M¨¢s parecidas a hogares y menos a hospitales: c¨®mo mejorar las residencias de mayores en Espa?a
La Asociaci¨®n de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales propone un nuevo modelo que prime la atenci¨®n a la tercera edad en los domicilios y que dinamice los centros de ancianos
El modelo de residencias de mayores en Espa?a no siempre ha funcionado como ahora. Ha ido cambiando en las ¨²ltimas d¨¦cadas. ¡°Hace a?os hab¨ªa asilos que se llamaban ¡®para abuelos desamparados¡¯, despu¨¦s pasamos a las macrorresidencias de 500 plazas de la ¨¦poca del desarrollismo. En los ochenta hab¨ªa residencias tipo hotel con encanto y ahora hemos ido hacia grandes centros que parecen hospitalarios¡±, resume Gustavo Garc¨ªa, coordinador de Estudios ...
El modelo de residencias de mayores en Espa?a no siempre ha funcionado como ahora. Ha ido cambiando en las ¨²ltimas d¨¦cadas. ¡°Hace a?os hab¨ªa asilos que se llamaban ¡®para abuelos desamparados¡¯, despu¨¦s pasamos a las macrorresidencias de 500 plazas de la ¨¦poca del desarrollismo. En los ochenta hab¨ªa residencias tipo hotel con encanto y ahora hemos ido hacia grandes centros que parecen hospitalarios¡±, resume Gustavo Garc¨ªa, coordinador de Estudios de la Asociaci¨®n de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales. Este colectivo de expertos en la materia propone un nuevo sistema que sustituya al actual. La caracter¨ªstica principal de este modelo es que favorece que los mayores puedan vivir en sus casas m¨¢s tiempo, que parte de la atenci¨®n que reciben en las residencias se pueda trasladar a sus hogares. Y una vez que el traslado a una residencia resulte inevitable, que los centros sean m¨¢s parecidos al lugar donde viv¨ªan.
La Asociaci¨®n de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales quiere que ¡°no sea la persona quien se tenga que adaptar a la vida colectiva en una instituci¨®n, sino que sea el centro o el servicio el que se adapte a las expectativas de cada persona¡±, seg¨²n indica en el informe Un nuevo modelo residencial para personas en situaci¨®n de dependencia: residencia su casa, que ha presentado este lunes. Este colectivo considera que el modelo actual es ¡°excesivamente institucionalizador, masificado y con poco margen para el desarrollo del proyecto vital que cada persona decida¡±. Los datos oficiales del Imserso, que son previos a la pandemia, se?alaban que hab¨ªa 389.000 plazas en residencias de mayores. ¡°Son demasiadas. Hay una parte de los residentes [cuya cifra total se desconoce] que podr¨ªan seguir en sus casas si se les atendiese convenientemente¡±, a?ade Garc¨ªa, coautor del documento. Esta propuesta llega tras el desastre que vivieron las residencias durante la pandemia: hasta junio de 2020 fallecieron 19.861 personas, una debacle que ha azuzado el debate sobre este sistema.
Este grupo de expertos pide que haya m¨¢s ¡°flexibilidad¡± y ¡°compatibilidad¡± entre los recursos dedicados a los mayores (ayuda a domicilio, teleasistencia, centros de d¨ªa o residencias). ¡°Ahora si te conceden la ayuda a domicilio, tienes que estar en tu casa. Y si cuentas con plaza en una residencia, normalmente, solo puede ser eso. Se puede combinar, pero es dif¨ªcil y cuesta mucho cambiar de recurso en funci¨®n de tus necesidades¡±, contin¨²a Garc¨ªa. ?Y c¨®mo puede ayudar una residencia a las personas que no est¨¦n internas? ¡°Ampliando y complementando los servicios domiciliarios¡±, explica el documento. ¡°Deber¨ªan ofrecer servicios a personas que viven cerca, como estancias diurnas, comedores y servicios de rehabilitaci¨®n con instalaciones espec¨ªficas y profesionales. Pero tambi¨¦n puede ser un centro de servicios a domicilio, desplazando a ¨¦l a sus profesionales (fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, psic¨®logos, trabajadores sociales¡), o llevando servicios materiales de comida o lavander¨ªa a domicilio o transporte adaptado¡±.
Para que esta idea sea posible, las residencias deber¨ªan emplazarse en lugares accesibles y no en pol¨ªgonos, como es el caso de muchos centros. Tanto si las personas pueden compatibilizar la ayuda a domicilio con la residencia como si su situaci¨®n exige que sean ingresadas, ¡°tienen todo el derecho a seguir disfrutando de la vecindad, en el entorno donde tienen sus referencias. Resulta cruel que tengan que desarraigarse y perder sus referencias en su edad m¨¢s adulta¡±, indica el informe.
En opini¨®n de Garc¨ªa, vamos a un modelo cada vez m¨¢s ¡°hospitalario¡±, en vez de ¡°residencial¡±: ¡°Hay empresas que han visto un hueco en la pandemia para ir a un modelo centrado en los cuidados m¨¦dicos¡±. Esta asociaci¨®n denuncia que muchos residentes mayores pagan por duplicado la sanidad: a la seguridad social y a la residencia en la que se alojan. ¡°No decimos que no haya enfermeras para administrar medicaci¨®n o fisioterapeutas, pero la mayor parte de la prestaci¨®n la tiene que prestar la sanidad p¨²blica a la que tienen derecho. Esos profesionales se pueden desplazar a las residencias cuando sea necesario, como lo hacen con los domicilios¡±. Garc¨ªa insiste en que ¡°las residencias no pueden ser centros m¨¦dicos¡±. ¡°Nadie quiere vivir en un hospital. Frente a eso, nosotros proponemos que las personas mayores no vivan en centros repletos de m¨¦dicos y con personal en bata, sino en lugares donde desarrollar sus vidas con dignidad¡±, comenta.
Cuando habla de dignidad se refiere, por ejemplo, a que el ocio no se reduzca a actividades infantiles repetitivas como rellenar fichas de colores, sino que puedan desarrollar sus aficiones como adultos. Otro aspecto clave en esta l¨ªnea en la propuesta de la asociaci¨®n son los n¨²cleos de convivencia: la Asociaci¨®n de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales plantea que los mayores vivan en espacios similares a viviendas, con habitaciones individuales (reclaman al menos un 75% de habitaciones de este tipo) y espacios comunes, en grupos de, como m¨¢ximo, 15 personas. ¡°Son las personas residentes quienes se tienen que apropiar y ordenar el espacio de sus unidades de convivencia. Su mobiliario y decoraci¨®n tienen que responder a caracter¨ªsticas hogare?as (por ejemplo, que los residentes puedan llevar sus propios muebles). La adscripci¨®n a cada unidad tiene que ser, en lo posible, de car¨¢cter voluntario, por afinidad. No se debe estructurar por grados de dependencia o por el nivel de deterioro o comportamiento. Ser¨ªa inhumano¡±, contin¨²a la propuesta de la asociaci¨®n. Otras ideas para que las residencias sean m¨¢s hogare?as son eliminar restricciones horarias injustificadas, permitir que los residentes puedan cocinar para s¨ª mismos en esos n¨²cleos de convivencia (con cocina propia) o ¡°democratizar¡± el acceso a las cocinas de la residencia, facilitar las visitas de familiares y que los usuarios puedan cocinar para ellos, que incluso un familiar de visita se pueda alojar en el centro temporalmente...
Reforzar las plantillas
Para poder desarrollar esta propuesta, ser¨ªa necesario un mayor gasto p¨²blico en residencias. La asociaci¨®n no quiere cuantificarlo para ¡°no condicionar el debate pol¨ªtico sobre el tema¡±, pero s¨ª advierte de que habr¨ªa que hacer un esfuerzo. Para empezar, habr¨ªa que ampliar las plantillas, pasando de la ratio acordada en 2008 (0,47 trabajadores por residente) a 0,5 por usuario, con el objetivo de llegar a 0,6 en cinco a?os. Algunas comunidades ya se acercan a este objetivo, ya que sus normativas propias fijan una ratio de 0,55.
La asociaci¨®n tambi¨¦n pide una mejora de salarios de los empleados. Los perfiles que habr¨ªa que reforzar en este nuevo modelo son los del personal auxiliar de enfermer¨ªa y, especialmente, el de los gerocultores (los trabajadores que siguen el d¨ªa a d¨ªa de la residencia). ¡°En el sector de cuidados, la estabilidad laboral es algo m¨¢s que un derecho laboral, es un requisito de calidad en la atenci¨®n, por la importancia de los v¨ªnculos que se establecen entre trabajadores y residentes. Una excesiva rotaci¨®n, sin causa justificada, podr¨ªa considerarse una forma de maltrato institucional¡±, a?ade la propuesta.
Adem¨¢s, la asociaci¨®n tambi¨¦n plantea la reducci¨®n del uso de sujeciones, desarrollar un registro de personas condenadas por abuso de personas mayores para evitar que trabajen en los centros o flexibilizar el requisito de edad para ser persona usuaria de un centro residencial (de manera que familiares con discapacidad u otras necesidades tambi¨¦n puedan acceder a los n¨²cleos de convivencia).
?Es posible?
?Es posible la transici¨®n a este modelo? ¡°Son grandes cambios y van a ser dif¨ªciles, pero se pueden hacer¡±, contesta Garc¨ªa. Destaca que muchas de estas ideas ya se est¨¢n aplicando en centros de toda Espa?a ¡°y est¨¢n funcionando¡±. Este experto cree que el Gobierno y las comunidades aut¨®nomas, de las que depende principalmente el desarrollo final de la propuesta, les har¨¢n caso. ¡°No en todo. No espero que las 17 autonom¨ªas y el Imserso asuman todas las ideas, pero creo que vamos a marcar direcci¨®n. Muchas de estas medidas ya est¨¢n en marcha. Las nuevas generaciones de mayores vamos en esa direcci¨®n: no nos conformamos con horarios de colegio, pedimos otra cosa. Queremos ser m¨¢s aut¨®nomos¡±, dice. Este lunes por la tarde la Asociaci¨®n de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales se re¨²ne con el Imserso para explicarle esta propuesta.
El objetivo final, y de momento ¡°ut¨®pico¡±, del nuevo planteamiento ser¨ªa que ¡°todos los mayores¡± puedan vivir en sus domicilios. ¡°Quiz¨¢s, en un futuro no muy lejano, cuando se hable de un nuevo modelo residencial, ya no se hable de centros sino de servicios en el propio domicilio. Ser¨ªa el desenlace l¨®gico de esta trayectoria que va desde modelos institucionalizadores (asistenciales, hospitalarios, masificados¡) hacia centros de car¨¢cter hogare?o y de atenci¨®n personalizada¡±, finaliza la propuesta.
Garc¨ªa cree que el debate sobre el nuevo modelo residencial se dar¨¢ ¡°pronto¡±. Hay algunos obst¨¢culos para su aplicaci¨®n que se aprecian en un vistazo a los datos que recoge la asociaci¨®n: solo el 4,3% de los mayores de 65 a?os cuentan con una plaza en una residencia en Espa?a y el porcentaje se reduce al 2,68% entre plazas p¨²blicas, faltan 70.000 plazas en residencias para alcanzar el m¨ªnimo que marca la Organizaci¨®n Mundial de la Salud y solo en cinco autonom¨ªas se alcanza la ratio de cinco plazas en residencias por cada 100 mayores de 65 a?os ¡ªCantabria, Arag¨®n, Extremadura, Castilla-La Mancha y Castilla y Le¨®n¡ª. Y todo ello en un pa¨ªs cada d¨ªa m¨¢s envejecido: ¡°Los recursos para los mayores no evolucionan al mismo ritmo que envejece la pir¨¢mide demogr¨¢fica¡±, explica Garc¨ªa.
A finales de abril, el Gobierno aprob¨® medidas en la direcci¨®n que apunta la Asociaci¨®n de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales: a propuesta del Ministerio de Derechos Sociales, se dio luz verde a una inversi¨®n de 730,8 millones de los fondos europeos a repartir entre las comunidades para impulsar un nuevo sistema de cuidados. La mayor parte de estos fondos tienen por objetivo, seg¨²n explic¨® el Ejecutivo, ¡°atender prioritariamente a las personas mayores o dependientes en sus domicilios, y, cuando eso ya no sea posible, prestar esa atenci¨®n en residencias m¨¢s peque?as y con personal m¨¢s estable¡±. La ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, dijo entonces que el modelo residencial actual ¡°no est¨¢ atendiendo adecuadamente ni a las necesidades de personas mayores y dependientes y tampoco a sus deseos¡±, ya que la mayor¨ªa prefiere ser atendida en sus casas mientras sea posible.