000 casos detectados y 65 muertos. Es la mayor cantidad de positivos por mill¨®n de habitantes en Colombia. Ese vasto territorio, que comparte una borrosa triplefrontera con Per¨² y Brasil, tiene una poblaci¨®n dispersa y mayoritariamente ind¨ªgena que carece de una adecuada red hospitalaria. Cuando un paciente presenta complicaciones se suele remitir en avi¨®n hasta Bogot¨¢, una operaci¨®n que se dificulta en momentos en que el espacio a¨¦reo est¨¢ cerrado por la crisis sanitaria. Amazonas es un reflejo de la vulnerabilidad de las comunidades ind¨ªgenas, algunas de las cuales han optado por aislarse en sus resguardos, lejos de las ciudades, ante el temor de contagiarse.
M¨¦xico: de los municipios de la esperanza a la normalidad
En las regiones rurales de M¨¦xico la vida continu¨® a pesar del cierre en las grandes ciudades. El Gobierno mexicano design¨® en mayo a 323 municipios del pa¨ªs como ¡°municipios de la esperanza¡±, dado que all¨ª no se registraron casos de la covid-19, sin embargo el pa¨ªs norteamericano ha sido cuestionado sobre esta decisi¨®n debido a que en algunos de ellos ni siquiera se hicieron pruebas a la poblaci¨®n. Estos municipios son principalmente rurales, alejados de los centros urbanos y con poblaci¨®n mayormente ind¨ªgena. Estados como Oaxaca, Chiapas, Yucat¨¢n, Chihuahua y Guerrero concentraron algunos de estos municipios que hasta hace unas semanas se han conservado ajenos a la pandemia.
¡°No preocupan las zonas rurales, los patrones de distribuci¨®n de la epidemia muestran que esta est¨¢ relativamente concentrada en zonas urbanas En alg¨²n momento, esta barrera se va a perder y va a afectar con mayor intensidad a las personas que menos tienen¡±, explic¨® el subsecretario de Salud, Hugo L¨®pez-Gatell en una de sus conferencias de prensa. Algunas de estas localidades han implementado el bloqueo de entrada a los forasteros, aprovechando estructuras de vigilancia y seguridad comunitarias que han organizado en los ¨²ltimos a?os ante el aumento de la violencia.
La mayor¨ªa de estas comunidades se encuentran enclavadas en zonas monta?osas y de dif¨ªcil acceso. La atenci¨®n sanitaria es escasa y los hospitales dedicados a atender a los enfermos de la covid-19 se encuentran, generalmente, en centros urbanos. Aunque el riesgo de que los contagios se trasladen a las zonas rurales, el Gobierno ha comenzado ya el regreso escalonado a las actividades econ¨®micas en algunas ciudades. En una paradoja, las autoridades sanitarias reconocen que todo el pa¨ªs est¨¢ en un nivel alto de contagio y han delegado la responsabilidad sobre la apertura a los gobiernos de los Estados.
Argentina: escasos casos en las provincias y salvoconductos
La covid-19 se ha ensa?ado con las grandes ciudades argentinas y ha dejado casi indemne a las zonas rurales, donde solo vive el 8% de la poblaci¨®n. En el epicentro est¨¢n Buenos Aires y su extrarradio, con casi 13 millones de personas, equivalentes al 32% de todos los habitantes de Argentina. En ese conglomerado se han registrado hasta el viernes 16.400 casos positivos, contra 2.876 infectados repartidos en 2,8 millones de kil¨®metros cuadrados de territorio casi deshabitado. En el ¨²ltimo parte del jueves, 16 de las 23 provincias argentinas registraron un caso o ninguno. El resto, salvo Buenos Aires, menos de diez.
Las autoridades no esperan que la covid-19 sea alguna vez un problema en el interior de Argentina, que hoy concentra apenas el 15% de todos los infectados nacionales. Hay provincias que no registran casos positivos, como Formosa (norte), o Catamarca (centro-oeste). En otros distritos como La Pampa, Salta, San Juan, San Luis, Chubut o Jujuy, el virus apenas ha afectado a menos de 20 personas en cada una. Aunque es pronto para balances, porque Argentina no ha ingresado a¨²n al pico de la pandemia, los sanitarios aseguran que el confinamiento que rige desde el 20 de marzo en todo el pa¨ªs ha impedido la propagaci¨®n del virus en las ¨¢reas poco pobladas. Hoy, m¨¢s del 90% de los nuevos casos se producen en la regi¨®n metropolitana de Buenos Aires.
La cuarentena ya es menos estricta en el interior, pero las provincias mantienen a¨²n duras restricciones de circulaci¨®n hacia otras regiones. Ha habido incluso casos extremos de aislamiento, con terraplenes que cortan las carreteras en las fronteras internas. El celo aislacionista cre¨® en algunos casos situaciones dram¨¢ticas, como la muerte de un hombre de 42 a?os aplastado por su auto cuando intentaba llevar alimentos a sus hijos entre dos pueblos separados por la frontera entre C¨®rdoba y San Luis. El conductor muri¨® cuando intentaba desatascar su veh¨ªculo de un gran mont¨ªculo de tierra colocado sobre el asfalto desde el lado de San Luis. Los vecinos de ambos lados, enfurecidos, chocaron con la polic¨ªa y derribaron el muro. Desde San Luis se comprometieron entonces a realizar un censo de la poblaci¨®n que tiene familias a ambos lados de la frontera, que en tiempos normales no es m¨¢s que un cartel indicador en la carretera, sin mayores controles. Todos necesitar¨¢n, ahora, un salvoconducto para ir de un lado al otro de esa l¨ªnea imaginaria.