Prisi¨®n permanente revisable para el asesino de la ni?a Naiara
El fallo aprecia las circunstancias de ensa?amiento y la minor¨ªa de edad de la ni?a para establecer la condena m¨¢xima
La pena m¨¢xima. Iv¨¢n Pardo Pena, de 35 a?os, se ha convertido en el primer condenado a prisi¨®n permanente revisable en la comunidad de Arag¨®n. La Audiencia Provincial de Huesca ha dictaminado, tras el veredicto un¨¢nime de culpabilidad otorgado por el jurado popular el pasado 24 de septiembre, que tortur¨® hasta provocarle la muerte a la hijastra de su hermano, Naiara Abigail Briones Ben¨ªtez, que solo contaba entonces ocho a?os. Fue la madrugada del 6 de julio de ...
La pena m¨¢xima. Iv¨¢n Pardo Pena, de 35 a?os, se ha convertido en el primer condenado a prisi¨®n permanente revisable en la comunidad de Arag¨®n. La Audiencia Provincial de Huesca ha dictaminado, tras el veredicto un¨¢nime de culpabilidad otorgado por el jurado popular el pasado 24 de septiembre, que tortur¨® hasta provocarle la muerte a la hijastra de su hermano, Naiara Abigail Briones Ben¨ªtez, que solo contaba entonces ocho a?os. Fue la madrugada del 6 de julio de 2017, en su casa de Sabi?¨¢nigo, donde la ni?a conviv¨ªa temporalmente, aparte de con su ¡°tiastro¡±, con su ¡°padrastro¡± (Carlos Jos¨¦ Pardo Pena), su ¡°abuelastra¡± (Nieves Pena), y dos primas, tambi¨¦n menores, que fueron testigos de los terribles malos tratos contra la peque?a que se suced¨ªan en la intimidad de ese infierno familiar. El tribunal entiende que hubo ¡°alevos¨ªa, ensa?amiento y vulnerabilidad de la v¨ªctima¡±, agravada por la circunstancia de que se tratase de una menor de edad con relaci¨®n de parentesco con el agresor. La sentencia es, tambi¨¦n, un aterrador relato de monstruosidades y crueldades brutales llevadas a cabo dentro de una misma familia en presencia de otras testigos menores.
Los otros dos acusados, el padrastro de Naiara y la abuela, han sido condenados, cada uno de ellos, a penas de dos a?os de prisi¨®n como autores de un delito de malos tratos habituales en el ¨¢mbito familiar, pero han sido absueltos del delito de asesinato por omisi¨®n que ped¨ªa la acusaci¨®n particular.
El tribunal considera probado que Iv¨¢n Pardo lleg¨® a su casa de su trabajo como guardia de seguridad hacia las 8.30 de la ma?ana y comprob¨® si Naiara, nacida en Argentina como su madre, hab¨ªa hecho ¡°los deberes¡±, tras obligarla a permanecer toda la noche despierta y arrodillada sobre unas piedras. Al revisar las tareas, el acusado, acostumbrado a fuertes castigos recibidos en su infancia por parte de su padre (un guardia civil fallecido), consider¨® que la ni?a no los hab¨ªa realizado de manera adecuada y, seg¨²n reconoci¨® ¨¦l mismo en el juicio, la someti¨® a torturas durante cuatro horas y media. Le dio con los nudillos en la cabeza, le puso descargas el¨¦ctricas con una raqueta matamoscas, la at¨® de pies y manos, le meti¨® un calcet¨ªn en la boca, la azot¨® en la espalda y en las plantas de los pies y finalmente le propin¨® fuertes pu?etazos y patadas con unas botas de puntera. Todo delante de sus dos primas (tambi¨¦n menores) y mientras su madre se la hab¨ªa dejado en esa casa de los horrores para mantener un trabajo en otro municipio a 100 kil¨®metros.
Seg¨²n lo declarado en el juicio, Iv¨¢n Pardo lleg¨® a impedir a sus sobrinas que llamaran a los servicios de emergencia cuando la ni?a Naiara ya estaba inconsciente. La abuela, conocida como cocinera en el municipio, aquella ma?ana se encontraba trabajando fuera de la casa. Hasta pasadas las 15.30 de la tarde la ni?a no fue atendida por los servicios sanitarios. Todos dijeron inicialmente que ¡°se hab¨ªa ca¨ªdo por la escalera¡±, algo que no encajaba en absoluto con las observaciones de los m¨¦dicos que la atendieron en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza y que vieron morir a la peque?a, incapaz de sobreponerse a los traumatismos, al d¨ªa siguiente.
Desde el 24 de junio que Naiara lleg¨® a esa casa de los horrores, un piso de protecci¨®n oficial a la entrada de Sabi?¨¢nigo, hasta el d¨ªa 6 de julio que la mataron a golpes (la causa de la muerte, seg¨²n la autopsia, son los fuertes golpes que recibi¨® la peque?a en la cabeza ¡°contra una superficie plana¡±), fueron m¨²ltiples las torturas y las mofas que corrieron por mensajes de WhastApp de la familia, en forma de fotos en las que le pon¨ªan pa?ales, orejas de burro, o v¨ªdeos en los que le pegaban y ridiculizaban y que envi¨® el principal acusado a su pareja, e incluso le mandaron sus propias primas a su padrastro, sin que este hiciera nada para impedirlo.
El tribunal considera probado que tanto Nieves Pena, como su hijo Iv¨¢n, obligaron a la ni?a a permanecer de rodillas sobre ortigas, grava, arroz y sal, en m¨¢s de una ocasi¨®n. Que le pegaban (la autopsia revelar¨ªa despu¨¦s que la peque?a ten¨ªa una antigua rotura de tibia que se hab¨ªa soldado sola), le privaban del sue?o para hacer los deberes, le colocaban una diadema con orejas de burro y pa?ales y la grababan con el m¨®vil para compartir esas torturas con otros miembros de la familia.
En el caso de Iv¨¢n, autor material de la muerte, a la pena de c¨¢rcel se suma una medida de libertad vigilada, la prohibici¨®n de comunicaci¨®n y aproximaci¨®n a Mariela y Manuel Adolfo (padres de Naiara) y la prohibici¨®n de residir en la localidad de Sabi?¨¢nigo. Cada una de estas penas con una duraci¨®n de 10 a?os a contar desde el momento en que haya finalizado la privaci¨®n de libertad impuesta. Adem¨¢s, en concepto de responsabilidad civil, Iv¨¢n deber¨¢ indemnizar a la madre de Naiara con 120.000 euros; y al padre de la peque?a, con 30.000. Los otros dos condenados, adem¨¢s de la pena de dos a?os de prisi¨®n, no podr¨¢n aproximarse a los padres de Naiara durante tres a?os.