C¨¢maras t¨¦rmicas y formularios electr¨®nicos. As¨ª ser¨¢ el control de la siguiente gran amenaza: los casos importados

Una vez que la epidemia se ha dado por controlada en Espa?a ¡ªm¨¢s all¨¢ de los brotes¡ª, el siguiente peligro ser¨¢n los casos importados. All¨ª estar¨¢ la gran ¡°batalla¡±, en palabras de Fernando Sim¨®n, director del Centro de Control de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES). Si no cambian los planes, la llegada de turistas comenzar¨¢ el pr¨®ximo lunes en un plan piloto en Baleares, algo que se extender¨¢ al resto del pa¨ªs el 1 de julio. De los cientos ...

Una vez que la epidemia se ha dado por controlada en Espa?a ¡ªm¨¢s all¨¢ de los brotes¡ª, el siguiente peligro ser¨¢n los casos importados. All¨ª estar¨¢ la gran ¡°batalla¡±, en palabras de Fernando Sim¨®n, director del Centro de Control de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES). Si no cambian los planes, la llegada de turistas comenzar¨¢ el pr¨®ximo lunes en un plan piloto en Baleares, algo que se extender¨¢ al resto del pa¨ªs el 1 de julio. De los cientos de personas al d¨ªa que entraron en mayo (33.500 en todo el mes por mar y aire) se pasar¨¢ a miles o, previsiblemente, decenas de miles. Los equipos de Sanidad Exterior se est¨¢n preparando a toda prisa para detectar todos los casos que entren ¡ªporque los habr¨¢¡ª cuanto antes.

Hasta ahora, es el personal sanitario de este departamento del Ministerio de Sanidad el que se encarga de tomar la temperatura a la llegada de los viajeros en puertos y aeropuertos y de entregar un formulario que han de rellenar contestando preguntas epidemiol¨®gicas ¡ªsobre si han tenido s¨ªntomas o contacto con personas enfermas, por ejemplo¡ª y sobre su destino, para tenerlos localizados y actuar en el caso de que se detecten brotes.

Pero con el personal que tiene ¡ªunas 600 personas en total, incluyendo muchas que no est¨¢n dedicadas a esta tarea¡ª ser¨¢ imposible realizar esta labor como hasta ahora, cuando las llegadas est¨¢n limitadas a personas que tienen que entrar por trabajos muy particulares, residentes que vuelven a sus casas o casos de ¡°extrema necesidad¡±, seg¨²n contemplan las normas del estado de alarma. Desde el 11 de mayo se han detectado de esta forma 104 casos, seg¨²n explic¨® el jueves Sim¨®n.

Fernando Carreras, subdirector de Sanidad Exterior, explica a EL PA?S que el departamento est¨¢ preparando procesos automatizados, como formularios electr¨®nicos y c¨¢maras t¨¦rmicas. Son dispositivos que permiten controlar la temperatura de varias personas en tiempo real, en lugar de tomarla una a una con el term¨®metro digital que hay que apuntar a la frente de cada pasajero, tal y como se est¨¢ haciendo.

Aunque ser¨¢n los sanitarios del ministerio los que eval¨²en los casos sospechosos, corresponder¨¢ a personal contratado por Aena y por los puertos apoyar la vigilancia de estos dispositivos, a trav¨¦s de los cuales se ven a las personas con colores m¨¢s rojizos cuanto m¨¢s temperatura desprenden. El real decreto que contiene las normas que regir¨¢n a partir del 21 de junio, cuando entremos en lo que el Gobierno denomina ¡°nueva normalidad¡±, establece que son estos organismos los que tienen que poner su personal a disposici¨®n de Sanidad Exterior, que ser¨¢ en todo caso quien tome decisiones y custodie los datos. Los costes podr¨¢n repercutirse a los viajeros v¨ªa tasas.

Las medidas est¨¢n contempladas para quienes llegan por barco o avi¨®n, pero no por carretera o tren, donde el Gobierno estableci¨® controles policiales. Por estas v¨ªas, mucho m¨¢s minoritarias, no habr¨¢ control sanitario alguno.

La temperatura como medida para detectar casos importados no se ha mostrado muy eficaz. El propio Sim¨®n era reacio a adoptarla al principio de la crisis y recientemente record¨® que ¡°no es la panacea¡±. Son un refuerzo, pero no sirven de freno, ya que solo detecta a personas que ya han desarrollado s¨ªntomas. Todos los que est¨¢n incubando el virus, incluso aquellos que ya dar¨ªan positivo pero no presentan signos, pasan desapercibidos.

Esta labor de control solo es, pues, una primera parte del trabajo. Gracias a los formularios que rellenan a la entrada, los viajeros deben estar en todo momento localizables. Hasta ahora, tienen que pasar una cuarentena de 14 d¨ªas, saliendo a la calle solo para tareas imprescindibles, como comprar comida o medicamentos. Pero esto ya no ser¨¢ preceptivo desde el lunes en Baleares y a partir del 1 de julio en el resto de Espa?a. Son los plazos que se manejan, pero Bruselas pidi¨® el jueves a los pa¨ªses miembros de la Uni¨®n Europea que abrieran sus fronteras sin estas limitaciones desde el 15 de este mes.

Lo que se viene haciendo hasta el momento son llamadas aleatorias a algunos viajeros, en las que los funcionarios de Sanidad Exterior o las comunidades les preguntan por su estado de salud y tratan de cerciorarse de que cumplen la cuarentena. ¡°Hay que tener en cuenta que no es un confinamiento policial, depende mucho de la responsabilidad individual de cada uno¡±, explican fuentes del Gobierno en Baleares, donde las llamadas se han hecho cada dos o tres d¨ªas a todos los que aterrizaban, en su mayor¨ªa personas procedentes de Alemania que tienen en las islas su primera residencia. ¡°La respuesta es muy positiva, y las llamadas sirven tambi¨¦n para resolver dudas de los viajeros con respecto a la enfermedad¡±, a?aden estas fuentes.

Las llamadas continuar¨¢n, pero como sucede con los controles, ser¨¢ imposible realizarlas a la totalidad de los viajeros. Carreras explica que se priorizar¨¢n a los procedentes de aquellas zonas del mundo donde la epidemia est¨¦ m¨¢s presente, si bien la apertura de fronteras no es total. Espa?a se abrir¨¢ selectivamente al turismo y establecer¨¢ con los pa¨ªses de origen acuerdos para los controles en el aeropuerto (o puerto) de salida. La mayor¨ªa de casos importados proced¨ªan de Latinoam¨¦rica y EE UU.

Una vez detectado un caso sospechoso, se deriva a la comunidad donde est¨¦, que se tiene que encargar de hacer las pruebas pertinentes y el rastreo de casos, si es que el test da positivo. Paralelamente, Sanidad Exterior avisa a otras comunidades o pa¨ªses, en el caso de que las personas que estuvieron pr¨®ximas al infectado hicieran escalas en su viaje.

La apertura de fronteras es algo que ¡°debe hacerse¡±, en opini¨®n de Alberto Infante, experto en salud p¨²blica, aunque ¡°con mucho cuidado¡±. Para explicar por qu¨¦ pone el ejemplo de un matrimonio de peruanos que lleg¨® con la infecci¨®n: ¡°Van a Per¨² porque un hijo muere de covid, tienen otra hija enferma. Cuando embarcan tienen s¨ªntomas y, l¨®gicamente, cuando llegan tambi¨¦n. Pero solo se detecta dos d¨ªas despu¨¦s cuando empeoran y piden asistencia. Y se tiene que hacer el aislamiento de todo el vuelo y el pasaje. Est¨¢ claro que hay que ser m¨¢s proactivos¡±. Infante cree que el control en origen tiene que ser exhaustivo y las llamadas una vez que llegan obligatorias y peri¨®dicas. ¡°La gran mayor¨ªa seguro que avisa en cuanto tiene s¨ªntomas, pero conforme van subiendo la escala, crece el n¨²mero de personas que no lo hace. Y no es lo mismo controlar un brote de decenas que de cientos o de miles, cada cero cuenta mucho¡±, a?ade.

El epidemi¨®logo Alberto Garc¨ªa-Basteiro a?ade que si realmente se fortalecen los sistemas de vigilancia epidemiol¨®gica, incluyendo mayor rapidez de detecci¨®n e implementaci¨®n efectiva de los estudios de contactos, ¡°deber¨ªan poder compensar y controlar el potencial riesgo de llegada de casos de pa¨ªses con mayor transmisi¨®n que en Espa?a¡±. ¡°Estos sistemas de vigilancia mejorados, deber¨ªan actuar ante cualquier caso, importado o local, que sigue habiendo¡±, recuerda.

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