¡°Asumir el cambio clim¨¢tico de boquilla solo sirve para exculparnos¡±
El ambient¨®logo Andreu Escriv¨¤ trata de concienciar sin sermonear y de ser pr¨¢ctico en su libro ¡®Y ahora yo qu¨¦ hago. C¨®mo evitar la culpa clim¨¢tica y pasar a la acci¨®n¡¯
Recuerda Andreu Escriv¨¤ el caso de dos amigas inglesas que viv¨ªan en ciudades distantes en el Reino Unido y decidieron quedar en M¨¢laga porque les resultaba m¨¢s barato el billete del avi¨®n que el del tren. Una de ellas reconoci¨® estar sensibilizada con el ecologismo y los problemas del cambio clim¨¢tico. Se pregunta este ambient¨®logo por las veces en q...
Recuerda Andreu Escriv¨¤ el caso de dos amigas inglesas que viv¨ªan en ciudades distantes en el Reino Unido y decidieron quedar en M¨¢laga porque les resultaba m¨¢s barato el billete del avi¨®n que el del tren. Una de ellas reconoci¨® estar sensibilizada con el ecologismo y los problemas del cambio clim¨¢tico. Se pregunta este ambient¨®logo por las veces en que una persona coge el coche para desplazarse sola por la ciudad cuando puede hacerlo en transporte p¨²blico o en bicicleta, y se justifica diciendo que ¡°ma?ana¡± cambiar¨¢ sus h¨¢bitos, porque hoy la vida no le da. Tambi¨¦n alude el divulgador valenciano en su reciente libro Y ahora yo qu¨¦ hago, Como evitar la culpa clim¨¢tica y pasar a la acci¨®n (Capit¨¢n Swing) a la moda del turismo de ¨²ltima oportunidad que incluye visitas a un glaciar que est¨¢ desapareciendo en el otro lado del mundo. Lo m¨¢s probable es que ese turista est¨¦ concienciado y conozca que el queroseno de los aviones es el combustible m¨¢s contaminante y emisor de CO?.
Son algunas de las m¨²ltiples contradicciones en las que se incurre. A Escriv¨¤, que lleva buena parte de sus 37 a?os hablando de ecolog¨ªa y cambio clim¨¢tico, tambi¨¦n le pasa. Pero intenta corregirse y ser consecuente, sin ¡°culpabilizar". ¡°No hay que ser ni dogm¨¢ticos ni apocal¨ªpticos, pero hay que actuar ya. La expiaci¨®n de nuestras culpas ha de provenir primero del reconocimiento de nuestro impacto¡±, afirma. ¡°Hay que ser transversales en las propuestas, que sean asumidas por el mayor n¨²mero de personas. Es bueno que los partidos de derecha en Espa?a, y los empresarios hablen de cambio clim¨¢tico. Pero asumirlo de boquilla, porque est¨¢ de moda, solo sirve para exculparnos. Un lobby empresarial dijo a los suyos: ¡®Vamos a estar de acuerdo con todo lo que diga la UE mientras no pase a la acci¨®n¡¯. Ves anuncios de empresas energ¨¦ticas que son las que m¨¢s contaminan y parecen que sean ecologistas militantes¡±.
Responsable del Observatorio Clim¨¢tico de Valencia y colaborador en numerosas publicaciones, este doctor en Biodiversidad evita el tono admonitorio y did¨¢ctico. Considera m¨¢s ¨²til que el mensaje fluya de manera natural en una conversaci¨®n entre amigos, en la cola del supermercado, y que deje de estar marcado por posicionamientos pol¨ªticos. ¡°En Dinamarca y en Holanda, la mayor parte de los ciudadanos van en bici y no por ideolog¨ªa, sino porque es m¨¢s r¨¢pido y c¨®modo, adem¨¢s de m¨¢s saludable. Lo que hay que exigir es tener las ciudades preparadas en Espa?a para poder llegar a ese punto. Aqu¨ª tenemos la sensaci¨®n de que determinados comportamientos ecologistas son militantes. Y no ayuda continuar ridiculizando ciertas posiciones, como seguir repitiendo lo que dijo en 2007 Rajoy y su primo negando del cambio clim¨¢tico, cuando adem¨¢s rectific¨® despu¨¦s¡±, apunta.
Este tipo de reflexiones forman parte de su libro, que mezcla informaci¨®n, datos, reflexiones y algunos consejos al final, si bien ha querido evitar una clasificaci¨®n al uso del buen ecologista. ¡°Creo que es m¨¢s transformador plantear preguntas, pero al final decid¨ª tambi¨¦n dar una serie de orientaciones¡±, explica. Estos son algunos extractos: ¡°No sermonees, ni impongas ni des lecciones acad¨¦micas¡±; ¡°Trata de moverte sin motor; ganar¨¢s en salud, bienestar y hasta en tiempo. Si no te es posible, opta por el transporte p¨²bico. Si no lo tienes disponible alrededor, comparte coche, y a la vez, exige una red suficiente¡±; ¡°Todos podemos reducir la ingesta de productos de origen animal, en especial de carne. Hay distintos esquemas: un d¨ªa sin carne a la semana, dieta vegana entre semana y omn¨ªvora los fines de semana...¡±.
Sobre la ganader¨ªa industrial (seg¨²n la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura, FAO, representa un 14,5% de emisiones de CO? a la atm¨®sfera), Escriv¨¤ quiere desmontar la idea de que eliminar el consumo de carne es la ¡°soluci¨®n m¨¢gica¡± al cambio clim¨¢tico. Hay que tener en cuenta el componente de desigualdad, la existencia de pa¨ªses que consumen de manera desaforada y tienen mucho mayor impacto que otros. ¡°El consumo de carne y la producci¨®n industrial son completamente insostenibles, aunque tambi¨¦n hay una ganader¨ªa que tiene un valor social, ecosist¨¦mico. Lo transformador es comer menos y cambiar nuestro h¨¢bitos de consumo", sostiene.
El estudioso tambi¨¦n desconf¨ªa de la ¡°varita m¨¢gica¡± del tecnooptimismo. ¡°Muchas veces es muy da?ino. Nos gusta pensar que ya se inventar¨¢ algo que solucione el cambio clim¨¢tico. En realidad, se pretende perpetuar nuestro modo de vida por otros medios. El coche el¨¦ctrico es parte de ese fen¨®meno. Es verdad que hay casu¨ªsticas muy concretas a nivel familiar y laboral que requieren el uso del veh¨ªculo privado y el coche el¨¦ctrico es una mejor soluci¨®n que el de combusti¨®n, pero recordemos que gran parte de nuestra electricidad proviene de fuentes insostenibles", subraya. ¡°Lo importante es cambiar nuestra manera de movernos, de vivir en la ciudad, y exigir esos cambios¡±, agrega.
Lo eco tambi¨¦n ha devenido en una moda prohibitiva para buena parte de la poblaci¨®n, lo que abunda en las desigualdades sociales. ¡°El problema reside en que si las soluciones al cambio clim¨¢tico est¨¢n basadas en el consumo se van a perpetuar la desigualdad¡±, concluye.