¡°Colapsamos. No pod¨ªamos recibir m¨¢s pacientes¡±

Todo pas¨® muy r¨¢pido, sin apenas margen de reacci¨®n: un s¨¢bado entr¨® por las urgencias del Hospital de Igualada (Barcelona) un paciente con una neumon¨ªa bilateral y, cuatro d¨ªas despu¨¦s, 80 sanitarios del centro hab¨ªan ca¨ªdo enfermos por la covid-19. A la semana siguiente, ya eran 150 profesionales infectados y, a los 15 d¨ªas, 400 personas, el 40% de la plantilla, estaban confinadas en sus casas. El hospital colapsaba por falta de manos mientras un goteo incesante de pacientes con s¨ªntomas de la covid-19 llamaba a las puertas de urgencias. No eran casos aislados. La transmisi¨®n comunitaria del...

Todo pas¨® muy r¨¢pido, sin apenas margen de reacci¨®n: un s¨¢bado entr¨® por las urgencias del Hospital de Igualada (Barcelona) un paciente con una neumon¨ªa bilateral y, cuatro d¨ªas despu¨¦s, 80 sanitarios del centro hab¨ªan ca¨ªdo enfermos por la covid-19. A la semana siguiente, ya eran 150 profesionales infectados y, a los 15 d¨ªas, 400 personas, el 40% de la plantilla, estaban confinadas en sus casas. El hospital colapsaba por falta de manos mientras un goteo incesante de pacientes con s¨ªntomas de la covid-19 llamaba a las puertas de urgencias. No eran casos aislados. La transmisi¨®n comunitaria del virus era un hecho. En Igualada, en Catalu?a y en toda Espa?a.

El foco infeccioso en torno al centro sanitario precipit¨® el primer confinamiento de 70.000 habitantes de Igualada y otros tres municipios colindantes para contener la expansi¨®n del virus. Era la noche del 12 de marzo, apenas cuatro d¨ªas despu¨¦s de que se confirmase el primer positivo, cuando la Generalitat orden¨® el cierre perimetral de esta ciudad, y de Vilanova del Cam¨ª, Santa Margarida de Montbui y ?dena.

El reguero de nuevas infecciones era imparable en la Conca d¡¯?dena y el hospital era el epicentro del brote y de la pandemia en Catalu?a. ¡°Llegamos al colapso total porque no pod¨ªamos atender a m¨¢s pacientes¡±, recuerda ahora el gerente del hospital, Ferran Garc¨ªa. El plan de contingencia dise?ado semanas antes por fases, seg¨²n la gravedad de la situaci¨®n, se complet¨® en apenas tres d¨ªas. Si el lunes se confirm¨® el primer caso, el mi¨¦rcoles el hospital ya hab¨ªa parado toda actividad ajena a la pandemia y las urgencias que llegaban eran casi exclusivamente covid. En la puerta del servicio de salud laboral se agolpaban cada d¨ªa entre 30 y 40 trabajadores con s¨ªntomas. De 13 profesionales del servicio de medicina interna, solo uno qued¨® sano. ¡°Tuvimos que acudir a las autoridades y pedir ayuda a la red sanitaria. Junto al Servicio Catal¨¢n de la Salud y al Sistema de Emergencias M¨¦dicas pudimos organizar que no entrasen m¨¢s pacientes y los que llegasen, se fuesen a otros hospitales¡±, relata Garc¨ªa.

El centro sanitario lanz¨® una ag¨®nica se?al de socorro para incorporar nuevos profesionales mientras los suyos, enfermos o aislados preventivamente, pasaban la cuarentena. ¡°Tuvimos casi 300 solicitudes de que quer¨ªan venir a ayudar, de los cuales contratamos a 52¡±, se?ala el gerente. El hospital registr¨® cerca de un millar de casos positivos: 250 profesionales ¡ªy otros tantos confinados por contacto con infectados¡ª y unos 700 pacientes.

El doctor Jordi Monedero, jefe del servicio de urgencias, recuerda como si fuese ayer esos primeros d¨ªas de caos. ¡°Fue una afluencia masiva de pacientes en estado grave, sin demasiadas opciones terap¨¦uticas y con mucha necesidad de soporte respiratorio. El primer caso fue el s¨¢bado 7 de marzo, una persona mayor, con fiebre alta. Le hicimos una ecograf¨ªa y vimos signos compatibles de neumon¨ªa bilateral¡±, relata. El domingo, ese paciente ingres¨® ¡ªel lunes se confirm¨®¡ª y, por la tarde, tres personas de la misma casa llegaron a urgencias con neumon¨ªa. ¡°Daba igual si ten¨ªamos PCR o no, en el contexto en el que est¨¢bamos, con lo que estaba pasando en Italia, no pod¨ªa ser otra cosa. A partir de ah¨ª, todo fue in crescendo¡±, contin¨²a Monedero.

El virus ya estaba en Igualada, al menos, 15 d¨ªas antes. El origen del brote es confuso. Seg¨²n explic¨® entonces el Departamento de Salud, una comida familiar con alg¨²n caso positivo y una comida de sanitarios con personas asintom¨¢ticas estar¨ªan detr¨¢s del foco. Garc¨ªa, no obstante, se?ala la complejidad de encontrar el origen del episodio infeccioso en estas circunstancias. Estaba en muchas partes a la vez, quiz¨¢s. ¡°Fue una entrada masiva, multifocal y encontrar una ¨²nica causa es casi imposible. La comunidad ten¨ªa la covid-19. La mayor¨ªa de profesionales vive en la Anoia (la comarca a la que pertenece Igualada y los municipios colindantes). Fue una entrada comunitaria. Cuando esta comida tuvo lugar, el virus ya lo ten¨ªamos dentro¡±, zanja.

"Vivir situaciones de tener que aguantar un tel¨¦fono mientras una persona se despide de su familiar, ha sido muy duro

Tijana Postic, directora de Enfermer¨ªa del Hospital de Igualada

El temporal de covid-19 ha amainado, pero las secuelas de la tormenta perduran entre los sanitarios de Igualada. Est¨¢n agotados. ¡°En el momento en el que empez¨® a haber profesionales enfermos, todo el cribado lo hicimos tambi¨¦n en urgencias. La vivencia fue dura, sobre todo cuando algunos de ellos iban ingresando con neumon¨ªas graves. Cuando sali¨® de la UCI el ¨²ltimo compa?ero de nuestra unidad que estuvo ingresado, fue un antes y un despu¨¦s: el servicio respir¨®. Eran compa?eros que se estaban jugando el morirse¡±, explica Monedero.

El hospital ha puesto a disposici¨®n de los trabajadores un servicio de apoyo psicol¨®gico y prepara un proyecto para continuar con el seguimiento emocional a largo plazo. ¡°Ha sido horrible. Estamos mejor, pero esto no se ha acabado. El personal est¨¢ cansado y afectado emocionalmente. Vivir situaciones de tener que aguantar un tel¨¦fono mientras una persona se despide de su familiar, ha sido muy duro y est¨¢n tocados. Ahora nos toca c¨®mo los ayudamos¡±, se?ala Tijana Postic, directora de Enfermer¨ªa. En la comarca de la Anoia, se han registrado 1.600 casos positivos, 5.500 sospechosos (sin prueba diagn¨®stica que confirme la enfermedad) y m¨¢s de 500 personas fallecidas con covid-19.

Apenas tres meses despu¨¦s de los primeros casos, este centro sanitario empieza a respirar. Quedan seis pacientes con covid-19 ingresados en planta y uno en la UCI. Las consultas externas se han retomado y los quir¨®fanos est¨¢n abiertos. En Urgencias, entran y salen ambulancias con enfermos y varios pacientes aguardan su turno en la sala de espera. ¡°La gente empieza a venir. Ten¨ªa mucho miedo a contagiarse¡±, admite Garc¨ªa. En el acceso a las consultas, esperan, en rigurosa fila india, mascarilla en boca y guardando la preceptiva distancia de seguridad, otra decena de pacientes. La vida contin¨²a, tambi¨¦n en el hospital de Igualada.

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