La justicia reintegra la autonom¨ªa de Alicia, una mujer con discapacidad intelectual que es el ¡°sost¨¦n¡± de su familia

Han pasado 13 a?os desde que la justicia incapacit¨® a Alicia (nombre ficticio). Esta mujer, que tiene una discapacidad intelectual moderada reconocida, se qued¨® embarazada cuando ten¨ªa 27 a?os. El progenitor del beb¨¦ la hab¨ªa abandonado, as¨ª que los padres de Alicia temieron que tras el nacimiento pudiera intentar manipular a Alicia o aprovecharse de la situaci¨®n. Para intentar protegerla, el padre de Alicia promovi¨® la incapacitaci¨®n de su hija, una acci¨®n que limitaba sus facultades para obrar libremente. Lo hizo sin el consentimiento de Alicia, que lamenta que ¨¦l actuara as¨ª. Tiempo despu¨¦s...

Han pasado 13 a?os desde que la justicia incapacit¨® a Alicia (nombre ficticio). Esta mujer, que tiene una discapacidad intelectual moderada reconocida, se qued¨® embarazada cuando ten¨ªa 27 a?os. El progenitor del beb¨¦ la hab¨ªa abandonado, as¨ª que los padres de Alicia temieron que tras el nacimiento pudiera intentar manipular a Alicia o aprovecharse de la situaci¨®n. Para intentar protegerla, el padre de Alicia promovi¨® la incapacitaci¨®n de su hija, una acci¨®n que limitaba sus facultades para obrar libremente. Lo hizo sin el consentimiento de Alicia, que lamenta que ¨¦l actuara as¨ª. Tiempo despu¨¦s, el padre falleci¨® y su madre enferm¨®. Alicia tom¨® las riendas de la familia. Adem¨¢s de trabajar limpiando calles y habitaciones de hotel y de educar a su hija, de 12 a?os, tambi¨¦n empez¨® a cuidar de su madre, de 73 a?os, de dos hermanos y de sus sobrinos. Se convirti¨® en el ¡°principal sost¨¦n de la familia¡±. As¨ª la define una sentencia de la Audiencia Provincial de Valladolid, que hace un mes revirti¨® la incapacitaci¨®n decretada en 2007 al apreciar, en una resoluci¨®n infrecuente, que ya es firme, que alguien con su esfuerzo y ¡°habilidades para autogobernarse¡± no debe ser considerada as¨ª. El Consejo de Ministros aprob¨® en verano una reforma civil y procesal, pendiente ahora de tramitarse, para suprimir la incapacitaci¨®n judicial de las personas con discapacidad.

Solo su familia conoce esta situaci¨®n de Alicia, que no quiere mostrarse ni decir su nombre real ni la localidad vallisoletana donde reside. Prefiere la discreci¨®n absoluta. Usa gafas, tiene el pelo negro y sonr¨ªe mucho, tanto que la mascarilla roja se le eleva sobre los p¨®mulos delante de un caf¨¦. Tiene motivos de celebraci¨®n: la Audiencia Provincial de Valladolid ha reconocido que ¡°atiende¡± a su madre y a su hija ¡°con la mayor diligencia¡± apoyada por los ingresos que obtiene gracias a trabajos como camarera de hotel o barrendera. Tambi¨¦n recibe una prestaci¨®n de unos 300 euros mensuales. Todo porque ha adquirido ¡°capacidades y responsabilidades¡± que le han permitido acceder al mercado laboral u obtener el permiso de conducir motos y coches. Nunca ha tenido accidentes ni multas.

La decisi¨®n judicial admite ¡°cierto riesgo¡±, pero aun as¨ª ha rechazado los argumentos de la Fiscal¨ªa y del forense, que insistieron en que ¡°sus facultades mentales siguen ligeramente disminuidas por su retraso mental [t¨¦rmino que los colectivos que luchan por los derechos de las personas con discapacidad tratan de desterrar] como lo estaban cuando se dict¨® la sentencia de incapacitaci¨®n¡±. El ministerio p¨²blico se?alaba que esta circunstancia le imped¨ªa ¡°gobernarse con plena autonom¨ªa¡± y la hac¨ªa ¡°vulnerable¡±, especialmente en lo patrimonial.

La Audiencia, en cambio, ha ensalzado sus aptitudes para gestionar su vida con el valor extra de la ¡°conciencia¡± de su discapacidad intelectual antes de acometer decisiones de relieve, como cuando se asesor¨® sobre qu¨¦ coche comprar antes de proceder a ese desembolso econ¨®mico. Su abogada, Alejandra Pizarro, explica que una de las claves del asunto reside en los autom¨®viles. Su defendida adquiri¨® uno hace un tiempo y lo remplaz¨® a principios de 2020. En ambos casos lo hizo sin la firma de su madre, quien legalmente deber¨ªa autorizar estas acciones. La solvencia para hacer todos los tr¨¢mites de compra y la elecci¨®n m¨¢s concienzuda evidencia, para Pizarro, la independencia de Alicia y lo ha convertido en uno de sus principales argumentos en los tribunales.

Un camino complicado en los tribunales

La jurista relata la dura traves¨ªa legal. Primero hubo que demandar a su madre, que era la figura sobre la que descansaban las responsabilidades de Alicia. La mujer colabor¨®, sabedora de que alg¨²n d¨ªa su hija necesitar¨ªa el reconocimiento formal de la autonom¨ªa que exhib¨ªa cotidianamente. Comenz¨® as¨ª un proceso que se top¨® hace m¨¢s de un a?o con el juzgado de primera instancia n¨²mero 13, del ¨¢rea de Familia, de Valladolid, un muro que parec¨ªa insalvable porque sintieron que no recibieron la atenci¨®n necesaria. ¡°Estos temas sensibles y subjetivos requieren m¨¢s tiempo para su correcta valoraci¨®n, como pide el Supremo, no son formalidades. Se deshumanizan por el colapso de los tribunales¡±, critica la letrada. Su cliente se indigna y lo resume en una frase: ¡°La juez no nos escuch¨®¡±.

El ¡°lapidario¡± informe forense eman¨®, a?aden, de una entrevista de apenas cinco minutos en dos sesiones. Insuficiente, dicen, para calibrar las facultades de Alicia, que apel¨® y encontr¨® comprensi¨®n en los tres magistrados de la Audiencia Provincial. Pizarro empez¨® a cambiar de perspectiva: por fin vislumbr¨® posibilidades de ¨¦xito. La sesi¨®n de evaluaci¨®n en ese juicio de apelaci¨®n dur¨® dos horas y esta vez sus familiares pudieron intervenir para defenderla. La decisi¨®n es firme desde este martes.

La sentencia se lleva el aplauso de asociaciones que defienden a personas con discapacidades intelectuales, como la Fundaci¨®n Down Espa?a. Agust¨ªn Mat¨ªa, su gerente, celebra una noticia ¡°nada habitual¡± y ¡°muy loable¡± porque afirma que las sentencias de incapacitaci¨®n tienden a ser muy r¨ªgidas. La resoluci¨®n, apunta, ¡°marca camino al sentido que ha definido el art¨ªculo 12 de la Convenci¨®n de Derechos de Personas con Discapacidad, cuando ha planteado que se elimine la figura legal de la incapacitaci¨®n legal¡±, un factor que implica ¡°la muerte civil de la persona incapacitada¡±. Lo ocurrido, espera Mat¨ªa, puede animar a que otros sigan su ejemplo. Crist¨®bal F¨¢brega, fiscal de Ja¨¦n especializado en discapacidades, tilda de ¡°simb¨®licos¡± los casos similares al de Alicia, sobre los que reitera que apenas hay registros.

Alicia, a sus 40 a?os, respira feliz. ¡°Ahora puedo hacer lo que me d¨¦ la gana¡±, dice. Pero con cabeza, como siempre. Aunque su hija preadolescente, que le dio un fort¨ªsimo abrazo cuando supo el desenlace judicial, le insiste para que se cambien de casa, Alicia no abandonar¨¢ el hogar porque siente una responsabilidad con el resto de la familia. La mudanza tendr¨¢ que esperar. Alicia, m¨¢s que nunca, manda en casa.