Igualada, al l¨ªmite por el doble confinamiento
El alcalde exige al Govern que "se ponga las pilas¡± y empresarios y sindicatos piden que se resuelva la situaci¨®n jur¨ªdica de los trabajadores atrapados en el municipio
La comarca de Anoia (Barcelona) est¨¢ ya al l¨ªmite. La zona, confinada por la Generalitat el 12 de marzo, dos d¨ªas antes de que se decretara el estado de alarma, es una de las que registra el mayor ¨ªndice de mortalidad por cada 100.000 habitantes de toda Espa?a. El alcalde de Igualada, Marc Castells, de Junts per Catalunya, urgi¨® este viernes al Govern de Quim Torra a ¡°ponerse las pilas¡±. ¡°La poblaci¨®n no puede tener la sensaci¨®n de que se les ha encerrado y se ha tirado la llave¡±, dijo.
Situada a 40 kil¨®metros de Barcelona, a los pies de Montserrat, Igualada est¨¢ enclavada en la Conca del ?dena junto a Santa Margarida de Montbui, Vilanova del Cam¨ª y ?dena. El Govern orden¨® el confinamiento de las 70.000 persona que habitan esta zona al observar un brote de coronavirus muy virulento. Si la media en Catalu?a es de 6,9 fallecidos por cada 100.000 habitantes, all¨ª es de 63,1, superior a la de Lombardia (41,6) o Madrid (27,9). Han fallecido all¨ª ya 57 personas, por las 1070 de toda Catalu?a.
La Generalitat ha adquirido 50.000 tests y ha reclamado que al menos una buena parte se realicen en su comarca. ¡°No se puede entender que tengamos un ¨ªndice tan alto de mortalidad y nadie venga a hacerlos inmediatamente. Es inadmisible. Al menos se pod¨ªan destinar 20.000 en un primer momento a nuestro territorio y a la gente m¨¢s vulnerable¡±, protest¨®. De los 508 casos, 140 son de personal sanitario.
La Conca de Odena se ha convertido en una especie de isla. Al confinamiento decretado por el estado de alarma (que obliga a quedarse en casa salvo para actividades esenciales como comprar o ir a la farmacia) se une el cierre del municipio: no se puede entrar ni salir. El impacto econ¨®mico se not¨® desde el primer d¨ªa: Las f¨¢bricas de Nissan, Seat y Renault avanzaron su paralizaci¨®n por problemas con el suministro de piezas procedentes de dos f¨¢bricas situadas en el per¨ªmetro de seguridad. Los controles de los Mossos act¨²an como si fuera una frontera y solo permiten la salida de mercader¨ªas o servicios esenciales. Y as¨ª, de la noche a la ma?ana hubo gente que no pudo ir a trabajar. Ellos y sus empresas se quedaron en un limbo. Jes¨²s Miguel Juarez, Shumi, alcalde de Santa Margarida de Montbui, explica que el Govern pidi¨® al Ejecutivo de Pedro S¨¢nchez que los confinados sean considerados en baja laboral. "Eso no est¨¢ resuelto. Los CAPS no dan las bajas¡±, afirma urgiendo a una soluci¨®n.
Tras un tenso tira y afloja, La Moncloa ha prorrogado el confinamiento actual pero rechazando el confinamiento total (que nadie pueda salir de casa para ir a trabajar, salvo en servicios esenciales) que reclamaba el Govern. El pulso se ha traducido en una sensaci¨®n de incertidumbre jur¨ªdica y en un clamor de empresarios y sindicatos. Joan Dom¨¨nech, presidente de la Uni¨®n Empresarial de Anoia (UEA), dice que se sienten ¡°doblemente agraviados¡±. ¡°No nos pueden decir que trabajemos y que, a la vez, no podamos contar con personas para poder trabajar¡±, afirma. La UEA ha enviado una carta a los dos Ejecutivos para poder presentar ERTEs por fuerza mayor; que suspenda el pago de impuestos y que a los trabajadores se les d¨¦ una baja laboral equivalente a la de la enfermedad. El empresario reparte culpas por igual: ¡°Yo hago responsable a la Generalitat hasta que el Gobierno central declar¨® el estado de alarma y asumi¨® el mando ¨²nico¡±. Y hace una petici¨®n: ¡°Que dejen de pasarse la pelota por la televisi¨®n¡±.
La queja es que creen que el Govern ha tomado decisiones sin fuerza legal. ¡°El consejero Buch dijo que no se deb¨ªa ir a trabajar. Pero ¨¦l no decide. El problema m¨¢s grande es la poca claridad de los mensajes de la Administraci¨®n¡±, dice Marta Pijoan, codirectora de la f¨¢brica qu¨ªmica Proquip, que han aplicado un ERTE a los empleados que no pueden acceder a la f¨¢brica. ¡°Si toman decisiones de ese calibre, que m¨ªnimo que las administraciones se pongan de acuerdo. El alcalde dec¨ªa se pod¨ªa coger la baja laboral desde el primer d¨ªa de confinamiento y no ha sido as¨ª¡± afirma se?alando que lo que s¨ª ha funcionado ha sido el traslado de mercader¨ªas.
Los sindicatos avalan esa misma sensaci¨®n de caos. Francesc Rica, de UGT, defiende un confinamiento mayor y remacha: ¡°Han convertido a los trabajadores en rehenes de esta lucha pol¨ªtica¡±. ¡°Hasta nos preguntan si tienen que ir a trabajar¡±, relata Alfonsa Santisteban, de CC OO. El doble mensaje ha generado hast¨ªo en la zona donde Ayuntamientos e instituciones econ¨®mico-sociales van de la mano. Ju¨¢rez, que revela que los alcaldes afectados se re¨²nen de forma virtual dos veces al d¨ªa, pide a los dos Gobiernos que sigan su ejemplo: ¡°De los cuatro municipios, uno es de Junts; otro del PSC; otro de ERC y yo independiente. Deber¨ªamos ir todos a una. La salud es lo importante¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.